América Latina

La presidenta de Perú se niega a entregar a la Fiscalía los Rolex

La investigación apunta a que políticos regalaban a Boluarte las joyas a cambio de contratos públicos

«Una fuente que se reunió varias veces con la presidenta Dina Boluarte vio que en cada ocasión distinta, ella lucía un Rolex y nos pasó la voz. De inmediato, Ernesto Cabral, nuestro investigador, entró a la base de datos de las fotografías presidenciales y revisó 10.000 fotografías y no sólo de ella como presidenta, sino cuando era vicepresidenta y ministra (de Pedro Castillo). Nosotros inicialmente detectamos 14 relojes, ahora sabemos que son 17», explica a LA RAZÓN Marco Sifuentes, el director del medio digital peruano «La encerrona», que reveló el asunto de los ostentosos Rolex de la Presidenta peruana.

Y así comenzó la historia que ha puesto contra las cuerdas a Boluarte en un caso que ya empieza a llamarse el «Rolexgate». Sifuentes, que vive entre Madrid y Lima y es el periodista de medios digitales de mayor prestigio en Perú, reflexiona que resulta increíble que 18 días después del destape periodístico y pese a la exigencia de la Fiscalía, Dina Boluarte aún no haya mostrado los Rolex a las autoridades. Es decir, la mandataria peruana no colabora en las investigaciones que se le siguen por presunto enriquecimiento ilícito en agravio del Estado.

En efecto, la Fiscalía que investiga a Boluarte informó el domingo, a través de un comunicado, que durante el allanamiento en Palacio de Gobierno la mandataria peruana, que estuvo presente en la diligencia, rehusó exhibir y menos entregar los relojes rolex cuando el fiscal le conminó a hacerlo. Y que tampoco pudieron ser encontrados en el despacho presidencial ni en su vivienda particular, pese a la búsqueda por casi cuatro horas en cada uno de los tres pisos con que cuenta la vivienda. En el operativo en palacio presidencial, cuando el fiscal Hernán Mendoza le preguntó a Boluarte sobre el paradero de sus relojes de alta gama, la jefa de Estado peruana sólo dijo que «no se trataba de una diligencia de exhibición».

Boluarte se negó a mostrar y entregar a las autoridades los relojes de alta gama que son materia de investigación, pero, al día siguiente del desplante a la Fiscalía, se colocó uno de ellos en su muñeca y lo lució en una actividad pública el domingo 31 de marzo. Fue durante el evento de cambio de guardia en el patio de honor de Palacio de Gobierno. Ahí Boluarte, acompañada de los altos mandos militares lució el Rolex modelo Datejust 36, elaborado en oro blanco y un total de 30 diamantes incrustados que cuesta 22.350 dólares.

La Fiscalía también ha negado que los operativos para dar con el paradero de los rolex se hayan realizado en forma arbitraria y abusiva, pues fue autorizada por el juez supremo Juan Carlos Checkley. Pese a que no se hallaron los Rolex por ningún lado, agentes de la Fiscalía y la Policía encontraron ocho relojes más en una cómoda de su habitación en su residencia de Palacio, aparte de los cuatro Rolex detectados y que son parte de la colección de lujo con la que cuenta la mandataria peruana. Entre otros, se encontraron un reloj de pulsera de color dorado rosa de la marca Bulova; un reloj modelo rectangular color dorado que en la parte central se lee la inscripción «Fossil»; un reloj de pulsera, de esfera redonda, color dorado y blanco de la marca Michael Kors; un reloj pulsera de esfera redonda y correa de cuero marrón con la inscripción «Swarovski»; un reloj pulsera color dorado y negro con la inscripción Quartz.

Otros medios periodísticos peruanos revisan innumerables fotografías de la mandataria peruana en diversos eventos públicos para detectar otras joyas de lujo posee. Así han dado con algunas pulseras de oro con incrustaciones de diamantes.

Según fuentes consultadas por LA RAZÓN, la hipótesis de la Fiscalía de la Nación apunta a que las joyas de Boluarte serían obsequios de lujo entregados a la mandataria por diferentes líderes políticos y económicos con el fin de obtener beneficios en inversiones y obras públicas. Está bajo la mira el gobernador regional de Ayacucho, Wilfredo Osccorima, aliado de la mandataria peruana y quien se ha visto beneficiado con obras para su región por más de 50 millones de dólares.