ONU
El plantón a Netanyahu en la Asamblea de la ONU no es nuevo: estas son todas las veces en los que los delegados protestaron discursos
Decenas de diplomáticos abandonaron el recinto cuando el primer ministro israelí comenzó su intervención, repitiendo una forma de protesta que ya se ha usado contra otros líderes polémicos
La mayoría de los representantes presentes en la sala se levantaron de sus asientos en cuanto Benjamin Netanyahu tomó la palabra para asegurar que Israel “terminará el trabajo” en Gaza, gesto que dejó las bancadas semivacías y que prolongó una tradición diplomática de rechazo silencioso a discursos considerados fuera de línea por buena parte de la comunidad internacional.
El episodio de este viernes se suma a una lista que comenzó hace años: en 2024 ya hubo una marcha masiva durante la intervención del mismo Netanyahu en la Asamblea General, cuando la guerra en Gaza rozaba su primer aniversario y los bombardeos sobre Líbano elevaban la tensión en la región, y en 2022 más de un centenar de diplomáticos abandonaron la sala en Ginebra mientras el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, defendía la invasión de Ucrania, concentrando la protesta países de la Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos.
Rusia volvió a ser blanco de desplantes este mismo año, cuando decenas de dignatarios dejaron vacías sus asientos durante la comparecencia rusa ante el Consejo de Derechos Humanos.
Mahmud Ahmadineyad, el entonces presidente iraní, provocó la retirada de la delegación estadounidense y de varios aliados en 2010, gracias a varias menciones de sus teorías conspirativas sobre los atentados del 11-S durante su intervención, escena que se repitió el año siguiente cuando expuso sus argumentos contra la “militarización” occidental.
La delegación de EE UU calificó en su momento las afirmaciones de Ahmadineyad de “aberrantes y delirantes”, mientras que la Unión Europea ha empleado la misma táctica contra representantes rusos para subrayar el rechazo unánime a la guerra en Ucrania.
En todos los casos el patrón es idéntico: los diplomáticos aguardan el comienzo del discurso para, acto seguido, ponerse en pie y dirigirse a la salida, dejando al orador ante una sala semivacía y enviando un mensaje que no necesita palabras.