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Guerra en Ucrania

Ucrania presiona por un alto el fuego y el retorno de sus soldados y niños capturados en conversaciones con Rusia en Turquía

Se trata de la tercera vez que Kiev y Moscú se reúnen

Las delegaciones rusas y ucranianas se reúnen en Estambul TOLGA BOZOGLUEFE

Miles de pequeñas banderas, principalmente de Ucrania, pero también de otros países, cubren una parte significativa de la plaza de la Independencia en el corazón de Kyiv. Más allá de reflejar un fervor patriótico, esencial en tiempos de guerra, cada bandera representa a un soldado caído en la lucha contra la invasión rusa a gran escala, que se prolonga ya por casi 41 meses. La ciudad circundante sigue vibrante y llena de energía, imperturbable ante los casi diarios ataques con drones y misiles rusos, pero las banderas simbolizan el elevado costo necesario para contener al ejército invasor.

Mientras las delegaciones de Rusia y Ucrania se reunían, por tercera vez este año, en la ciudad turca de Estambul, las esperanzas de un avance eran escasas entre los habitantes de la capital ucraniana. "Lo que Rusia hace a diario, con sus drones y misiles atacando sin cesar, dice más que mil palabras sobre su verdadero deseo de paz", afirmó Olena, una traductora de 30 años, mientras contemplaba el memorial.

Un alto el fuego inmediato sigue siendo la prioridad de Ucrania, declaró el presidente Volodimir Zelenski el miércoles tras otro ataque masivo ruso que dejó a más de 220 mil residentes de la región noreste de Sumi sin electricidad. Rusia también ha mantenido una intensa presión en el frente, donde sus tropas lanzaron 167 asaltos en las 24 horas previas, especialmente cerca de la ciudad de Pokrovsk y otras zonas de la región de Donetsk, en el este de Ucrania.

Se esperaba que los representantes ucranianos insistieran en la necesidad de un alto el fuego inmediato y total, incluyendo el cese de los ataques a la infraestructura civil, comentó Zelenski mientras su delegación se preparaba para la reunión.

Al igual que en los dos encuentros anteriores en la ciudad turca, el 16 de mayo y el 2 de junio, la delegación ucraniana estuvo liderada por Rustem Umerov, exministro de Defensa y actual jefe del Consejo de Seguridad y Defensa Nacional del país. Vladimir Medinski, historiador y asesor de Vladimir Putin, fue su contraparte por tercera vez. Ambas delegaciones incluyeron a varios representantes militares y funcionarios estatales de nivel medio.

No se esperaba que la reunión lograra un avance significativo hacia la paz, con posibles excepciones en temas como el retorno de prisioneros de guerra ucranianos y los miles de niños deportados o separados de sus familias por Rusia. Ambos países retienen un número desconocido de soldados enemigos capturados, incluso después de que posiblemente cientos regresaran a sus hogares tras los intercambios acordados en las negociaciones previas en Turquía.

Ucrania también ha acusado a Rusia de retrasar deliberadamente el regreso de unos 18 mil niños ucranianos a sus familias o tutores legales en Ucrania y de someterlos a un proceso de rusificación, lo cual ha sido corroborado por múltiples testimonios de niños liberados y reportes de defensores de derechos humanos.

Ucrania busca reunión entre Putin y Zelenski

No obstante, fuentes de la oficina presidencial de Zelenski informaron a los medios locales que la delegación ucraniana intentaría sentar las bases para una posible reunión entre los líderes de los países en conflicto. Solo un encuentro de este tipo podría poner fin a la guerra, ha reiterado Zelenski en varias ocasiones, señalando que las delegaciones de bajo nivel no pueden superar las profundas diferencias entre las posiciones de Kyiv y Moscú, cuando todas las decisiones clave las toma una sola persona: Vladimir Putin.

Dmitri Peskov, portavoz de Putin, afirmó el miércoles que tal reunión podría considerarse un paso en la preparación de dichas conversaciones. Sin embargo, Moscú ha dejado claro que dicho encuentro carecería de sentido a menos que Zelenski y Ucrania acepten las demandas rusas.

Rusia ha rechazado, en múltiples ocasiones anteriores, un alto el fuego que Ucrania y sus socios internacionales consideran una condición indispensable para negociaciones de paz genuinas, argumentando que esto permitiría a Ucrania rearmarse y movilizar más soldados

La ausencia de sanciones contundentes contra Rusia en respuesta a su negativa solo la ha envalentonado, según analistas ucranianos, quienes señalan que Moscú probablemente no percibe como creíble la amenaza del presidente estadounidense Donald Trump de imponer sanciones "en 50 días". Rusia está dispuesta a participar en conversaciones o hacer concesiones mínimas en asuntos humanitarios, siempre que esto le ayude a evitar acciones más severas por parte de Estados Unidos y otros gobiernos.

"No habrá un avance real en las negociaciones con Rusia hasta que el Kremlin sienta sanciones poderosas y coerción militar", escribió el miércoles Myjailo Podoliak, asesor de Zelenski. Él sostiene que los socios internacionales de Ucrania comprenden esto y enfatiza que el enfoque está en incrementar la presión sobre Rusia mientras se amplían las capacidades de Ucrania para atacar instalaciones militares enemigas en su territorio.

Al participar en las negociaciones, Ucrania busca lograr al menos algo, como liberar a sus ciudadanos de la cautividad rusa, y demostrar a sus socios occidentales que es Moscú, y no Kyiv, el verdadero obstáculo para la paz.