Crece la preocupación por el destino de los habitantes de la orilla oriental del Dnipro con miles potencialmente atrapados en los techos de sus casas mientras se ven pocas señales de un esfuerzo de rescate coordinado por parte de las autoridades rusas de ocupación.

Cientos de miles de personas se han quedado sin acceso normal al agua potable. Hasta 40.000 podrían necesitar evacuación a medida que continúan las inundaciones en las áreas al sur de la represa Kajovka, que probablemente fue destruida por Rusia el martes en un intento de interrumpir los preparativos para la contraofensiva ucraniana.

Más de 1.800 edificios residenciales se han inundado en la ciudad de Jerson y docenas de localidades se han visto afectadas, tanto en partes de la región controladas por Ucrania como por Rusia. Casi 2 mil residentes han sido evacuados del distrito “Ísla” más afectado con el agua llegando a los techos de las casas de uno y dos pisos. Dos policías resultaron heridos mientras los rusos continuaban bombardeando el área.

Los voluntarios y las autoridades locales han empleado botes y vehículos especiales para rescatar a las personas y animales atrapados por el agua. La situación se complica por el hecho de que muchos de los habitantes del distrito, bombardeado por Rusia durante meses, son ancianos y enfermos. Sin embargo, hasta el momento no se han reportado víctimas en la ciudad de Jersón u otras aldeas en el territorio controlado por Ucrania en la orilla occidental del Dniéper.

La situación al otro lado del río es más complicada. Miles de mensajes han inundado las redes sociales ucranians mientras potencialmente cientos de personas, muchas de las cuales son ancianos, permanecen atrapadas en los áticos y en los techos de sus casas durante más de un día.

“Por favor, ayude a evacuar a 3 personas, 2 jubilados y su hijo. Por la mañana estaban en el segundo piso del edificio, ahora no hay comunicación, el primer piso estaba completamente inundado”, lee uno de ellos en el grupo de autoayuda de evacuación en Oleshky.

“Dos abuelas llevan más de 24 horas en la azotea. El agua está a solo un metro de ellos y sigue subiendo. ¿Quién puede ayudar a recogerlos?”, lee otro.

La situación se complica por el hecho, reportado por los vecinos, de que las tropas rusas habían confiscado muchos barcos privados en los meses anteriores. Los propios rusos no han participado en el rescate y supuestamente impidieron que los voluntarios acudieran a ayudar durante la noche debido al toque de queda, según algunos informes.

El ministro del Interior de Ucrania, Igor Klymenko, indicó que se estaban buscando formas de "evacuar a nuestros ciudadanos que se encuentran en la margen izquierda del Dnipro, a los rusos abandonaron a su suerte". Las imágenes de un dron que arroja una botella de agua a la pareja, atrapada en la casa sumergida en agua, aparecieron en la cuenta del ministerio de defensa de Ucrania.

El gobernador de Jerson instalado por Rusia, Vladimir Saldo, trató de calmar a los vecinos, afirmando que “la vida continuaba normalmente” en Nova Kajovka, una ciudad de unos 45.000 habitantes. Mientras decía eso, los niveles del agua continuaron aumentando con el centro y cientos de edificios parcialmente sumergidos en la ciudad. Las autoridades rusas sugirieron que 7 personas estaban desaparecidas y una podría haberse ahogado.

“Por favor, muéstrele al mundo lo que han hecho los rusos”, pidió Emilia Jutkovska, quien tuvo que huir del Jersón ocupado a Leópolis, mientras seguía con ansiedad las noticias de su región.

Los científicos ucranianos predicen que la mayoría de los organismos vivos que habitaban el embalse de Kajovka ya han muerto o morirán en los próximos días, siendo los peces y los animales pequeños los más afectados. Según el Ministerio de Política Agraria y Alimentación, grandes áreas de tierra agrícola se inundarán. El daño al sistema de riego, que se origina en el embalse de Kajovka, puede disminuir el potencial agrícola de Ucrania en un 14 %. "La destrucción de la presa puede convertir vastas áreas en el sur de Ucrania en desiertos el próximo año", enfatizó el ministerio.

Las fuerzas rusas volaron deliberadamente la presa Kajovka siguiendo instrucciones del Kremlin, está convencido el secretario del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional de Ucrania, Oleksiy Danilov. “El comando de este acto terrorista provino del Kremlin, de la oficina de Putin. Tales instrucciones no podrían darse en ningún otro nivel”, aseguró.

Algunos funcionarios y analistas ucranianos, como el ministro de Relaciones Exteriores, Dmytro Kuleba, han expresado su frustración por lo que ven como la reacción no lo suficientemente fuerte e inequívoca del mundo a la destrucción de la represa. Pidiendo una condena más fuerte, algunos advierten que Rusia pueda ser alentada por una débil reacción a causar un accidente similar en la central nuclear de Zaporiyia.

Los efectos de las inundaciones en la contraofensiva siguen sin estar claros, ya que la región de Donetsk siguió siendo el epicentro de los combates. Oleksiy Danilov asegura que Ucrania aún no ha lanzado una contraofensiva, explicando que su inicio será obvio para todos. “Cuando empecemos una contraofensiva, todos lo sabrán”, dijo a Reuters.

Mientras tanto, las fuerzas ucranianas han continuado “avanzando en los flancos” cerca de Bajmut, informó el miércoles uno de los principales comandantes militares de Ucrania, Oleksandr Syrskyi.

Según el Ministerio de Defensa, las tropas ucranianas lograron avanzar hasta un kilómetro en el área. Rusia ha estado tratando de fortalecer su grupo de fuerzas allí mediante el envío de reservas, mientras que la mayoría de los mercenarios Wagner ya han abandonado la ciudad.

La rotación de las fuerzas rusas fue uno de los factores que permitió los avances ucranianos en el área, reveló un portavoz del ejército Sergiy Cherevatyi. Agregó que Ucrania continúa apuntando a los puntos de mando rusos y los almacenamientos de municiones en un intento de debilitar sus fuerzas. Rusia intenta atacar cerca de Bajmut y otras áreas mientras compite por la iniciativa con Ucrania. El Ejército ucraniano supuestamente mató a 880 soldados rusos y destruyó 13 tanques enemigos en las 24 horas anteriores.