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¿Están las mujeres solteras más expuestas ante la violencia machista? Hablamos con una experta

Descubrimos qué hay de cierto y que no en esta sensación que se repite cada vez más entre las mujeres sin pareja

Descubrimos qué hay de cierto y que no en esta sensación que se repite cada vez más entre las mujeres sin pareja
Descubrimos qué hay de cierto y que no en esta sensación que se repite cada vez más entre las mujeres sin parejapinterest

El día 25 de noviembre se celebra en todo el mundo el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia Contra la Mujer, algo todavía por desgracia muy presente en la sociedad, y que pasa en todas las clases sociales y a todas las edad. Pero tras hablar con mis amigas parece que hay un sentimiento común en el que las mujeres solteras son más proclives a sufrir ciertos comportamientos por parte de los hombres, que las ven como “presas fáciles” y desamparadas. Muchas son las veces que ante el acoso de un hombre e oído la frase alguna amiga o amigo: “dile que tienes novio”. Pero, ¿por qué necesitamos todavía ampararnos en un hombre para que nos dejen tranquilas? ¿Tengo que entender con esa afirmación que si tuviese pareja no me molestaría?

Al tratarse de un tema cuanto menos complicado y polémico hemos querido recurrir a la experta Beatriz García Courel, Licenciada en Psicología y psicoterapeuta contextual especializada en gestión emocional, trastornos de ansiedad y disfunciones sexuales y creadora de lapsicologaonline.com. Para empezar. Beatriz ha querido definirnos claramente qué es este término: “La violencia contra las mujeres se define como todo acto de violencia basado en el género, que implica o puede implicar para las mujeres daños o sufrimientos de naturaleza física, sexual, psicológica o económica, incluidas las amenazas de realizar dichos actos, la coacción o la privación arbitraria de libertad, en la vida pública o privada”.

La violencia contra las mujeres está de algún modo institucionalizada, grabada a fuego en nuestro ADN como sociedad, por lo que se hace harto difícil poder esbozar un perfil de mujer maltratada. Beatriz nos cuenta que si acudimos a algunos estudios, encontramos que dentro de grupos de mujeres que han sufrido maltrato, casi un 80% de las muestras están compuestas por mujeres separadas y solteras, pero pensémoslo por un instante: ¿La idea de que las mujeres solteras están más expuestas a la violencia de género no es ya en sí una forma de violencia de baja intensidad? Esta pregunta parece llevar implícita una creencia: la de que una mujer soltera es más vulnerable que otra por el mero hecho de no tener una pareja socialmente institucionalizada.

Lo cierto es que no se puede concluir que el hecho de estar solteras nos predisponga a ello. Al igual que el estado civil, hay muchas otras variables que parecen tener una correlación significativa con el maltrato, como el contar o no con una red de apoyo social o el estado de la salud psicológica.

La variable más importante para explicar el proceso a través del cual se reproducen o se cambian las tradicionales diferencias de poder entre hombres y mujeres es la mentalidad que sirve para perpetuarlas, y esto no solo lo encontramos en las esferas privadas. Tal vez el ámbito más significativo en el que esto ocurre sea el laboral, zona en la que no contamos con la misma representación que los hombres dentro de los puestos de influencia a pesar de que en las últimas décadas estamos igualmente formadas y preparadas para ello. Tampoco en cuestión salarial, dado que seguimos recibiendo un 13% menos del salario que nuestros compañeros hombres. Independientemente de que nuestras condiciones laborales sean beneficiosas, en el momento en el que en la esfera privada se produce una situación en la que hay que hacerse cargo de cuidados, es a la mujer a la que se le pide la renuncia a la vida pública con mayor frecuencia.

Estar soltera, casada, divorciada, viuda, etc. no parece ser una variable protectora o precipitadora de violencia hacia las mujeres, por lo tanto no creo que sea necesaria una pareja que nos proteja, sino una sociedad al completo que lo haga, un sistema político y económico que apoye y promueva la paridad de hombres y mujeres en sus roles públicos, amén de un sistema educativo que cambie las creencias que influyen directamente en nuestras conductas en el ámbito privado. Hay más vulnerabilidad en el hecho de estar sola que en ser soltera.