Armamento
El supermisil modificado por Ucrania que derribó el mejor sistema de defensa ruso
Ucrania asegura que ha desarrollado un nuevo proyectil y los expertos creen que se trata de una modificación del misil antibuque Neptune
Ucrania no puede usar misiles enviados por países occidentales para atacar Rusia, pero no se descarta que pueda utilizar armas de producción local modificadas con tecnología de aliados para defenderse ante el enemigo. En los últimos días funcionarios ucranianos han revelado que la industria militar nacional ha modificado el misil de crucero antibuque Neptune, el mismo que hundió el barco ruso Moskva en el Mar Negro, para atacar el poderoso sistema de defensa aérea ruso S-400. El S-400 está considerado uno de los más potentes sistemas de defensas aéreos del mundo. Además de Rusia, China y Turquía operan actualmente esta tecnología mientras que la India está en proceso de ponerlos en funcionamiento.
El pasado 23 de agosto, Kiev disparó un proyectil de estas características sobre Crimea y destruyó el citado sistema ruso, valorado en 200 millones de dólares. Una versión inicial es que Kiev había utilizado un misil Storm Shadow suministrado por Reino Unido y Francia para llevar a cabo el ataque en el noroeste de la península Crimea. Pero ahora parece cada vez más claro que Ucrania desplegó un nuevo y sofisticado misil de crucero.
Oleksiy Danilov, secretario del Consejo de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, declaró días después al ataque sobre Crimea que un nuevo misil ucraniano fue el responsable de la destrucción del S-400 si bien no especificó exactamente qué arma se utilizó. La semana pasada, el Ministerio de Defensa ruso afirmó por primera vez que había derribado un misil antibuque ucraniano Neptune. El periodista Yuriy Butusov, editor jefe del sitio web Censor.NET, ha asegurado que su país ha convertido el Neptune en un arma de ataque terrestre.
Los misiles modificados por Ucrania serían variantes de ataque terrestre del misil Neptune. Una de las claves para convertir al Neptune en un arma de ataque terrestre es la incorporación de un nuevo sistema de guía GPS, un paso que ya se habría conseguido, según publica TheWarZone, donde se explica que Rusia tiene sistemas de guerra electrónica construidos específicamente para contrarrestar misiles de crucero interfiriendo la señal localizada del GPS.
El misil R-360 Neptune, una de las armas más modernas desarrollada por la industria militar ucraniana, está basado en el misil de crucero soviético Kh-35. La plataforma transportada USPU-360 va instalada en un camión y está formada por cuatro misiles, un camión añadido para recargar la munición y un vehículo de comando. Cuenta asimismo con un sistema de guiado por inerciales y una autonomía capaz de alcanzar los 300 kilómetros.
El Neptune modificado tendría un alcance de unos 400 km y una carga útil de unos 350 kilos, según afirmaron fuentes ucranianas citadas por este medio. De ser así, lo convertiría en el misil o cohete de ataque terrestre de mayor alcance y mayor impacto construido por Ucrania.
El Neptune fue presentado en la exposición Armas y seguridad de Kiev, en 2015, y se probó en vuelo por primera vez un año después
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