Reino Unido

Los británicos critican a Obama por su injerencia

Más de la mitad ve «inapropiado» que haga campaña a favor de la permanencia en la UE

Barack Obama y David Cameron juegan al golf ayer en Waldorf
Barack Obama y David Cameron juegan al golf ayer en Waldorflarazon

Barack Obama terminó ayer la que seguramente fue su última visita a Londres como presidente de Estados Unidos. Pero no fue exactamente éste el motivo por el que el viaje acaparó tanta atención. A tan sólo dos meses del histórico referéndum sobre la permanencia de Reino Unido en la Unión Europea, su implicación tan directa en la campaña por la continuidad no sentó especialmente bien entre los británicos.

Durante un discurso el pasado viernes, el mandatario norteamericano recalcó que la permanencia en el bloque comunitario «amplificaba la influencia de Reino Unido en el mundo» y advirtió de que, en caso de «Brexit», no se alcanzaría fácilmente un acuerdo bilateral de comercio con Estados Unidos como dan por hecho los euroescépticos. «Reino Unido tendría que ponerse al final de la cola porque nuestro foco está en negociar con un gran bloque, la Unión Europea, no con naciones individuales», matizó. Según una encuesta de YouGov recogida ayer por los medios, el 53% de los británicos consideró «inapropiada» su intervención, frente a un 35% que la vio «apropiada».

No obstante, el sondeo revela también que uno de cada cuatro británicos se dejará influir por la opinión del presidente estadounidense, un dato muy a tener en cuenta, ya que en el último mes el porcentaje de indecisos se incrementó un 6%.

En cualquier caso, tal y como apuntó Dominic Raab, subsecretario de Estado para Derechos Humanos y una de las voces más notorias a favor del «Brexit» dentro del Gobierno, «los británicos no se van a dejar chantajear por nadie. Y menos por un presidente de paja que se está marchando».

En este sentido, el ex ministro de Defensa y notorio euroescéptico Liam Fox matizó: «Lo que diga hoy Obama es irrelevante. Serán el próximo presidente y el próximo Congreso de Estados Unidos quienes tengan que negociar. Tenemos un referéndum en junio y las elecciones americanas serán en noviembre, así que, sea quien sea con quien negociemos, no será Barack Obama», advirtió.

Tras reunirse el viernes con el «premier» británico, David Cameron, el presidente estadounidense se citó ayer con el líder de la oposición laborista, el izquierdista Jeremy Corbyn, quien sostuvo que había tenido una conversación «excelente».

Antes de partir a Alemania, Obama también celebró una sesión de preguntas y respuestas con una audiencia formada por 500 jóvenes en el centro de la capital británica a los que instó a «luchar por el cambio y el progreso» y rechazar el «cinismo y pesimismo» a fin de resolver los problemas a los que se enfrenta el mundo.

«Estoy aquí para pediros que rechacéis la noción de que hay fuerzas que no podemos controlar. Como dijo John Fitzgerald Kennedy, nuestros problemas han sido fabricados por el hombre y el hombre puede resolverlos», afirmó. En su intervención, admitió que «la seguridad» es una de sus «máximas prioridades».

Protestas contra el acuerdo comercial

Decenas de miles de personas se manifestaron ayer en Hanóver (Alemania) en contra del tratado comercial entre EE UU y la UE que respaldarán hoy Barack Obama y Angela Merkel. La mayor de las ocho protestas, que contaron con el respaldo de una treintena de grupos ecologistas, organizaciones humanitarias, sindicatos y partidos políticos, congregó a unas 25.000 personas, según la Policía, y 90.000, según los organizadores. La marcha discurrió de forma pacífica entre música y eslóganes contra tratados de libre comercio, productos transgénicos y multinacionales y escoltada por una treintena de tractores y una gran estatua de madera con forma de caballo bajo el lema «TTIP: ¿Un troyano?».