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El Sinn Fein arrasa en las elecciones municipales de Irlanda del Norte

Los católiticos republicanos son por primera vez los más votados en unos comicios locales en la provincia, que permanece sin Gobierno desde hace más de un año

Las líderes del Sinn Fein
Las líderes del Sinn FeinEuropa Press

Los católicos del Sinn Fein, el que fuera brazo político del ya extinto IRA, han vuelto a hacer historia en Irlanda del Norte. Tras el hito conseguido en las últimas elecciones regionales de mayo del año pasado -cuando se posicionaron como la formación más votada por primera vez desde la partición de la isla hace más de un siglo- han conseguido ahora otra victoria épica en los comicios locales.

La cita con las urnas estaba marcada por la gran crisis del Ejecutivo autónomo, que lleva suspendido desde hace más de un año por el bloqueo impuesto por los protestantes del DUP. Los unionistas se niegan a formar Gobierno de coalición ya que no aceptan los nuevos controles aduaneros que hay que llevar a cabo en la provincia británica tras el Brexit. Defienden que, paralizando las instituciones en Belfast, presionan a Downing Street. Pero la estrategia no les está funcionando. El electorado norirlandés está cansado de la inactividad política en medio del incremento del coste de vida y de los problemas que atraviesa el Sistema Nacional de Salud Público.

Y por su parte, el Gobierno central no está dispuesto a realizar más concesiones. A principios de este año, Londres y Bruselas renegociaron un nuevo acuerdo, denominado Marco de Windsor, para reducir considerablemente los controles tras el divorcio. El nuevo pacto ha sido ratificado tanto por Westminster como por el Parlamento Europeo. Por lo que al DUP -que en su día hizo campaña por el Brexit- le quedan pocas opciones más que admitir que la provincia británica tiene que estar ahora en un estatus diferente al del resto de Reino Unido, a fin de evitar frontera dura con la República de Irlanda (mercado único) tal y como establece el acuerdo de paz entre católicos y protestantes del 1998.

Los unionistas han perdido su hegemonía en el Ulster. Y ahora el gran protagonista es el Sinn Fein, cuyo objetivo histórico siempre ha sido el de celebrar un plebiscito de reunificación de la isla. Su éxito -144 actas de concejal, 39 más que en las últimas locales- se ha producido a expensas de partidos nacionalistas y unionistas de centro. El Partido de la Alianza, de carácter intercomunitario, obtuvo unos resultados más limitados de lo esperado (67 concejalías), mientras que la pequeña formación Voz Unionista Tradicional, de línea dura, que ha presionado al DUP en relación con los controles comerciales pos Brexit, obtuvo 54 asientos (21 menos) por lo que no logró repetir el aumento del voto que registró a nivel regional.

Tras conocerse los resultados, el secretario de Estado para Irlanda del Norte del Gobierno británico, Chris Heaton-Harris, emplazó al DUP a retomar el Gobierno autonómico y reactivar el Parlamento de Stormont. “Espero que con los nuevos concejales la Asamblea y el Ejecutivo puedan volver al trabajo”, apuntó. La 'número dos' del Sinn Féin y portavoz del partido en la Asamblea de Belfast, Michelle O'Neill, defendió que los resultados son un reflejo del deseo de recuperar las instituciones autonómicas. “Es el momento de que la política funcione para toda la gente, para todas las comunidades, y de construir un futuro mejor para todos”, ha planteado.

La líder de la Alianza, Naomi Long, no ha dudado en calificar de "tsunami" el resultado del Sinn Féin. Sin embargo, el DUP mantiene su posición, por lo que supone una victoria interna para su líder, Jeffrey Donaldson, amenazado por ambos flancos por los moderados de la UUP y por los radicales de Voz Unionista Tradicional.