
Geopolítica
El portaaviones HMS Prince of Wales, dispuesto a cruzar el estrecho de Taiwán en plena guerra de Londres con Pekín por el acero británico
Reino Unido estudia nacionalizar su última acería en medio de una crisis con su propietario chino

Uno de los dos portaaviones del Reino Unido podría pasar por el estrecho de Taiwán, un punto geopolítico sensible por el que transitan a cuentagotas buques de guerra estadounidenses despertando el enfado e China, que considera esas aguas su territorio de influencia. La Marina Real está lista para desafiar a China por Taiwán, ha dicho en las últimas horas el comandante del grupo de ataque de portaaviones del Reino Unido. Hoy está previsto que el portaaviones HMS Prince of Wales zarpe de la ciudad de Portsmouth como parte de un despliegue de ocho meses en el Indo-Pacífico que podría incluir la navegación por el polémico Estrecho de Taiwán, de 180 kilómetros de ancho, informa The Telegraph.
El despliegue se produce en un momento en que las tensiones entre el Reino Unido y China han aumentado por los temores de espionaje y la disputa provocada por la toma de control de British Steel por parte del Gobierno del Reino Unido de manos de su propietario chino. Las aguas del estrecho son usadas habitualmente por la Armada del Ejército Popular de Liberación chino para ensayar una invasión de Taiwán. A principios de este mes realizó ejercicios con fuego real.
El comandante del grupo de ataque del HMS Prince of Wales, James Blackmore, ha afirmado que sus fuerzas están preparadas para cualquier posibilidad, incluida una posible confrontación en el Estrecho de Taiwán o un choque con los rebeldes hutíes en el Mar Rojo. "Cumpliré cualquier misión que me ordenen hacer; ese es mi papel", declaró en una entrevista con The Telegraph. “Estoy listo para emprender cualquier ruta y misión que me pidan”.
Aunque el Gobierno británico no ha confirmado oficialmente la ruta de la denominada Operación Highmast, no se descarta que el grupo atraviese el estrecho de Taiwán, una franja de 180 kilómetros entre la isla y la China continental cuya soberanía es disputada por Pekín. Este posible tránsito se produce en medio de una creciente inquietud por una potencial invasión china de Taiwán. En los últimos meses, las Fuerzas Armadas chinas han intensificado los simulacros militares, incluidos ejercicios con fuego real y maniobras anfibias que recuerdan a los desembarcos del Día D.
China considera el estrecho como parte de sus aguas interiores, pero los acuerdos internacionales lo catalogan como "alta mar", garantizando la libertad de navegación. A pesar de ello, el anterior despliegue británico en 2021 evitó esta ruta para no agravar las tensiones con Pekín, decisión que fue duramente criticada por miembros del Parlamento.
La reciente visita del jefe del Estado Mayor de la Defensa británico, almirante Tony Radakin, a Pekín (la primera en una década) ha reavivado los rumores sobre posibles advertencias chinas respecto al paso del portaaviones por el estrecho.
Las armas a bordo del Prince of Wales
El grupo naval de ataque británico forma parte de una coalición más amplia que incluye a fuerzas de Noruega, Canadá y Francia. Participarán en ejercicios conjuntos y patrullas en la región, reforzando la cooperación militar con aliados y socios estratégicos. En total, unos 2.100 militares británicos se encuentran embarcados en el HMS Prince of Wales y otras unidades del grupo, dotado con aviones de combate F-35B, drones T-150 y Puma, helicópteros antisubmarinos, fragatas y un submarino clase Astute.
"Este despliegue transmite un mensaje claro tanto a nuestros aliados como a nuestros adversarios", afirmó Blackmore. “Reafirma que el Reino Unido mantiene una capacidad creíble, y que está dispuesto a asumir un papel de liderazgo cuando sea necesario, dentro de Europa y más allá”.
Otro punto polémico del viaje del portaaviones será el paso por Bab-el-Mandeb, en el Mar Rojo, una zona bajo amenaza de los hutíes yemeníes. Blackmore no descarta entrar en combate si las circunstancias lo requieren. Cabe recordar que la Marina británica ha participado activamente en misiones defensivas y ofensivas en la zona en el último año.
La guerra del acero entre Londres y Pekín
El despliegue militar inglés se produce en un contexto de tensiones entre Londres y Pekín, marcadas por acusaciones de espionaje y por la nacionalización de British Steel, hasta ahora en manos de una empresa china. En paralelo, el Reino Unido busca reafirmar su compromiso con la seguridad internacional en un momento en que Estados Unidos demanda una mayor implicación de sus aliados europeos en la defensa global.
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