Taiwán anuncia una gigantesca inversión para fabricar siete submarinos mejorados tipo Narwhal

El Ministerio de Defensa Nacional (MDN) de Taiwán pretende invertir 284.000 millones de dólares taiwaneses (unos 8.750 millones de dólares) en la construcción de siete nuevos submarinos, informó este domingo el Taipei Times. Según una fuente anónima citada por este medio, los submarinos utilizarían un diseño mejorado del prototipo ‘Narwhal’ (‘Hai Kun’), el primer submarino de producción nacional de Taiwán, que todavía está pasando la fase de pruebas de aceptación en puerto (HAT).

Los nuevos sumergibles se construirían en lotes de tres, dos y dos, con un intervalo de dieciocho meses entre cada uno para introducir nuevas mejoras en el siguiente lote, de acuerdo a la fuente. En este sentido, y siempre y cuando las pruebas del ‘Narwhal’ se desarrollen según lo previsto, el primero de los nuevos submarinos entraría en producción en 2026 y el segundo en 2027.

Estos vehículos estarán diseñados para transportar torpedos pesados y misiles antibuque Harpoon, al contrario que el ‘Narwhal’, que solo puede disparar torpedos pesados, y contarán con sistemas de combate mejorados, indicó la fuente.

Según el Taipei Times, el proyecto, que cuenta con el visto bueno de funcionarios de alto nivel, estará incluido en la propuesta de presupuesto del Ministerio de Defensa para el próximo año, que será presentada formalmente al Yuan Ejecutivo (Gobierno) a principios de agosto. Posteriormente, el Gobierno enviará su presupuesto general al Yuan Legislativo -de mayoría opositora- para su revisión a finales de ese mismo mes.

En cualquier caso, el ministro de Defensa taiwanés, Wellington Koo, aclaró este sábado que los fondos para los siete nuevos submarinos solo se ejecutarían cuando el ‘Narwhal’ finalice con éxito sus pruebas en el puerto y en el mar (SAT).

El año pasado, el Ejecutivo del soberanista Partido Democrático Progresista (PDP) decidió incrementar el presupuesto de defensa hasta un récord de 600.700 millones de dólares taiwaneses (18.535 millones de dólares estadounidenses) debido a la creciente presión militar de China, que considera a la isla como una “provincia rebelde”.