Estados Unidos
Trump, en su primera comparecencia tras ser declarado culpable: «El pueblo sabe que fue un juicio amañado»
El expresidente evoca su condición de favorito en las elecciones para atacar a la Justicia y anuncia que apelará el veredicto en su contra
El equipo de Donald Trump ya prepara un recurso para un fallo único en la historia de Estados Unidos, el primero que condena penalmente a un expresidente. La defensa tiene 30 días para presentar un aviso de apelación ante el tribunal y seis meses para recurrir el fallo. Mientras tanto, el juez al frente de la causa, Juan Merchán, se prepara para dictar sentencia el próximo 11 de julio, cuatro días antes de que Trump sea nombrado oficialmente candidato presidencial en la Convención republicana que se celebrará el Milwaukee la semana del 15 de julio. El magistrado tiene varias opciones, desde decretar la libertad condicional, hasta imponer una multa o pena de prisión de hasta cuatro años de cárcel, o castigar al expresidente con servicios comunitarios.
Trump se refugió las horas siguientes al veredicto en su ático de la Quinta Avenida, a donde también llegaron Melania Trump y Barron, el hijo menor de ambos, el jueves por la mañana. La ex primera dama no ha pasado por la corte ningún día y tampoco acompañó a su marido a una cena privada de recaudación de fondos este jueves.
El viernes, una multitud de curiosos se agolpaban a las puertas de su edificio esperando poder ver al exmandatario para mostrarle su apoyo. Trump había convocado a los medios de comunicación a media mañana y en rueda de prensa dijo que apelará el veredicto en su contra y aseguró que su equipo de abogados tiene numerosos elementos para cuestionarlo. «Fue muy injusto... vieron lo que le ocurrió a algunos de los testigos de nuestro lado. Literalmente los crucificaron», afirmó en una intervención en la Torre Trump de Manhattan. «Vamos a apelar esta estafa... basándonos en diferentes elementos», afirmó el magnate, que aspira a volver a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre como candidato republicano. En el podio, donde ofreció una rueda de prensa, lanzó durante 35 minutos una retahíla de insultos, alegaciones no confirmadas y sinsentidos, reflejo de su evidente ira. Tras referirse a sus adversarios como «enfermos» y «fascistas», se fue sin dejar lugar a preguntas.
Desde que se conoció el veredicto el jueves a las 4:30 de la tarde, hora local (22:30 horas en España), las reacciones en la calle han sido de todo tipo. Alegría, enfado, frustración e incluso miedo ante lo que pueda seguir ahora. Las últimas encuestas apuntan a que la mayoría de sus votantes aseguraba que seguiría fiel al exmandatario, independientemente del veredicto, pero ahora que ha sido declarado culpable de 34 cargos criminales habrá que ver como se refleja ese sentimiento en las urnas, sobre todo en el lado más moderado del electorado, aquellos que no ven con buenos ojos el histrionismo y los continuos conflictos de un líder que lleva cualquier asunto al extremo, y que hasta ahora se habían refugiado en la capa de la candidata Nikki Haley.
Robert F. Kennedy, candidato que se postula de forma independiente, afirmó que la condena de Trump será un «tiro por la culata» para los demócratas porque reforzará la popularidad del republicano. Pero el analista político Keith Gaddie, profesor en la Texas Christian University, sostiene en France Press que el impacto político de este proceso histórico todavía está por verse. «Probablemente no cambie muchos votos, pero en algunos estados específicos donde el voto es bisagra», es decir que se inclina por uno o por otro candidato según la elección, «puede importar en los márgenes». «En contiendas particularmente ajustadas, puede inclinar las cosas en una o en otra dirección», añadió Gaddie.
Este veredicto deja al descubierto la marcada polarización que atraviesa el país con unas elecciones presidenciales inusuales a la vuelta de la esquina. Una situación que las campañas de ambos candidatos están monetizando. Nada más conocerse el fallo, Joe Biden publicó en la red social X que la única manera de alejar a Trump del Despacho Oval es a través de las urnas, y justo abajo recordaba el enlace de donaciones a sus seguidores. Por su parte, el equipo de campaña del expresidente aseguraba que su página web había estado bloqueada durante varias horas ante la avalancha de donaciones. En la mañana del viernes aseguraban que había doblado la recaudación habitual. Biden ha intentado esquivar los problemas judiciales de Trump para no dar munición a los republicanos que lo acusan de intervenir en el sistema judicial. Ahora tendrá que decidir si la condena de Trump cambia el juego.
Mismo estatus
Todo gracias a un mensaje que Trump lleva repitiendo desde el inicio del proceso, «este fue un juicio amañado y vergonzoso», «no hicimos nada malo, soy un hombre muy inocente», aseguraba el exmandatario ante los medios de comunicación. Legalmente este revés no cambia el estatus electoral de Trump, puede seguir siendo candidato y puede regresar a la Casa Blanca, así lo marca la Constitución estadounidense. No está, por tanto, impedido de continuar su campaña electoral, incluso en el improbable caso de que vaya a la cárcel.
Además del juicio en Nueva York, el expresidente enfrenta otros tres procesos penales con acusaciones más graves relacionadas a sus intentos de revertir los resultados de las elecciones que perdió ante Joe Biden en 2020 y por el manejo de documentos clasificados que se llevó a su casa tras dejar el Gobierno en 2021. Pero tampoco se espera que estos casos avancen a la fase de juicio antes de la elección en noviembre.
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