Entrevista

Majed Al-Ansari, portavoz del Ministerio de Exteriores de Qatar: «Un incidente nuclear en Irán amenaza nuestra seguridad nacional»

El asesor del primer ministro qatarí acusa a Israel de cambiar sobre la marcha los objetivos de sus guerras en Gaza y Líbano pero cree que la presión de EE UU puede desescalar el conflicto

Doctor Majed Al-Ansari, representante del gobierno de Qatar. © Jesús G. Feria.
Majed Al-Ansari, representante del gobierno de Qatar. © Jesús G. Feria.Jesús G. FeriaFotógrafos

Majed Mohammad Hassan Abdullah Al-Ansari (Doha, 1983) asesora al primer ministro de Qatar y pone voz a la diplomacia del pequeño pero acaudalado país del Golfo. Formado en las más prestigiosas universidades de Reino Unido y con una dilatada trayectoria en la academia y las instituciones, Al-Ansari representa a la perfección a la élite de Doha. Una nueva generación de qataríes sin complejos capaces de proyectar la influencia del Emirato por encima de la lógica que impone la geografía. El portavoz del Ministerio de Exteriores recibe en Madrid a LA RAZÓN tras la celebración en Bruselas de la primera cumbre UE-Consejo de Cooperación del Golfo y en plena escalada bélica en Oriente Medio.

¿Está Israel cometiendo un genocidio en Gaza?

Las pruebas son muy claras. Si lees los informes de la ONU y las organizaciones internacionales de derechos humanos, no hay dudas. El número de civiles muertos en Gaza es superior a 40.000. Familias enteras han sido borradas del registro, ciudades y barrios han desaparecido del mapa. Hemos acogido a unas 2.000 personas de Gaza en Qatar, y para una población de 3 millones de habitantes, de los que sólo el 10% son nacionales, es una cifra enorme. La mayoría de nosotros hemos hablado con ellos. Muchos tienen familia en Qatar. Hemos escuchado historias espeluznantes sobre lo que está ocurriendo dentro de Gaza.

¿Seguirá Qatar ejerciendo el rol de mediador en las negociaciones de alto el fuego?

Sí. No dejaremos que nos disuadan de desempeñar el papel de misioneros de la paz. Es la única opción que tiene la comunidad internacional. Las conversaciones son la única manera de evitar que la gente muera. Llevamos cuatro semanas sin avances, sin diálogo, pero seguiremos intentándolo mientras haya una oportunidad. Sé que hay mucha presión sobre mi país y sobre los negociadores.

¿Quién ha puesto más trabas, Israel o Hamás?

Somos los mediadores, así que no nos sirve de nada señalar con el dedo quién está ejerciendo más presión. Ambas partes han estado poniendo muchos obstáculos para llegar a un acuerdo. Ahora mismo, los israelíes no están dispuestos a llegar a un acuerdo sobre los rehenes. Pero ambos lo han puesto muy difícil a lo largo de las negociaciones. Y es comprensible con el drama del 7 de octubre y con el drama de lo que está sucediendo en Gaza. Será difícil, pero tenemos que seguir trabajando y encontrar una salida.

¿Existen más probabilidades de alcanzar una tregua tras la muerte de Yahya Sinwar?

Ya hemos tenido muchas oportunidades, y en todas ellas nos hemos sentido decepcionados por el comportamiento de ambas partes. Todas las ventanas de oportunidad previas no sirvieron de nada, así que no voy a mantener mis esperanzas de que esta logre algo. Además, hay que recordar que Hamás ha perdido muchos líderes. Ahmed Yasín, [Abdel Aziz] Rantisi, Saleh al-Arouri, [Ismail] Haniyeh, y ahora Sinwar. Y ha seguido luchando.

¿Puede cambiar algo la muerte de Sinwar?

La persona a la que Israel ha acusado de planificar los atentados del 7 de octubre está muerta. ¿Significa eso que la sociedad israelí puede empezar a despertar y a sentirse más unida a raíz de esto? Es una pregunta para el pueblo israelí. Sinwar fue elegido líder de Hamás después de Haniyeh. El grupo se enfrentará ahora a otra contienda por el liderazgo. Tendremos que lidiar con lo que salga de ese proceso. Solo tratamos con la oficina política de [Hamás en] Doha, así que no hemos tenido contactos directos con el propio Sinwar. Pero sabemos que tenía mucha influencia en las negociaciones. Aún tenemos que ver cómo afectará esto al proceso.

