Los unionistas desbloquean el Gobierno de Irlanda del Norte tras dos años de parálisis política

Después de casi dos años de parálisis política, los norirlandeses tendrán finalmente Gobierno en Belfast. Los unionistas protestantes del DUP han dado su respaldo a un acuerdo con Londres para finalizar su boicot a la formación de un Ejecutivo de poder compartido con los católicos nacionalistas del Sinn Fein, tras sus desavenencias por los nuevos controles que hay que aplicar tras el Brexit. 

Los detalles del pacto no se conocerán hasta este miércoles -cuando se cumplen precisamente cuatro años del histórico divorcio con la UE- aunque los ministros ya adelantaron hoy que incluye “cambios significativos” sobre el estatus de la región que, por primera vez en la historia, tendrá a un ministro principal del Sinn Fein, el que fuera brazo político del IRA.

Los proirlandeses consiguieron una victoria sin precedentes en las elecciones regionales de mayo de 2022. El Acuerdo de Viernes Santo de 1998 -con el que se consiguió sellar la paz en el Ulster- obliga a católicos y protestantes a gobernar en coalición. Pero estos últimos se negaron a tomar sus puestos en protesta por los nuevos controles aduaneros que dejan ahora a la provincia británica con un estatus diferente al del resto de Reino Unido.

Jeffrey Donaldson, líder del DUP, explicó que el Ejecutivo central había propuesto una serie de medidas sobre disposiciones comerciales que inquietaban a su partido. Ante las preguntas de cuándo se producirá la restauración del Gabinete, Donaldson apuntó ayer que los tiempos dependerán de “lo rápido” que Londres cumpla con sus compromisos pactados, entre los que figura la introducción de una nueva legislación. Aunque todo apunta a que podría entrar en funcionamiento antes del próximo 8 de febrero, la fecha límite que se había impuesto para las negociaciones. “Juzgaremos cómo se lleva a cabo el progreso y tomaremos nuestras decisiones cuando sea el momento adecuado”, afirmó.

El apoyo recabado por Donaldson no es unánime, ya que quedan aún figuras de peso en la formación opuestas a los términos propuestos. No obstante, por condicional que aún sea, el acercamiento del líder del partido con Londres allana el camino para que el Gobierno norirlandés regrese a Stormont -Asamblea de Belfast- después de más de 700 días en suspenso.

Los unionistas abandonaron el Ejecutivo de coalición en febrero de 2022 por su rechazo al Protocolo del Brexit para Irlanda del Norte, que imponía controles fronterizos entre Gran Bretaña y la región a fin de evitar una frontera física en la isla de Irlanda, tal y como establecen los acuerdos de paz de 1998.

Asimismo, el DUP vetó más tarde el Acuerdo Marco de Windsor, pactado el año pasado. Sustituyó al protocolo e introdujo cambios, aunque mantiene a la provincia con un estatus distinto a fin de proteger el mercado único comunitario. La frontera que separa Irlanda del Norte con la República de Irlanda es la única física -junto con la de Gibraltar- entre Reino Unido y la UE.

Por otra parte, pese a que el Brexit se ejecutó a efectos prácticos el 31 de enero de 2020, no será hasta este miércoles, cuatro años más tarde, cuando el Reino Unido empiece a aplicar los nuevos controles fronterizos sobre las importaciones de alimentos y productos animales provenientes de la UE.

Bruselas sí hizo sus deberes y desde el primer momento implementó los chequeos correspondientes. Sin embargo, en Reino Unido, los controles equivalentes para las importaciones del bloque se retrasaron hasta en cinco ocasiones. La última, el año pasado, cuando el premier Rishi Sunak temió que empeoraran aún más una inflación que llegó a los dos dígitos.

Finalmente, Downing Street tiene ya todo listo. Pero es la industria hortícola la que pide ahora un nuevo aplazamiento, por lo menos hasta después de San Valentín, ante los problemas que se esperan con el inicio del nuevo sistema en pleno mes clave para la temporada. Sunak está bajo presión para garantizar que a los británicos no les van a faltar rosas rojas para el 14 de febrero, una gran cita en la agenda anglosajona. Y no sólo para los románticos, sino también para la economía de un país que se encuentra en año electoral

La Asociación de Comercio Hortícola señaló que el proceso de importación de una petunia de Países Bajos ya ha aumentado de 19 a 59 pasos y advierte que la nueva frontera es un desastre a “punto de ocurrir”. El Gobierno de Sunak ha admitido que los nuevos controles costarán a las empresas 330 millones de libras en trámites burocráticos adicionales.

El proceso se hará de manera escalonada. A partir de este miércoles se exigirá la certificación sanitaria para importaciones de productos animales de riesgo medio -como leche refrigerada, mantequilla o algunos quesos-, plantas, productos vegetales y piensos de origen no animal procedentes de la UE, mientras que se eliminan los requisitos de notificación previa para plantas y productos vegetales de bajo riesgo -brócoli o coliflor. A partir del 30 de abril, habrá controles físicos y de documentación para productos animales de riesgo medio -como carne-, plantas y productos vegetales. El último hito será el 31 de octubre, cuando ya entrará en vigor la obligación de presentar las declaraciones de seguridad y protección para todas las importaciones del bloque.