Análisis

«Turquía deberá hacer frente a la inestabilidad económica y el debilitamiento de las instituciones»

Carole Woodall, profesora asociada de Historia Moderna de Oriente Próximo en la Universidad de Colorado, analiza las elecciones en Turquía y el legado de Erdoğan tras dos décadas en el poder

27 April 2023, North Rhine-Westphalia, Huerth: Ballots are available at the Turkish Consulate General for the parliamentary and presidential elections. Turks abroad can vote for the parliamentary and presidential election in Turkey until 9 May. Photo: Rolf Vennenbernd/dpa - ATTENTION: editorial use only and only if the credit mentioned above is referenced in full 27/04/2023 ONLY FOR USE IN SPAIN
Turquía.- Abren las urnas para las elecciones presidenciales y parlamentarias en TurquíaDPA vía Europa PressEuropa Press

El primer envite de las elecciones presidenciales y parlamentarias en Turquía dejó el panorama abierto para una definitiva segunda vuelta dentro de dos semanas en la que el actual presidente, Recep Tayyip Erdoğan, medirá fuerzas con el principal aspirante, el socialdemócrata Kemal Kiliçdaroğlu. En juego está el futuro del país euroasiático, que se debate entre dos modelos antagónicos. La profesora asociada de Historia Moderna de Oriente Próximo en la Universidad de Colorado, Carole Woodall, contesta a las preguntas de LA RAZÓN para comprender las claves de los comicios más decisivos de la historia moderna de Turquía.

¿Cuáles son los principales temas de la campaña?

Las elecciones son cruciales. Los retos a los que se enfrentan el país y la población incluyen la inestabilidad económica y la inflación galopante, el debilitamiento de las instituciones democráticas y el compromiso activo de las organizaciones de la sociedad civil por parte del presidente Erdoğan y su Partido de la Justicia y el Desarrollo. El Gobierno ha utilizado su posición para silenciar a las voces disidentes (académicos, estudiantes, filántropos, figuras políticas, personas asociadas al movimiento Hizmet, periodistas, artistas y activistas). Se ha restringido el acceso a la prensa y se han cerrado medios de comunicación. Varios órganos de gobierno se han visto comprometidos, entre ellos el poder judicial y las universidades. Una de las más prestigiosas de Turquía, la Universidad Boğaziçi, está siendo atacada desde enero de 2021, cuando se nombró a un nuevo rector por decreto presidencial. Este clima cultivado, que no permite la disidencia, habla de un giro a la baja del funcionamiento democrático. Los terremotos de febrero también pusieron de manifiesto las lagunas institucionales y urbanísticas, por no mencionar el increíble número de víctimas en una vasta región.

¿Por qué los kurdos podrían ser cruciales para derrocar a Erdoğan tras dos décadas gobernando el país?

La cuestión del papel que podría desempeñar la población kurda en un posible «derrocamiento» de Erdoğan es interesante y se desarrollará en unos días. En junio de 2015, el Partido Democrático de los Pueblos (HDP), prokurdo, obtuvo el 13% del voto popular gracias a la construcción de una coalición entre grupos progresistas y de izquierda. La respuesta represiva del gobierno comprometió las bases políticas e institucionales del HDP. Figuras destacadas han sido encarceladas, entre ellas el ex colíder del HDP Selahattin Demirtaş, preso político desde noviembre de 2016. En 2021, se inició una causa judicial para cerrar definitivamente el HDP e inhabilitar a muchas personalidades destacadas por sospechas de connivencia con el militante Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Sin embargo, el HDP no presenta ningún candidato y, desde el 28 de abril, apoya a Kemal Kiliçdaroğlu, que representa a la Alianza Nacional, formada por seis partidos. El estado de la economía ha erosionado el apoyo al Gobierno. Aunque Erdoğan ha conseguido el apoyo de un pequeño partido político kurdo, sigue habiendo competencia en los distritos electorales entre otros dos partidos kurdos: el Partido de la Izquierda Verde (YSP) y el Partido de los Trabajadores de Turquía (TIP). Los partidos de la oposición al AKP han criticado al Gobierno por su respuesta al terremoto y la realidad económica, al tiempo que han presentado una plataforma para reforzar las instituciones del Estado y una democracia parlamentaria. Si hay una alta participación, existe la probabilidad de que los resultados de las elecciones sean impugnados por los partidos de la Alianza Popular de Erdoğan. La Alianza del Trabajo y la Libertad, que agrupa a varios partidos socialistas, también podría impugnar las elecciones. Si ninguno de los candidatos obtiene más del 50% de los votos, habrá una segunda vuelta.

¿Cómo ha evolucionado la sociedad turca bajo el mandato de Erdoğan? ¿Es posible que el laicismo gane espacio en un futuro próximo?

Aunque el programa electoral del Partido de la Justicia y el Desarrollo de Erdoğan en 2002 declaraba que lideraría con una política de principios, en las últimas dos décadas se ha producido un fuerte viraje con respecto a esa posición. La creciente represión de la expresión pública y la libertad de expresión estuvo marcada por las protestas del Parque Gezi de 2013, un hito que demostró la política ciudadana. El cambio de un sistema constitucional a uno presidencial socavó las instituciones civiles y democráticas. El presidente nombra a jueces y rectores de universidades públicas y puede vetar leyes aprobadas por el Parlamento. Las elecciones generales de 2015, en las que el HDP obtuvo el 13% de los votos, fueron seguidas de toques de queda dirigidos al sureste del país, una región predominantemente kurda. Hubo una respuesta al toque de queda. El 11 de enero de 2016, el grupo Académicos por la Paz publicó una petición con 1.128 firmantes en Turquía, en la que se pedía al Gobierno que pusiera fin a la violencia estatal y preparara negociaciones con el movimiento político kurdo. Sin embargo, la petición fue instrumentalizada por el Gobierno para suspender a los académicos. Otras medidas tomadas por el Ejecutivo incluyeron investigaciones de universidades provinciales, redadas domiciliarias, encarcelamientos y breves detenciones de académicos. La represión de la disidencia y contra los firmantes de Académicos por la Paz continúa, y es sólo un ejemplo del debilitamiento de la sociedad civil. Aunque las encuestas indican que Erdoğan podría ser desbancado por un pequeño margen que deja a la oposición con una pequeña mayoría, podría no ser suficiente para realizar cambios constitucionales.

Ante el temor de no estar representados en el Parlamento, la mayoría de los partidos de izquierda han decidido pedir el voto para el centroizquierdista Kemal Kiliçdaroğlu, principal rival del actual presidente. ¿Qué posibilidades tiene de triunfar?

La Alianza del Trabajo y la Libertad del Partido Laborista de Turquía y el pro-kurdo Partido de la Izquierda Verde (YSP) apoyan a Kiliçdaroğlu. Aunque los sondeos sugieren una alta participación y que Kiliçdaroğlu podría aventajar ligeramente a Erdoğan, probablemente habrá una segunda vuelta. Un candidato necesita recibir más del 50% de los votos.