
EE UU
Una turista en EE UU pierde 21.000 dólares en facturas médicas después de que un murciélago se le metiera en la boca
El inesperado contacto con el animal obligó a la turista a recibir tratamiento urgente contra la rabia, acumulando una factura médica de cifras astronómicas tras visitar varios hospitales en distintos estados

Lo que comenzó como una apacible noche de fotografía astronómica en el Área Recreativa Nacional del Cañón Glen, en el estado de Arizona, terminó convirtiéndose en una experiencia traumática y médicamente compleja para Erica Kahn, una turista de 33 años originaria de Massachusetts. La joven, había viajado junto a su padre para explorar los paisajes del suroeste estadounidense y capturar imágenes del cielo estrellado en uno de los entornos más espectaculares del país. Lo que no imaginaba era que esa noche tranquila se transformaría en el inicio de una odisea médica que pondría a prueba tanto su salud como su estabilidad financiera.
Mientras ajustaba el enfoque de su cámara para capturar la vía láctea, acompañada por su padre, quien además es médico, un murciélago apareció de forma repentina, volando a baja altura. En cuestión de segundos, el pequeño animal se enredó entre su rostro y el equipo fotográfico, y en un giro surrealista, terminó introduciéndose parcialmente en su boca. El momento fue tan inesperado como aterrador. “Ahora sé a qué saben los murciélagos. Es un sabor terroso y dulce”, relató.
A pesar de que no se detectó ninguna mordedura visible, su padre, con conocimiento médico, no quiso correr riesgos. Le recomendó iniciar de inmediato el tratamiento preventivo contra la rabia, una enfermedad viral que, aunque poco común, puede ser mortal si no se trata antes de que aparezcan los primeros síntomas. Siguiendo ese consejo, Erica acudió a varios centros médicos en distintos estados, Arizona, Colorado y Massachusetts, para recibir el protocolo completo, que incluye una serie de vacunas y dosis de inmunoglobulina. En total, fue atendida en cuatro hospitales diferentes, lo que complicó aún más la gestión administrativa y financiera del tratamiento.
La verdadera sorpresa llegó semanas después, cuando Kahn recibió una factura médica por 20.749 dólares. El impacto económico se agravó por su situación laboral: había perdido recientemente su empleo en ingeniería biomédica y había cancelado su cobertura médica COBRA, que costaba 650 dólares mensuales. Al día siguiente del incidente, contrató una póliza privada en línea, pero esta incluía un período de espera de 30 días, lo que dejó sin cobertura el tratamiento urgente. “Me sentí tan impotente ante estas empresas”, declaró Kahn al medio KFF Health News.
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