Refugiados

Reino Unido alojará a los solicitantes de asilo en antiguas bases militares y no en hoteles

"No se debe elevar su bienestar frente a los británicos", defiende el secretario de Inmigración

El primer ministro británico, Rishi Sunak
El primer ministro británico, Rishi SunakTAYFUN SALCI / ZUMA PRESS / CONTACTOPHOTOTAYFUN SALCI / ZUMA PRESS / CONT

El Gobierno británico ha presentado este miércoles un polémico plan para alojar a "varios miles" de solicitantes de asilo en antiguas bases militares de Reino Unido en lugar de hoteles como ocurre ahora. Así lo ha anunciado el secretario de Estado británico de Inmigración, Robert Jenrick, en una declaración ante la Cámara de los Comunes, donde ha revelado que "continúa explorando la posibilidad" de recurrir también a embarcaciones como lugares de alojamiento temporal para migrantes que acceden al país de manera irregular cruzando el Canal de la Mancha en pateras. Estas barcazas -que se suele utilizar para proyectos de construcción en alta mar- cuentan con las instalaciones básicas. No está claro cómo se tratarían asuntos como la seguridad de las personas a bordo, aunque una fuente del Gobierno aseguró a The Times: “Es una pelea que estamos preparados para tener”.

En su intervención, Jenrick argumentó que "no se debe elevar el bienestar de migrantes ilegales por encima del de los británicos" al tiempo que recordó que "el enorme número de pateras ha sobrepasado" el sistema de asilo del país "y obligado al Gobierno a ubicar a los solicitantes de asilo en hoteles". "Estos hoteles toman activos valiosos de las comunidades y ejercen presiones en los servicios públicos locales", dijo.

Con estas medidas el Gobierno intenta rebajar el actual gasto de 6,2 millones de libras (7,04 millones de euros) diarios que invierte en alojar a inmigrantes ilegales en hoteles del país.

La inmigración es una de las grandes preocupaciones para los votantes conservadores. De cara a las elecciones generales previstas para el próximo año, el Ejecutivo está presentando grandes medidas al respecto. Pero todas ellas están envueltas en polémica.

La propia ministra de Interior, Suella Braverman, ha reconocido que existe el riesgo de que la nueva normativa que están preparando sobre asilo pueda ser incompatible con la Ley de Derechos Humanos. El objetivo es prohibir a todos aquellos que lleguen por rutas irregulares poder reclamar asilo, mandándoles de nuevo a sus países de origen, Ruanda u otro “destino seguro” y vetándoles de por vida la entrada a Reino Unido o la posibilidad de reclamar la ciudadanía británica. Los únicos que estarán exentos serán los menores de 18 años y las personas enfermas.

El pragmatismo y la moderación habían sido los pilares sobre los que Rishi Sunak había construido su mandato desde que se mudó a Downing Street el otoño pasado. Sin embargo, en materia de inmigración está dispuesto a imponer una doctrina incluso aún más dura que la de sus predecesores ante la gran crisis que se vive en el Canal de la Mancha. El año pasado, más de 45.000 personas llegaron a las costas británicas por esta vía frente a los 280 que lo hicieron en 2018, fecha en la que comenzaron los registros.

Comparado con otros países europeos, podría parecer una cifra no desmesurada. En España, sin ir más lejos, en 2018 el número de personas que alcanzaron el territorio nacional de manera irregular fue de un récord de 64.300. Pero el problema en el Reino Unido es que son cifras cargadas de simbolismo político. La gran promesa del Brexit fue precisamente la de “recuperar el control de las fronteras”, por lo que las imágenes de las pequeñas embarcaciones llegando a las playas suponen una auténtica humillación para los `tories´. El 87% del electorado considera que el Gobierno no está gestionando bien la situación. De ahí que, a un año para las elecciones generales, Sunak apueste ahora por planes drásticos.