¿Será Khalil al-Hayya su sustituto?

Es una decisión que debe tomar el grupo. Khalil al-Hayya fue fundamental en las conversaciones de alto el fuego. Para nosotros su nombre es sinónimo de negociación, pero ellos tienen su propia dinámica interna.

Doctor Majed Al-Ansari, representante del gobierno de Qatar. © Jesús G. Feria.
Doctor Majed Al-Ansari, representante del gobierno de Qatar. © Jesús G. Feria. Jesús G. FeriaFotógrafos

¿Qué solución defiende Qatar para el día después de la guerra en Gaza?

La guerra primero tiene que terminar, porque cada día que se prolonga, la realidad sobre el terreno cambia. Así que no se puede hablar de un día después cuando no se sabe cómo va a ser Gaza después. Por otra parte, esta debería ser una decisión palestina. Necesitamos un gobierno palestino unificado que esté facultado por la comunidad internacional para la reconstrucción y la seguridad. Pero sobre todo que represente a todo el pueblo palestino, que gobierne sobre todos los territorios, que no se ocupe de Gaza separadamente de Cisjordania.

Qatar ha instado a la comunidad internacional a adoptar medidas urgentes para obligar a Israel a poner fin a las guerras en Gaza y Líbano. ¿Cuáles son sus propuestas concretas?

La primera y más importante es la contención. La escalada no es disuasoria. La única disuasión es encontrar una salida a la crisis ahora mismo. La escalada que comenzó en Gaza sólo se desescalará a través de Gaza. Así que tenemos que poner fin a lo que está sucediendo en Gaza en este momento, y eso nos ayudará automáticamente a calmar la situación en Líbano, en Yemen y con Irán. Los israelíes están cambiando los objetivos continuamente. Primero fue acabar con Hamás. Ahora es acabar con Hamás y Hizbulá. Luego será acabar con Hamás, Hizbulá e Irán. Y la mayoría de estos objetivos son inalcanzables. No se puede acabar con una ideología.

¿Qué busca Israel con esta invasión de Líbano?

Es una pregunta para los estrategas israelíes. Se dijo que iba a ser una incursión limitada. Ahora estamos recibiendo informes sobre ciudades enteras que están siendo demolidas en el sur de Líbano. Los cambios de objetivo hacen difícil llegar a una resolución pacífica. Hemos oído que Hizbulá aceptó la resolución 1701 antes del asesinato de Hasán Nasrala. ¿Por qué no fue suficiente? El objetivo anunciado por el gobierno israelí era que los desplazados dentro de Israel volvieran a sus hogares. La resolución 1701 habría logrado eso. ¿Por qué no se aprovechó esa oportunidad?

¿Teme que el ataque que prepara Israel vaya dirigido contra las infraestructuras energéticas o nucleares de Irán?

Las instalaciones nucleares iraníes de Bushehr están más cerca de Doha que de Teherán. Para nosotros, un incidente nuclear en Irán es una alerta de seguridad nacional. Pero me temo que los estrategas israelíes están viendo todo lo que está ocurriendo en estos momentos como una señal de que pueden derrotar a sus enemigos y de que este es el momento de acabar con Irán, y se equivocan. Atacar a Irán de esta manera y suponer que seguirá siendo pasivo no es una apuesta segura. Hemos estado trabajando con ambas partes y nuestros socios en la región para intercambiar mensajes y ver cómo podemos frenar la escalada, porque una guerra total entre Irán e Israel es algo que la región no puede soportar.

¿Qué papel está jugando en esta cuestión Estados Unidos?

Siempre hemos dicho que el papel de EE UU en materia de seguridad en Oriente Medio es vital. Por eso tenemos una asociación estratégica con ellos y somos uno de los principales aliados no pertenecientes a la OTAN de EE UU, y por eso tenemos una base militar estadounidense en Qatar, que alberga a más de 11.000 soldados. Esperamos ver más por su parte, ver una presión real. Sabemos que nuestros socios de la Administración Biden comprenden la gravedad de la escalada. Estamos trabajando a diario con ellos. [El secretario de Estado estadounidense Antony] Blinken estará en Doha en los próximos dos días. Nuestro primer ministro mantiene conversaciones diarias con funcionarios estadounidenses. Están trabajando con nosotros en la mediación.

