
EE UU
Trump advierte de sanciones a Rusia tras estar “muy molesto y furioso” con Putin
El presidente estadounidense ha implorado al líder del Kremlin "que haga lo correcto" durante una entrevista con NBC News

En las últimas horas, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump arremetió contra su homólogo ruso, Vladimir Putin advirtiendo estar "muy molesto" y "furioso" por sus críticas al presidente ucraniano Volodímir Zelenski. La reacción del mandatario estadounidense, junto con amenazas de imponer aranceles masivos al petróleo ruso, han sacudido la diplomacia global en el más reciente incidente que involucra el plan de la Casa Blanca para terminar con la guerra contra los ucranianos que inició hace más de tres años.
La molestia de Trump viene de un comentario de Putin, quien pidió el viernes un gobierno de transición en Ucrania, lo que efectivamente dejaría a Zelenski fuera del poder. Estas declaraciones no cayeron bien en Trump. "Eso no va en la dirección correcta", expresó furioso en una entrevista telefónica con NBC News.
Aunque Trump anteriormente había expresado frustración con Zelenski, incluso llamándolo un "dictador", ahora parece estar marcando una línea frente a la interferencia rusa. En respuesta, el republicano detalló una agresiva medida económica: un arancel del 25% a todo el petróleo ruso, que podría aumentar al 50%. "Eso significaría que, si compras petróleo de Rusia, no puedes hacer negocios en Estados Unidos", afirmó.
Su advertencia llega después de un reciente acuerdo de alto el fuego parcial entre Rusia y Ucrania, que permite la navegación segura en el Mar Negro y detiene los ataques a instalaciones energéticas. Sin embargo, Trump sugirió que si Putin no toma las medidas adecuadas, las sanciones llegarán rápidamente.
Trump y Putin hablarán esta semana
"Putin sabe que estoy enojado, pero el enojo desaparece rápido... si hace lo correcto", añadió Trump, insinuando una conversación de alto nivel entre ambos líderes esta semana.
Las medidas de Estados Unidos podrían coincidir con otras adoptadas por la Unión Europea, que ha impuesto un embargo a los envíos marítimos de petróleo ruso tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Putin, aunque varios países miembros de la UE, incluidos Hungría y Eslovaquia, continúan comprándolo a través de oleoductos.
Mientras tanto, otros aliados de la OTAN como Turquía, así como países como China e India, han aumentado sus compras de crudo ruso. La gasolina, el diésel y el combustible para aviones refinados a partir de petróleo ruso en terceros países luego se venden en todo el mundo, incluyendo en EE. UU. y Europa.
Sea cual sea el escenario final, esta última intervención de Trump contradice las recientes conversaciones sobre un posible deshielo en las relaciones entre Rusia y EE. UU., luego de que la Casa Blanca indicara que estaba dispuesta a ayudar a aliviar las sanciones sobre Moscú.
"Queda mucho trabajo por hacer"
Los países europeos han reaccionado con furia ante la idea de volver a comprar combustibles fósiles rusos sin una paz duradera y completa, y sin justicia para los ucranianos. Ya a principios de esta semana, el secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, había minimizado las posibilidades de un diálogo de alto nivel para poner fin a la guerra, diciendo que “aún queda mucho trabajo por hacer” y que “creo que primero hay que avanzar más a nivel técnico”.
En ese nivel técnico está el reto porque el presidente ruso y sus aliados han pedido la desmilitarización de Ucrania, han insistido en que la presencia de tropas occidentales como fuerzas de paz sería inaceptable y han exigido la anexión total de cuatro regiones ucranianas, tres de las cuales solo ocupan parcialmente.
Mientras tanto, la guerra sigue cobrando vidas. Dos personas murieron y 25 resultaron heridas en los alrededores de Járkiv, la segunda ciudad más importante de Ucrania, durante ataques rusos la noche del sábado y la mañana del domingo. Un hospital militar que atendía a los heridos también fue alcanzado. El Estado Mayor General de Ucrania denunció lo que calificó como un “bombardeo deliberado y dirigido”, un raro reconocimiento de bajas militares.
La intervención de Trump llega tras una semana difícil para la Casa Blanca, cuando altos funcionarios de la administración fueron criticados por discutir planes para bombardear a los rebeldes hutíes en Yemen a través de la aplicación de mensajería Signal, la cual no está autorizada por el Pentágono.
La discusión altamente sensible, que incluía planes de bombardeo, se filtró porque un periodista de la revista The Atlantic fue agregado por error al chat por Mike Waltz, el asesor de seguridad nacional de EE. UU.
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