Brexit

La Corte de Edimburgo falla a favor de Johnson en la batalla del Brexit

El tribunal no ve necesario que el Gobierno dé garantías de que pedirá una prórroga a la UE si no hay acuerdo el 19 de octubre, como le exige el Parlamento

Boris Johnson
Boris Johnsonlarazon

El tribunal no ve necesario que el Gobierno dé garantías de que pedirá una prórroga a la UE si no hay acuerdo el 19 de octubre, como le exige el Parlamento

El «premier» Boris Johnson consiguió ayer un importante triunfo en los tribunales después de que la Corte de Edimburgo desestimara una petición para imponer medidas extraordinarias que garanticen que va a solicitar una nueva prórroga del Brexit a Bruselas para evitar una salida caótica. En definitiva, el fallo da alas a los mensajes del Gobierno en favor de consumar el divorcio el 31 de octubre, con o sin pacto.

A principios de septiembre, Westminster aprobó –gracias al apoyo de la oposición y los «tories» rebeldes pro-UE– la llamada Ley Benn, que obliga al Ejecutivo a pedir una nueva extensión de plazos si el día 19 no se hubiera ratificado ningún convenio.

En circunstancias normales, nadie se plantearía que el inquilino de Downing Street no cumpliera una normativa aprobada en el Parlamento soberano. Pero con Johnson y el Brexit no se viven circunstancias normales, por lo que el empresario Dale Vince, el abogado Jo Maugham y la diputada de SNP Joanna Cherry iniciaron un proceso legal para que un juez anunciara las sanciones que podría recibir el primer ministro en caso de violar la normativa.

La semana pasada, el Gobierno se comprometió con el tribunal a cumplir la ley. Sin embargo, una fuente oficial de Downing Street explicó luego a la BBC que nada les prohíbe buscar otras alternativas para que no sea necesario una nueva prórroga. Por lo que existe alta preocupación entre la oposición sobre las posibles triquiñuelas que el excéntrico político podría llevar ahora a cabo.

«El Gobierno acepta que al ejecutar su política (...) debe cumplir con el Acta 2019», dijo ayer el juez, Paul Cullen, en su fallo. «Siendo esa la posición claramente declarada del Gobierno ante el tribunal, no hay necesidad de que se dicten órdenes coercitivas contra él o contra el primer ministro», matizó el magistrado.

Sin embargo, la parte demandante recurrirá el fallo ante la Corte Superior de Escocia, ya que no se termina de fiar de Johnson, sobre todo después de que el pasado fin de semana la prensa revelara que el líder «tory» estudia incluso acudir al Tribunal Supremo de Reino Unido para poder ejecutar el divorcio a finales del mes de octubre.

Lo cierto es que nadie sabe con certeza qué va a ocurrir en las próximas semanas clave. Londres entregó la semana pasada a Bruselas su esperada propuesta para evitar una frontera dura en Irlanda, principal escollo de las negociaciones. Plantea dejar a Irlanda del Norte en el mercado único para bienes, pero al mismo tiempo sacar a todo Reino Unido de la unión aduanera. De momento, los Veintisiete no han dicho aún un «no» rotundo, pero no se muestran especialmente convencidos. Por lo que, al cierre de esta edición, el pacto se antojaba complicado.

En una columna publicada ayer por «The Sun», Johnson pidió a sus «amigos europeos» que se den cuenta de «las oportunidad que representan estas propuestas» y vuelvan a la mesa de negociaciones «con un espíritu de cooperación». Pero al mismo tiempo mostró una actitud desafiante: «Nos vamos en 25 días. Podemos hacerlo con un acuerdo si la UE está dispuesta, pero no debe haber cabida ni para ilusiones ni malentendidos. No habrá más vacilaciones. No más demoras. El 31 de octubre vamos a ejecutar el Brexit».