
Defensa
Ni misiles ni cañones: así es la defensa china de láseres e IA que blinda sus buques contra enjambres de drones
China desarrolla un escudo naval con láseres y misiles hipersónicos para contrarrestar la amenaza de los enjambres de drones, un desafío tecnológico y, sobre todo, económico para las flotas de guerra modernas

La aritmética de la guerra moderna es, a veces, un auténtico disparate estratégico. El principal desafío que afrontan las armadas más poderosas del planeta no reside tanto en la tecnología de sus enemigos como en la cruda lógica de los números. Resulta insostenible usar misiles que cuestan millones de euros para derribar drones cuyo valor apenas alcanza unos pocos miles. Según las estimaciones de los propios ingenieros militares chinos, la desproporción puede llegar a ser de 700 a 1, una balanza que inclina la guerra de desgaste a favor del atacante y amenaza con vaciar las arcas de cualquier nación.
En este nuevo escenario, el verdadero peligro ya no son los imponentes acorazados, sino la capacidad de un adversario para lanzar ataques masivos con enjambres de aparatos no tripulados. Se trata de una nueva realidad bélica donde nubes de drones baratos y prescindibles pueden desbordar y saturar hasta las defensas más sofisticadas, convirtiendo la superioridad tecnológica en una victoria pírrica desde el punto de vista económico. De hecho, esta amenaza es tan real que incluso potencias como Estados Unidos han desarrollado sus propios drones kamikazes para no quedarse atrás en esta nueva carrera armamentística.
Ante esta tesitura, China ha puesto a sus mejores mentes a trabajar en una solución. Un equipo de la prestigiosa Academia Naval de Dalian está desarrollando un escudo defensivo multicapa concebido específicamente para proteger sus buques de guerra. La propuesta, tal y como han publicado en Interesting Engineering, busca crear una barrera casi infranqueable que sea tan letal como rentable, cambiando las reglas del juego. Esta carrera por la protección naval no es exclusiva de Pekín; en paralelo, los buques de guerra de Estados Unidos también estarán mejor defendidos por robots militares diseñados para este fin.
Capas de defensa contra la amenaza no tripulada
Este sistema se fundamenta en la integración de un arsenal heterogéneo. Su diseño contempla la combinación de láseres y microondas de alta energía con la contundencia de misiles hipersónicos. Cada una de estas tecnologías conforma una capa de protección, diseñada para neutralizar drones a distintas distancias y altitudes, desde el horizonte hasta las inmediaciones del propio buque.
Pero la verdadera fuerza de esta fortaleza naval no reside únicamente en su potencia de fuego, sino en su cerebro. Todo el dispositivo está gestionado por un complejo engranaje de sensores distribuidos en satélites, aeronaves y los propios barcos, coordinados por una inteligencia artificial. Los ingenieros chinos han bautizado este concepto como «red de eliminación dinámica», un sistema capaz de analizar miles de amenazas simultáneamente y reasignar las armas en tiempo real para hacer frente a los peligros más urgentes con una flexibilidad sin precedentes.
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