Escalada en Oriente Medio

El pacifismo israelí, otro frente contra Netanyahu

Unas 2.000 personas protestan en Tel Aviv en la primera gran marcha contra la guerra de Gaza

Tel Aviv (Israel), 19/01/2024.- Demonstrators hold up placards and shout slogans during a women's march calling for the immediate release of all the hostages held by Hamas in Gaza, in Tel Aviv, Israel, 19 January 2024. According to the Israeli military, 133 Israelis, who were abducted and taken to the Gaza Strip during the 07 October 2023 attacks by Hamas, remain in captivity. (Protestas) EFE/EPA/ABIR SULTAN
Manifestantes reclaman en Tel Aviv la liberación de los rehenes de HamásABIR SULTANAgencia EFE

«Ante nosotros, como pueblo que vive en Israel, tenemos dos alternativas: o la paz palestino-israelí o la guerra perpetua que garantiza una cosa: muchos más años de guerra, sufrimiento y muerte», decía la invitación a la manifestación. El jueves por la noche una veintena de grupos, encabezados por los más numerosos Omdim Beiajad (De pie juntos, en hebreo) y Nashim osot shalom (Mujeres hacen la paz), protagonizaron en Tel Aviv la primera gran protesta contra la guerra en Gaza. Según los organizadores, citando a la Policía, en la protesta participaron más de 2.000 personas.

Habían previsto realizar la protesta la semana pasada, pero no fue aprobada por la Policía, como otras muchas organizaciones que no reciben permiso para ejercer su derecho democrático del cuerpo gobernado por el ultranacionalista ministro Itamar Ben Gvir.

Sin embargo, en el último momento consiguieron el permiso y uno de los miembros de Omdim Beiajad, Nadav Shofet, dijo frente a los manifestantes que había sido gracias a la presión pública.

Hasta ahora los grupos opuestos a la guerra se han manifestado de modos diversos, por ejemplo, una organización de mujeres lo hacía silenciosamente, vestidas de blanco, y sentadas en el suelo, reuniendo así todos los elementos para no ser agredidas por los viandantes, según explicó una integrante del grupo, Lena. «Sabemos que la situación está muy polarizada y sólo queremos oponernos a la guerra de un modo no confrontativo, es más difícil que venga alguien a pegarte si eres mujer y estás vestida de blanco en el suelo», dijo. Sin embargo, han recibido insultos de todo tipo en sus reuniones. Desde «iros a Gaza» o «¿estáis locas? ¿queréis que os violen y os corten las tetas también?», en alusión a algunos de los actos cometidos por Hamás en su invasión del 7 -O. Este grupo de mujeres sostienen carteles que dicen «agua corriente», «electricidad», «paz», «respeto», «acuerdo», en hebreo, árabe e inglés. Hace dos semanas no mostraban ningún cartel que dijera «alto el fuego», si bien a eso aspiran porque, según Lena, «ahora es un concepto cargado en Israel».

Otros manifestantes que tampoco reciben permiso de la Policía en ninguna de sus manifestaciones hasta ahora son los llamados Gush Negued Hakibush (Bloque contra la ocupación, en hebreo). Estos protestan con tambores y megáfonos, diciendo cosas como «los niños y niñas de Gaza y de Sderot quieren vivir», «igualdad para todos desde el Jordán hasta el mar», y con carteles en los que acusan a Israel de genocidio, que los agentes del orden suelen confiscar, y pidiendo alto el fuego inmediato e intercambio de «todos por todos», todos los secuestrados por todos los prisioneros palestinos. Junto a ellos se manifiesta también un grupo de madres israelíes que se llama «Sacadlos de Gaza», en alusión a los soldados.

Estos grupos y algunos más, también del partido político mixto árabe israelí Jadash (Nuevo, en hebreo), persisten en sus demostraciones de disconformidad pública desde hace casi tres meses, pero siempre han sido manifestaciones muy minoritarias y en las que era muy patente la sensación de inseguridad.

Sin embargo, la manifestación del jueves reunió a más personas que ninguna otra de las habidas hasta ahora. Los manifestantes marcharon por la ciudad con carteles que decían «alto el fuego ahora», «sólo la paz traerá seguridad». Gritaron: «Judíos y árabes se niegan a ser enemigos», «ni Ben-Gvir, ni Hamás, estamos hartos de los extremistas», «acabar con la ocupación» y gritos de «¡Ahora!», omnipresentes en las manifestaciones que exigen devolver a los rehenes. «Tras 100 días de guerra, los rehenes no han regresado, se está matando a palestinos inocentes y todavía no tenemos seguridad. Hay otra manera. Lo sabemos cuando empecemos a marchar en la dirección de la paz, sabemos que muchos israelíes y palestinos se unirán a nosotros», dijo Heli Mishael, de Omdim Beiajad.

Rola Daoud, de la misma organización, preguntó: «¿Cuánta sangre debe derramarse antes de que comprendamos que esta guerra nos está destruyendo a todos... hasta que comprendamos que no habrá paz en un lado si no la hay en el otro, que nuestros destinos están interconectados?». El padre de Tom, asesinado en el kibutz Beeri el 7-O, Yaakov Godot, dijo: «Nosotros, todos nosotros, debemos cambiar este enfoque de que el conflicto se puede gestionar. Hago un llamamiento a todos a dejar de vivir con la espada».

Durante una combativa declaración, esa misma noche, el primer ministro, Benjamin Netanyahu, rechazó la perspectiva de un Estado palestino después de la guerra y prometió resistir a Estados Unidos en este asunto.

Netanyahu habló de un informe en el que la Administración de Joe Biden se refirió nuevamente a la necesidad de promoción de una solución de dos Estados y horas después de que el secretario de Estado, Antony Blinken, dijera que Israel no puede lograr una «seguridad genuina» sin una ruta hacia un Estado palestino. «Quien esté hablando del ‘día después de Netanyahu’», dijo, «esencialmente está hablando del establecimiento de un Estado palestino con la Autoridad Nacional Palestina».