Vivienda

Osborne afianza su posición para suceder a Cameron

El ministro del Tesoro británico renuncia a recortar las ayudas a las familias con menos ingresos para afianzar su perfil político

El ministro del Tesoro, George Osborne y el primer ministro, David Cameron
El ministro del Tesoro, George Osborne y el primer ministro, David Cameronlarazon

El ministro del Tesoro británico renuncia a recortar las ayudas a las familias con menos ingresos para afianzar su perfil político

El ministro del Tesoro, George Osborne, afianzó ayer su posición para suceder a David Cameron como líder del Partido Conservador. Por primera vez desde que asumió la cartera en 2010, priorizó su faceta política ante la económica y, en contra de lo previsto, canceló sus planes para recortar unas ayudas específicas a las familias con menos ingresos y meter tijera al presupuesto destinado a la Policía. Durante semanas sus intenciones para eliminar el déficit habían creado una gran polémica. Sin embargo, cuando ayer detalló sus planes para los presupuesto de esta legislatura, el tory sorprendió a Westminster con un cambio de 180 grados en su estrategia.

La presión para no reducir las ayudas fiscales a las rentas más bajas había llegado hasta la Cámara de los Lores y, tras los atentados de París, escatimar en recursos policiales habría supuesto un motivo de controversia. Pero nadie esperaba un giro tan drástico, ni siquiera el responsable de Finanzas de la oposición laborista, el radical John McDonnell, quien, a pesar de todo, no quiso desaprovechar la ocasión de estrenarse en el cargo leyendo un párrafo del Libro Rojo de Mao Tse-tung.

La decisión de Osborne puede traducirse como una victoria para los laboristas o para el propio alcalde de Londres, Boris Johnson –otro de los favoritos para suceder a Cameron-, quien se había opuesto firmemente a retirar los subsidios a los menos pudientes. Pero hasta los más críticos con el Chancellor reconocieron que había triunfado con su golpe de efecto. Entre otras cosas, porque los recortes para eliminar el déficit estatal y alcanzar un superávit presupuestario de unos 10.000 millones de libras (14.200 millones de euros) en 2019-2020 siguen adelante, pero quedaron en un segundo o incluso tercer plano.

En efecto, el Ejecutivo de Cameron, elegido por mayoría absoluta en las generales de mayo, continúa con la era de austeridad. Todos los ministerios, exceptuando los "protegidos"de Sanidad, Educación y Defensa, deberán reducir el gasto hasta un total de 20.000 millones de libras (28.500 millones de euros), lo que se sumará a 12.000 millones de libras (17.000 millones de euros) de ahorro en el llamado sistema de bienestar social.

Paralelamente, a fin de atajar la crisis de vivienda que sufre el país, el ministro del Tesoro prometió una inyección de capital de más de 6.500 millones de libras (9.200 millones de euros) al sector de la construcción para que erija 400.000 nuevas casas de aquí a 2020, algunas de las cuales se ofrecerán a precios reducidos o a primeros compradores, en sustitución de los ya prácticamente inexistentes programas públicos de vivienda social.

"Nuestra prioridad es reconstruir el Reino Unido, su economía, su defensa y su seguridad", dijo el canciller del Exchequer, quien añadió que el plan conservador a largo plazo "está funcionando", aunque habrá que "seguir tomando decisiones difíciles". "La seguridad nacional y económica son los cimientos de todo lo que hacemos", manifestó.

Por otra parte, aseguró también que prevé recaudar 5.000 millones de libras (7.100 millones de euros) adicionales en impuestos impagados, lo que se suma a unos 27.000 millones de libras (38.400 millones de euros) más de ingresos que habrá esta legislatura, gracias a una mayor recaudación fiscal y a una reducción en los pagos de los intereses sobre la deuda.