Internacional

Trump se acerca a Reagan para sortear la trama rusa

El Senado de EE UU otorga al presidente norteamericano un balón de oxígeno tras aprobar la mayor rebaja fiscal en 30 años, pero las conexiones del ex asesor de Seguridad con Moscú oscurecen el triunfo

El presidente abandona la Casa Blanca de camino a Nueva York para pasar el fin de semana
El presidente abandona la Casa Blanca de camino a Nueva York para pasar el fin de semanalarazon

El Senado de EE UU otorga al presidente norteamericano un balón de oxígeno tras aprobar la mayor rebaja fiscal en 30 años, pero las conexiones del ex asesor de Seguridad con Moscú oscurecen el triunfo.

Podía ser un día de celebración para el presidente norteamericano Donald Trump tras pasar su ambiciosa reforma fiscal en el Senado norteamericano pero la confesión de su ex consejero de Seguridad Nacional, Mike Flynn, de haber mentido al FBI en la trama rusa empañó la primera gran victoria legislativa del magnate inmobiliario en un año. El Senado de Estados Unidos aprobó ayer de madrugada la reforma fiscal impulsada por el 45º presidente norteamericano que supone la mayor bajada de impuestos de los últimos 30 años pero también un aumento importante del déficit presupuestario. La victoria se produce después del sonoro fracaso cosechado por los republicanos este verano en su intento de reemplazar la reforma sanitaria de su predecesor conocida como «Obamacare». El Senado está vez sí dio su luz verde a la rebaja fiscal del presidente con 51 votos a favor, todos de senadores republicanos, y 49 en contra. El senador Bob Corker fue el único representante conservador que se opuso al proyecto. La votación empezó pasado el mediodía, en concreto las 13:36 horas en EE UU (19:36 horas en España), y tras diez horas aproximadas de debate y cuatro de votación de enmiendas se logró sacar la norma adelante. El presidente Trump se queda así a un paso de su primer gran triunfo legislativo, ahora el Senado deberá fusionar el texto aprobado durante la madrugada de ayer con la Cámara Baja, que tiene su propia versión con algunas diferencias, antes de que el mandatario pueda promulgar su ansiada reforma fiscal. La ley que salga del proceso de negociación deberá someterse de nuevo a votación en ambas cámaras. Pero el horizonte aparece más despejado debido a la amplia mayoría de la que gozan los republicanos en la Cámara de Representantes. «Estamos un paso más cerca de garantizar recortes MASIVOS de impuestos a las familias trabajadoras. Gracias especiales al líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, y al presidente pro tempore, Orrin Hatch, por guiar esta enmienda. ¡Deseo firmar la ley definitiva antes de Navidad!», escribió Trump en su cuenta de Twitter.

La ambiciosa reforma fiscal que promueve Trump implica un aumento del déficit presupuestario de 1,5 billones de dólares en la próxima década que él considera fundamental para revitalizar la actividad económica y acelerar el crecimiento anual del país por encima del 3%. El nudo gordiano de la propuesta republicana consiste en una rebaja impositiva de 15 puntos a las empresas que pasan del 35% actual al 20%. El Senado pretende que entre en vigor en 2019, sin embargo, la Cámara Baja quiere que sea inmediata. Asimismo, también plantea simplificar los tramos de impuestos de la renta individual, al pasar de los siete actuales a cuatro: del 12%, del 25%, del 35% y del 39,6%. Aunque el proyecto prevé recortes de impuestos para familias e individuos, el Comité Conjunto de Impuestos del Congreso aseguró en su última estimación que tan solo el 44% de los estadounidenses verán una reducción anual de más de 500 dólares. Sin embargo, el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Paul Ryan, aseguró que la reforma ahorrará 1.182 dólares anuales a las familias promedio. Lo que supone una mayor capacidad de gasto o ahorro para las familias norteamericanas. La significativa rebaja de la presión fiscal a las empresas también pretende dinamizar la economía norteamericana y fomentar la contratación para lograr el pleno empleo. Con la aprobación de la reforma fiscal, los republicanos colaron una enmienda que elimina la obligatoriedad deadquirir un seguro médico en su afán de desmantelar el «Obamacare», que no se pusieron de acuerdo para derogar meses atrás. La rebaja impositiva promovida por Trump es la mayor desde la de 1986 del expresidente Ronald Reagan. En esa ocasión la reforma fue aprobada en la Cámara Baja por unanimidad y en el Senado con 97 votos a favor y 3 en contra. Con la reforma fiscal, los republicanos afrontan con mayor seguridad las elecciones legislativas de 2018 en las que se renueva parte de las dos cámaras. La cita en las urnas se convertirá en un plebiscito sobre la presidencia del magnate que hará valer la mayor bajada de impuestos, gran baza para sus electores, y por otro estará la investigación sobre la trama rusa. «Lo que se ha visto no es connivencia. No ha habido ninguna connivencia en absoluto, así que estamos muy contentos», reiteró ayer Trump como si el tema no fuera con él.