¿Ha perdido autoridad el presidente Joe Biden por su situación interna?

EE UU seguirá siendo el actor principal de la comunidad internacional. Si hay un país capaz de ejercer presión para desescalar, ese es EE UU. El problema no es exclusivo de EE UU, sino de toda la comunidad internacional. No ser capaces de frenar las guerras en Gaza y Líbano merma la confianza en las instituciones internacionales.

Doctor Majed Al-Ansari, representante del gobierno de Qatar. © Jesús G. Feria.
Doctor Majed Al-Ansari, representante del gobierno de Qatar. © Jesús G. Feria. Jesús G. FeriaFotógrafos

Qatar no formó parte de los Acuerdos de Abraham, que sí firmaron otros países del Golfo como Bahréin o Emiratos Árabes Unidos. ¿Por qué?

Siempre hemos creído que primero necesitamos una solución a la cuestión palestina. Si no se resuelve, continuará el ciclo de violencia. Lo que está ocurriendo ahora es una prueba clara de que lo que hemos estado diciendo desde el principio era cierto.

Fue el expresidente Donald Trump quien impulsó los Acuerdos de Abraham. ¿Es el candidato republicano la opción más favorable para los países del Golfo en las próximas elecciones en EE UU?

Cuando Trump llegó al poder en 2017, no es ningún secreto que nos enfrentábamos a una de las mayores crisis de nuestra región y que no teníamos el favor de la Administración estadounidense de nuestro lado. Pero antes de 2019, cuando se celebraron las elecciones, estuvimos trabajando con la Administración Trump en las conversaciones con los talibanes, que pusieron fin a la guerra más larga de la historia de Estados Unidos y que dieron lugar a la retirada de Afganistán, efectuada bajo la Administración Biden. Somos capaces de trabajar con distintas administraciones Así ha sido desde que iniciamos nuestra relación con EE UU hace más de 50 años.

¿Es compatible albergar la base militar más grande de EE UU en Oriente Medio, Al Udeid, y al mismo tiempo servir de refugio para los dirigentes de Hamás?

En 2006, Estados Unidos pidió a Qatar que estableciera un canal de comunicación con Hamás, porque Hamás ganó las elecciones y Occidente no quería relacionarse con el grupo. En aquel momento, sabíamos que era una decisión difícil. Y sabíamos que en un momento dado se utilizaría en nuestra contra. Pero también éramos conscientes de que si no nos comprometíamos con Hamás nadie lo haría. Y los ciclos de violencia continuarían. En 2008, este canal de comunicación fue útil. Fue útil también para poner fin a la guerra en 2014 y en 2021, y ahora en 2024. No nos avergonzamos. Como cuando acogimos a los dirigentes talibanes en Doha a petición de Estados Unidos. ¿Cree usted que EE UU aceptaría que 11.000 militares operen en el mismo país que alberga la oficina política de Hamás, la oficina política de los talibanes, sin que ellos sean parte de esto y estén de acuerdo? La respuesta es evidente.

¿Han cambiado Doha su forma de relacionarse con eurodiputados y otros políticos extranjeros tras el «Qatargate»?

Su pregunta implica que necesitamos un cambio porque hemos hecho algo mal, y nosotros hemos mantenido y seguimos manteniendo que no ha habido nada malo en la forma en que hemos tratado institucionalmente con la Unión Europea o con cualquiera de sus Estados miembros. Hemos actuado con transparencia, hemos mantenido una relación institucional muy sólida con la UE y seguimos haciéndolo. Y no hemos visto ninguna decisión de los tribunales que implique a Qatar en ninguna irregularidad con la UE. Por lo tanto, mantenemos nuestras misiones diplomáticas, así como nuestro compromiso con la UE como institución, con el Parlamento Europeo, y creemos que el sistema jurídico demostrará que Qatar no ha hecho nada malo.