Trump vs Stormy Daniels
Quién es Alvin Bragg: el fiscal que ha hecho historia en EE UU
El primer fiscal negro de Manhattan será siempre recordado por haber conseguido que un expresidente enfrente cargos penales en Estados Unidos
Alvin Bragg será recordado por ser el primer fiscal de Estados Unidos que ha conseguido que un expresidente enfrente cargos penales en este país. También pasará a la historia como el primer fiscal negro de Manhattan y nadie olvidará que ni siquiera las amenazas que está recibiendo en los últimos días tras decidir ir contra Donald Trump, han conseguido que se amedrente. En poco más de 16 meses, que es el tiempo que hace que se puso al frente de la oficina pública, Alvin Bragg ha conseguido que medio mundo sepa quién es.
Y eso que su llegada a la fiscalía de Manhattan no fue precisamente fácil. Alvin Bragg, un discreto demócrata de 49 años, ocupó su asiento en enero de 2022, después de ganar las elecciones en noviembre de 2021 frente al republicano Thomas Kennif y tras postularse como candidato progresista. En un lugar como Nueva York, ésta es una figura política clave porque a menudo los casos afectan a personas famosas e influyentes. Pero Bragg lo tenía claro, su plan era buscar alternativas al encarcelamiento y aumentar el procesamiento de delitos financieros de cuello blanco. Con esta estrategia, el funcionario se creó muchos enemigos nada más llegar. Su anuncio de que ya no procesaría delitos menores como evasión de tarifas y resistencia al arresto no gustó nada. Nacido en 1973 en el barrio neoyorquino de Harlem, Bragg vivió de cerca la agresividad de la Policía durante su adolescencia y la experiencia le sirvió para dar forma a su ideal de justicia.
Su plan también provocó una ola de rechazo entre los agentes policiales de Manhattan y los pequeños y medianos empresarios que vieron impotentes como los ladrones salían de la comisaría tan rápido como entraban, o en muchos casos, cómo los agentes ni siquiera se molestaban en detenerlos porque aseguraban que ¨no servía para nada¨. Un mes después de ocupar el cargo, tuvo que actualizar su plan para calmar a una sociedad que solo veía cómo el crimen que les afecta directamente quedaba cada vez más impune. Alvin Bragg no es un hombre orgulloso, y en un correo electrónico a su personal dijo que su método "había sido una fuente de confusión, en lugar de claridad" e hizo hincapié en que dependía de los propios fiscales de cada oficina establecer la mejor manera de manejar cada caso. "Los contrataron por su buen juicio, y quiero que use ese juicio, y experiencia, en todos los casos", aseguraba.
El fiscal modificó su plan y dijo que los robos que incluyeran el uso de armas, incluso si eran falsas, sería considerados delitos graves e insistió en que no toleraría la violencia contra los agentes del orden. Poco a poco se ha ido ganando el apoyo de los neoyorquinos, pero nada como su empeño y resistencia en el caso Trump versus Stormy Daniels para conseguirlo del todo. Además, entre sus logros está también haber representado en 2014 a la madre y la hermana de Eric Garner en una demanda contra la ciudad por la muerte por estrangulamiento del joven Garner a manos de un agente policial.
Bragg, que se educó en la reconocida Universidad de Harvard y trabajó un tiempo para el fiscal general de Nueva York y el Distrito Sur de la Gran Manzana, se empeñó en seguir con el caso del expresidente Donald Trump que había iniciado su antecesor en el cargo, Cyrus Vance, en 2018. Hace un año la investigación estaba casi cerrada pero los dos líderes al frente de ella renunciaron a su puesto porque el nuevo fiscal del distrito, Alvin Bragg, no quería acusar a Trump todavía.
Las pesquisas del trabajo hecho se centraban solo en el caso de Stormy Daniels, y Bragg había adelantado trabajo ya en otras investigaciones en las que la Organización Trump evadía impuestos mediante la falsificación de registros comerciales, intuía que podían presentar un caso más fuerte. Y así ha sido. Cuando lo tuvo todo claro y todo atado, formó un gran jurado para que le ayudara a demostrar que había indicios de delito suficientes para arrancar un proceso judicial.
Pocos le apoyaron en su decisión, y hay medios que incluso dudaron que estuviera realmente recopilando más pruebas y testimonios. "A menos que sean grandes jugadores de póquer", dijo Bragg a "The New York Times" en una entrevista a principios de abril del 2022, "no saben lo que estamos haciendo". El fiscal había vuelto al punto inicial de la investigación heredada y estaba analizando meticulosamente cada evidencia. Su tenacidad acaba de dar frutos.
Alvin Bragg ha ganado el primer asalto importante, pero la guerra se augura larga y tediosa. Conseguir una acusación ha sido una cosa, pero ganar una condena no será fácil. Hay expertos que apuntan a que la investigación es una de las más débiles que enfrenta Donald Trump, pero lo que está claro es que, de momento, es la única por la que se le abrirá el martes una ficha policial, se le fotografiará, y se le dirá eso de: "Tiene derecho a permanecer en silencio…" que hemos visto tantas veces en las películas americanas, pero esta vez será más real que nunca.
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