Xi y Trump hablan

¿Puede Taiwán confiar en Trump tras el giro de EEUU hacia Ucrania?

Los presidentes de China y de EEUU hablan por teléfono sobre la "reunificación" de la isla, que según Xi es innegociable

October 30, 2025, Busan, South Korea: U.S. President Donald Trump, left, greets Chinese President Xi Jinping, right, before a bilateral meeting at Gimhae Air Base, October 30, 2025, in Busan, South Korea. Europa Press/Contacto/Daniel Torok/White House 30/10/2025 ONLY FOR USE IN SPAIN
Trump espera que la reunión con Xi lleve a "paz y éxito eternos"CONTACTO vía Europa PressEuropa Press

El presidente chino Xi Jinping y su homólogo estadounidense Donald Trump mantuvieron esta noche una insólita conversación telefónica no prevista en la agenda en la que se habló de los temas más espinosos para Washington y Pekín. La charla entre los dos hombres más poderosos del planeta volvió a situar a Taiwán en el centro de las tensiones geopolíticas, confirmando que la isla sigue siendo el tema más sensible y determinante de la relación bilateral.

Tras la conversación entre ambos algunos se preguntan si la posición de Estados Unidos sobre la isla sigue siendo la misma o en un futuro comenzará a bascular hacia el lado de Pekín, usando a Taiwán como "ficha de negociación" con Pekín. Se cita como precedente el insólito apoyo que Trump ha mostrado hacia los argumentos de Vladimir Putin en la guerra con Ucrania, que se ha sustanciado en un plan de paz de 28 puntos -ahora en negociación- en el que se recogen la mayoría de las exigencias de Moscú y ninguna de Kiev.

Analistas chinos interpretan la llamada como una victoria diplomática para Pekín, especialmente en medio de su disputa con Japón. Señalan que el hecho de que Trump no mencionara Taiwán en su mensaje público en las redes sociales refuerza la idea de que hay un entendimiento implícito. Richard Bush, del Brookings Institute, señala en "The Washington Post" que es probable que Xi haya aprovechado la oportunidad para enmarcar su posición histórica y conectar el tema de Taiwán con la Segunda Guerra Mundial. Este analista político cree que la "ambigüedad estratégica" que tradicionalmente ha apoyado EEUU con respecto a Taiwán puede cobrar otro sentido con Trump. El presidente republicano mantiene con Pekín la política más hostil que se recuerda en décadas, pero estas hostilidades (guerra arancelaria) no se traducen de forma consistente en un respaldo claro y firme a la defensa de Taiwán.

Estos fueron los puntos más importantes de la conversación telefónica entre ambos líderes, y la reacción de Taiwán.

1. Xi Jinping reafirma que la “reunificación” con Taiwán es innegociable

Xi subrayó que la devolución de Taiwán a China forma "parte integral del orden internacional establecido tras la Segunda Guerra Mundial", una narrativa con la que Pekín busca legitimar su reivindicación territorial. Según el Ministerio de Asuntos Exteriores chino, el líder afirmó que China y EEUU "combatieron juntos al fascismo y militarismo", por lo que ambos deben ahora defender ese legado, situando el tema de Taiwán como un asunto histórico y de seguridad nacional.

El énfasis en este argumento coincide con un momento de fricción diplomática: Japón ha insinuado que podría intervenir militarmente si China atacara Taiwán, un posicionamiento que Pekín considera una provocación directa. Expertos citados por medios chinos interpretan esta reaparición del tema en la agenda bilateral como una respuesta a movimientos externos que China percibe como amenazas a su integridad territorial.

Desde Taipéi, la respuesta fue inmediata: el primer ministro Cho Jung-tai reiteró que Taiwán es un país soberano e independiente y que "volver" a China no es una opción para sus 23 millones de ciudadanos.

2. Trump reconoce la sensibilidad del tema para China

Durante la llamada, Trump declaró que EEUU "entiende lo importante que es la cuestión de Taiwán para China", un gesto diplomático que sugiere intención de suavizar tensiones. Sin embargo, en su publicación en Truth Social, el presidente estadounidense omitió el tema, optando por destacar únicamente las "relaciones extremadamente fuertes" entre ambos países.

La diferencia entre lo abordado a puerta cerrada y lo comunicado públicamente revela la complejidad del equilibrio estadounidense: Washington no reconoce formalmente la independencia de Taiwán, pero sigue siendo su principal proveedor de armas y socio internacional más relevante.

Medios y analistas chinos interpretan este reconocimiento privado por parte de Trump como un intento de construir ejes para evitar una escalada entre potencias, especialmente en un momento en que las tensiones regionales aumentan por los movimientos de Japón y otros actores del Indo-Pacífico

3. Estabilidad cautelosa y cooperación selectiva

Aunque Taiwán dominó la llamada, la conversación también abordó la implementación del acuerdo alcanzado en su reciente encuentro en Busan, donde ambas potencias pactaron medidas para aliviar la guerra comercial. Xi destacó que las relaciones han seguido “una trayectoria estable y positiva” desde octubre, mientras Trump subrayó el “significativo progreso” logrado.

El diálogo incluyó además la guerra en Ucrania: Xi insistió en que China respalda esfuerzos diplomáticos que conduzcan a una paz “justa, duradera y legalmente vinculante”.

Expertos chinos citados por los medios estatales remarcan que las interacciones frecuentes entre los líderes -dos llamadas en un mes- son esenciales para evitar errores estratégicos y gestionar una competencia cada vez más compleja. En ese marco, la cuestión de Taiwán aparece como el principal punto de fricción, pero también como un indicador clave para medir la estabilidad o volatilidad futura de la relación.

4. La respuesta de Taiwán a Pekín

La portavoz presidencial de Taiwán, Karen Kuo, denunció este martes la "narrativa falsa" de China en torno al estatus político de Taiwán, en respuesta a las declaraciones del mandatario chino. "La narrativa falsa de la parte china no puede cambiar el hecho de que la República de China (nombre oficial de Taiwán) y la República Popular China no están subordinadas entre sí", subrayó la vocera en un comunicado.

Además, el presidente de Taiwán, William Lai, reafirmó su intención de construir un "sistema de defensa aérea en capas" para dotar de "mayor profundidad y resiliencia" a la defensa de la isla, en medio de la creciente presión diplomática, mediática y militar de China sobre este territorio. En una ceremonia de ascenso de oficiales celebrada en el Palacio Presidencial de Taipéi, Lai recordó que las Fuerzas Armadas han incorporado en los últimos años "equipamientos avanzados", como los tanques M1A2T y el sistema de lanzacohetes múltiple HIMARS, ambos de fabricación estadounidense.

"En el futuro también se incorporarán nuevas capacidades, como diversos tipos de plataformas de reconocimiento y vehículos no tripulados", aseveró el mandatario, según un comunicado de la Oficina Presidencial. Lai, tachado de "independentista" y "alborotador" por las autoridades de Pekín, anunció el desarrollo del 'T-Dome' el pasado 10 de octubre, durante la conmemoración del Día Nacional taiwanés.

Según los expertos en asuntos militares, este sistema está inspirado en el 'Iron Dome' (Cúpula de Hierro) de Israel y en el 'Golden Dome' (Cúpula Dorada) propuesto por Estados Unidos, y permitiría a la isla protegerse de misiles, aviones de combate y drones en distintas altitudes.