Reino Unido

Vertido de agua radiactiva en un lago de Reino Unido: procede de una base militar con bombas nucleares

Revelaciones oficiales exponen fallos estructurales en la base de Coulport, epicentro del arsenal nuclear británico, y desatan alarma por riesgos medioambientales y de seguridad nacional

Bandera del Reino Unido ondea sobre un edificio
Revelaciones oficiales exponen fallos estructurales en la base de Coulport, epicentro del arsenal nuclear británico, y desatan alarma por riesgos medioambientales y de seguridad nacionalUnsplash

Revelaciones sobre contaminación en Loch Long exponen vulnerabilidades en la infraestructura nuclear escocesa. El agua radiactiva vertida en el lago revela graves deficiencias estructurales en la base naval de Coulport, donde se almacenan las armas nucleares de la Royal Navy. Documentos oficiales desvelan una situación crítica que compromete tanto la seguridad medioambiental como la militar del Reino Unido.

Las filtraciones de tritio han puesto de manifiesto la obsolescencia de los sistemas de contención nuclear en una de las instalaciones más estratégicas del país, generando una alarma sin precedentes en los círculos de defensa. La Agencia Escocesa de Protección del Medio Ambiente (SEPA) ha documentado múltiples incidentes de contaminación radiactiva entre 2010 y 2021, destacando una serie de fallos sistemáticos en la gestión y mantenimiento de la infraestructura crítica.

Los informes revelan que aproximadamente la mitad de los componentes clave de la instalación habían superado su vida útil en el momento de los incidentes. Las fugas más significativas ocurrieron en agosto de 2019, cuando una rotura de tubería provocó la inundación de una zona de procesamiento de armas nucleares. En total, se identificaron más de 1.500 tuberías con potencial de fallo, y los incidentes principales se registraron en 2010, 2019 y 2021.

El contaminante primario fue el tritio, un elemento radiactivo utilizado en las cabezas nucleares. La batalla legal emprendida por el comisionado de información de Escocia durante seis años fue clave para sacar a la luz estos informes confidenciales que el Ministerio de Defensa intentaba mantener en secreto.

El Ministerio de Defensa británico ha reconocido parcialmente las deficiencias y se ha comprometido a implementar 23 acciones correctivas tras una investigación interna. Sin embargo, nuevas roturas de tuberías en 2021 han generado dudas sobre la efectividad real de estas medidas. “La seguridad en el manejo de sustancias radiactivas es nuestra prioridad máxima”, declaró el Ministerio, mientras que SEPA identificó como “subóptimos” los planes de reemplazo de infraestructura.

La continua supervisión y los trabajos de renovación serán fundamentales para restaurar la confianza pública en la gestión de residuos nucleares y en la seguridad medioambiental de esta instalación estratégica.