Ucrania

Zelenski ofrece a Trump comprar armas por 100.000 millones de dólares a cambio de garantías de seguridad

Los ucranianos reaccionan entre la esperanza y la cautela tras la cumbre en la Casa Blanca

La cumbre en Washington no derivó en el peor escenario temido por Ucrania, que respiró aliviada al constatar que se evitó un desencuentro entre el presidente Volodimir Zelenski y Donald Trump.

Ante el temor de que Zelenski pudiera ser presionado por Donald Trump para ceder territorio o aceptar condiciones desfavorables, la reunión resultó “más que satisfactoria”, según resumió Maxim Kostetski, analista ucraniano de relaciones internacionales, reflejando un sentimiento ampliamente compartido.

“No hicimos concesiones territoriales ni reconocimos de jure los territorios ocupados. Y, lo que es crucial, al expresar esto, no entramos en conflicto con Trump”, subrayó.

Aunque algunas noticias resultaron alentadoras, el optimismo es cauteloso, ya que la implementación de las propuestas planteadas y la reacción de Moscú, esperada por Washington, Bruselas y Kiev, pondrán a prueba los avances.

En medio de los persistentes ataques rusos, muchos en Ucrania dudan de que Vladimir Putin esté dispuesto a entablar negociaciones sinceras, a pesar de que el presidente estadounidense anunció provisionalmente una reunión entre el líder ruso y Zelenski.

Por ahora, Kostetski y otros analistas resaltan la importancia de la postura unificada de Ucrania y Europa, demostrada por sus líderes en Washington, y cómo la delegación ucraniana parece haber hallado el enfoque adecuado para tratar con el líder estadounidense.

El drama de miles de niños ucranianos secuestrados por Rusia en los territorios ocupados marcó la pauta, gracias a una carta de agradecimiento de la primera dama de Ucrania, Olena Zelenska, a Melania Trump, por su atención a este tema.

La propuesta ucraniana de adquirir armamento estadounidense por valor de 100.000 millones de dólares y coproducir drones por 50 mil millones se percibe como un movimiento estratégico que apela al enfoque empresarial de Trump, alineando los intereses de Estados Unidos con la defensa de Ucrania. Ucrania ha reiterado su disposición a comprar armas estadounidenses, al tiempo que demuestra que una mayor cooperación podría beneficiar a Estados Unidos, cuya industria militar carece del conocimiento avanzado sobre tecnología de drones que Ucrania ha desarrollado en el campo de batalla.

De manera crucial, Estados Unidos confirmó su compromiso futuro en la creación de garantías de seguridad sólidas para Ucrania, que harían inviable una nueva agresión rusa en caso de alcanzarse la paz o un alto al fuego.

“Estamos trabajando activamente en los detalles, en cómo será la arquitectura de estas garantías, junto con todos los participantes de la coalición de voluntarios y Estados Unidos. Este es uno de los mayores logros de la reunión en Washington”, afirmó el presidente Volodimir Zelenski el martes.

Queda por verse si estas conversaciones traducirán en resultados concretos, mientras los ucranianos se mantienen cautelosos tras su frustrado intento de ingresar en la OTAN o de recibir un apoyo equiparable.

Aunque Ucrania y sus aliados europeos lograron tomar la iniciativa en los esfuerzos por la paz, muchos ucranianos se muestran escépticos sobre cómo estas gestiones pueden acercar el fin de la guerra.

“No creo que ni Putin ni Trump vayan a tener en cuenta a los intereses de Ucrania, porque el primero simplemente no lo necesita, y el segundo busca la paz a cualquier precio”, expresó Olena Mikula, diseñadora gráfica de Lviv, cuyo hermano sirve en el ejército en el este, en declaraciones a LA RAZÓN.

“Dudo que surja algo sensato, porque todo se reducirá a la imposibilidad de llegar a un acuerdo con Putin, como siempre”, enfatizó.

Mientras los líderes mundiales se reunían en Washington, Rusia lanzó 270 drones, además de misiles balísticos y de crucero, contra Ucrania, dañando la infraestructura energética en Poltava y causando heridos entre la población civil.

Según informes iniciales, aunque Volodimir Zelenski está dispuesto a reunirse con Putin, rechazó la supuesta oferta del líder ruso de celebrar un encuentro en Moscú, la cual evidenció la falta de seriedad de Putin para resolver el conflicto y hacer concesiones.

La postura pública de Moscú no ha cambiado, según observa el analista político Vitali Portnikov. Señala que se sigue presionando a Ucrania para que renuncie a su territorio, reconozca la legitimidad de la ocupación y confirme su neutralidad geopolítica. Portnikov ve pocos indicios, en contraste con algunos informes en medios occidentales, de que Rusia esté dispuesta a abandonar la mayoría o todas estas demandas para buscar la paz.

Sin una mayor presión sobre él, Putin tiene vía libre para continuar con la violencia en Ucrania mientras su economía y ejército lo permitan, según ha advertido el periodista ucraniano Illia Ponomarenko. Los “esfuerzos por la paz”, con todas sus reuniones y llamamientos, podrían prolongarse meses o incluso años si Moscú no enfrenta mayores consecuencias, subrayó.

La cuestión de exigir responsabilidades a Putin y sus aliados por el sufrimiento causado sigue ausente de la agenda, incluso si se lograra un alto al fuego en el corto plazo.

No obstante, Kyiv puede, al menos brevemente, sentirse aliviado de la enorme presión, mientras que es Moscú quien ahora debe responder a las incómodas propuestas provenientes de las capitales europeas y Washington.