Adhesión

Ante el veto de Turquía, la OTAN se resigna a que Finlandia ingrese sin Suecia

Debido a su situación geográfica, que hace frontera con Rusia, Helsinki ha firmado un pacto secreto con las autoridades turcas

La entrada de Finlandia y Suecia en la OTAN se complica y hasta puede encontrarse con un obstáculo insalvable, al menos en el corto plazo. Por eso, el secretario general de la Alianza, Jens Soltenberg, parece comenzar a resignarse a que los dos países no entren a la vez en la organización. «La cuestión principal no es si Finlandia y Suecia se ratifican juntas. La cuestión principal es que ambos sean ratificados como miembros de pleno derecho lo antes posible», declaró este martes el político noruego ante las preguntas de los periodistas.

El ministro de Exteriores de Finlandia, Pekka Haavisto, ya rompió un tabú al finales de enero al hablar por primera vez de la posibilidad de que Helsinki acabase ingresando en la organización militar en solitario, sin esperar a Suecia. Si hace semanas Stoltenberg prefería no dar pábulo a la idea de una entrada en solitario por parte de Finlandia, ahora parece estar cambiando de opinión. Oficialmente, los dos países siguen defendiendo su candidatura conjunta, pero según el diario finlandés «Iltalehti» la situación geográfica del país, que comparte kilómetros de frontera con Rusia, hace que Helsinki ya haya alcanzado un pacto secreto con Turquía para entrar en solitario.

En la cumbre de la OTAN celebrada en Madrid en junio, Ankara levantó el veto a la candidatura de estos dos países después de conseguir una serie de compromisos en materia de seguridad, concretamente en la persecución de terrorismo. A pesar de esto, Turquía considera que Suecia no está haciendo lo suficiente, sobre todo en la extradición de militantes kurdos considerados terroristas por parte de las autoridades turcas.

Todo se ha emponzoñado en las últimas semanas después de que un militante ultraderechista quemase de manera pública un ejemplar del Corán en frente de la embajada de Turquía en Estocolmo y se desataran en el país nórdico una serie de protestas contra el régimen de Recep Tayyip Erdogan. Esto hizo que el mandatario turco haya anunciado que no apoyará la entrada de Suecia en la organización militar y todo indica que este paso puede retrasarse hasta 2024.

Los nervios en el seno de la Alianza son comprensibles. Fuentes de la organización militar habían calculado los meses de enero y febrero como la fecha límite para el ingreso de los dos país nórdicos. Para que esta adhesión sea efectiva, se necesita que todos los países de la OTAN completen sus respectivos procedimientos de ratificación nacional. Tan solo faltan Hungría y Turquía y este último veto parece ahora imposible de levantar.

Hasta que no se produzca este último paso, los dos países no están protegidos bajo el manto de la cláusula de defensa mutua, de la OTAN del uno para todos y todos para uno, el artículo 5 del Tratado de Washington. A pesar de esto, varios países de la Alianza, como EE UU, han prometido garantías de seguridad bilaterales mientras prosigue el proceso de adhesión.

Además, los dos países participan en las reuniones de la organización y están integrados en los grupos de consulta y actividades militares. Aunque los dos países habían mantenido durante décadas su neutralidad, la invasión de Ucrania por parte de Moscú hizo que acabaran viéndole las orejas al lobo.