¿Has oído hablar de la masa de pizza proteica? ¿Y del muesli proteico? Son dos productos que, con la fiebre por la cocina del confinamiento, se han puesto muy de moda. Sin embargo, en aquel tiempo (que por cierto algunos ven demasiado lejano), por mucho que hacer pan en casa fuera nuestra mayor fijación repostera, no se escuchó apenas hablar del pan de proteínas. Este, según los expertos de una panadería avalada por los mejores nutricionistas de nuestro país, puede resultar muy útil cuando no consumimos diariamente la cantidad de proteínas que deberíamos. Si seguimos una dieta sana y equilibrada podría no ser necesario pero si introducir estos macronutrientes en nuestra alimentación nos supone una ardua tarea, gracias al pan de proteínas podemos preocuparnos un poquito menos.

¿Cuáles son los beneficios del pan de proteínas?

Para empezar, tenemos que saber que las proteínas son fundamentales en la alimentación, ya que construyen los tejidos de los músculos, tendones y órganos e intervienen en muchas otras funciones, como crear anticuerpos o acelerar las reacciones químicas del metabolismo. Su ingesta, además, ayuda a disminuir el apetito y mejora el aspecto del cabello y las uñas. Así, entre los beneficios que a nuestro organismo reporta el pan de proteínas destacan:

• Tiene pocos hidratos: los panes tradicionales contienen un alto índice glucémico, es decir, proporcionan un pico de energía que, si no se gasta, se acumula en forma de grasa; en cambio, el pan de proteínas cuenta con hasta un 75% menos hidratos de carbono.
• Es muy saciante: entre sus ingredientes, el pan proteico incluye proteínas vegetales y albúmina que provoca un efecto saciante en el organismo y calma durante más tiempo la sensación de hambre al provocar una digestión más lenta. Por tanto, el pan de proteínas es una opción saludable para los que quieran comer pan en la comida.

¿Por qué se recomienda en la menopausia?

Como ya te hemos contado, durante la menopausia es esencial potenciar el consumo de proteína, sobre todo de la procedente de fuentes vegetales. Por eso, este pan con proteína de guisante puede ser durante esta etapa de la vida muy recomendable. Contiene también almidón de tapioca, almidón de patata, harina de garbanzo, harina de lenteja, harina de teff, masa madre, semillas de lino, pipa de girasol, pipa de calabaza, huevo, agua, fibra, levadura y sal. Así, nos ayuda además a mantener el músculo esquelético. La sarcopenia es la pérdida de masa y fuerza muscular que ocurre con el avance de la edad. Varios estudios han identificado la proteína como un macronutriente clave para la calidad de vida en los adultos mayores. 

Por si fuera poco, el pan de proteína nos ayuda a reducir los factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular, que son mayores durante la menopausia como consecuencia del gran cambio hormonal que la mujer experimenta. Los alimentos con un alto contenido en fibra, como el pan proteico, reducen las concentraciones de colesterol en suero a través de un aumento en la excreción de ácidos biliares y la inhibición de la síntesis de ácidos grasos en el hígado. 

La menopausia no es una etapa sencilla para la mujer por lo que cuidarse por dentro y por fuera resulta más crucial que nunca Seguir los consejos de los especialistas para llevar una alimentación adecuada y adaptada a nuestras cambiantes necesidades es fundamental Por otro lado, la práctica de ejercicio físico resulta también especialmente importante.