México
Menos muertos pero más desaparecidos en el primer año de Sheinbaum
La cifra de homicidios ha caído un 32% pero se ha disparado la de personas sin localizar, hasta llegar a las 134.000
Que la seguridad esté mejorando en México es relativo. Depende de quién lo cuente y de qué datos use. En plena resaca por su primer aniversario como presidenta de México, Claudia Sheinbaum, salió a presumir la contundente mejora en los datos de seguridad en México como resultado de su estrategia para combatir el narco y el crimen organizado.
En el año que lleva al frente de México, la cifra de muertes violentas ha bajado un 32%, es decir, de una media de 87 homicidios diarios que se producían en septiembre 2024, doce meses después la cifra baja hasta una media de 60 diarios. «Imagínense, 27 homicidios menos diarios. Cada día hay 27 personas que no fallecen por motivo de un homicidio doloso. Una reducción muy significativa», dijo la presidenta el miércoles pasado en su rueda de prensa diaria «La mañanera del pueblo». «Evidentemente nosotros vamos a seguir trabajando para que la reducción sea mayor», aseguró Sheinbaum.
El 51% la violencia está localizada en siete estados: Guanajuato, Chihuahua, Baja California, Sinaloa, Estado de México, Guerrero, y Michoacán. Al margen del monitoreo constante de Estados Unidos y sus incesantes amenazas arancelarias para frenar la actividad del narco en México, Sheinbaum atribuyó a la bajada del número de víctimas a su estrategia de «atención a las causas», que es la continuación de la fallida estrategia de «abrazos y no balazos» contra el narco que el ex presidente Andrés Manuel López Obrador puso en marcha durante su sexenio. Estos planes ponen el enfoque en atajar las razones que llevan a los jóvenes a unirse al crimen organizado: pobreza, falta de oportunidades... Un acercamiento más blando que la «guerra contra el narco» de presidentes anteriores.
Sin embargo, estos datos no dan una imagen completa de la realidad de seguridad en México. Casi al mismo ritmo que bajaba el número de muertos, subía exponencialmente el número de personas desaparecidas en México. Según los datos oficiales del mismo Gobierno de México, a 12 de octubre de 2025 había 133.629 desaparecidos en toda la República. En el año 2022 México alcanzó el referente amargo de los 100.000 desaparecidos. Desde entonces, ese indicador ha ido subiendo cada año. Un 7,3% en 2023, un 6,3% en 2024 y un salto exponencial en 2025 de más de un 12%. Desde el 1 de octubre de 2024, día que tomó posesión Sheinbaum, han desaparecido 14.792 personas en México. Un aumento del 50% en solo un año.
«Mientras tengas un país con este número de desaparecidos no puedes presumir de la bajada de muertos», contaba a LA RAZÓN hace unos meses Anabel Hernández, periodista experta en seguridad, en alusión a narcopactos entre políticos y líder criminales para disimular las estadísticas.
En el último año, cerca de 15.000 nuevas familias han perdido un ser querido, 15.000 familias rotas por la incertidumbre sobre el paradero de un hijo o una hija. La iniciativa en la búsqueda de los desaparecidos la han tomado los grupos de «madres buscadoras», figuras incómodas tanto para las autoridades como para el crimen organizado, que se unen de forma independiente para localizar a sus ausentes.
En marzo de este año, el descubrimiento del rancho del horror de Teuchitlán, conocido como el Auschwitz mexicano, una finca en Jalisco donde presuntamente habían ido a morir decenas de jóvenes, puso el foco nacional e internacional en los grupos de madres buscadoras. Entonces, la presidenta prometió que daría una explicación sobre los desaparecidos … pero el tiempo pasa y ni siquiera recibe a las familias buscadoras.
A pesar del escenario optimista que Sheinbaum y su equipo dibujan en «Las mañanera», la principal preocupación de los mexicanos, según todas las encuestas, sigue siendo la inseguridad, muy por delante de otros problemas como el acceso a la salud o el incremento de los precios.