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Lechal, cordero y cabrito: una tradición para disfrutar a diario

Los avances en la ganadería permiten llenar la cesta de la compra con innovadores cortes con los que disfrutar en cualquier momento de carnes naturales y de alta calidad

Esta ganadería sigue pastoreando igual que hace siglos. Y esa forma milenaria de hacer las cosas también proporciona enormes beneficios ambientales
Esta ganadería sigue pastoreando igual que hace siglos. Y esa forma milenaria de hacer las cosas también proporciona enormes beneficios ambientaleslarazon

Desde siempre, las carnes de ovino y caprino han sido un pilar de la gastronomía mediterránea. Una tradición que en cada rincón de nuestra geografía ha echado raíces, generando un recetario delicioso de guisos, asados y fritos que nunca pasará de moda.

Desde siempre, las carnes de ovino y caprino han sido un pilar de la gastronomía mediterránea. Una tradición que en cada rincón de nuestra geografía ha echado raíces, generando un recetario delicioso de guisos, asados y fritos que nunca pasará de moda. Hoy en día, además, el consumidor tiene la suerte de poder contar con nuevas presentaciones de estas carnes.

Gracias a los avances logrados en nuestra ganadería, a la hora de llenar la cesta de la compra existen innovadores cortes de lechal, cordero y cabrito, que van a permitir disfrutar en cualquier momento, sin necesidad de esperar a una ocasión especial, de todo lo bueno que aportan carnes de la más alta calidad y naturales.

Las hamburguesas elaboradas por el ámbito productor de carnes de ovino y caprino, que se pueden encontrar en los carniceros de confianza, son sabrosas y muy fáciles de comer, ya que, al ser una carne picada, es ideal para que las coma toda la familia. Otro de los nuevos cortes que el sector productor pone a disposición del consumidor son los turnedós. En esta ocasión, se trata de unos filetes que se obtienen de las piernas de corderos y cabras.

De las faldas de lechales, corderos y cabritos se sacan los churrasquitos, unos cortes que resultan crujientes y sabrosos cuando se fríen. Los aficionados a las buenas carnes son el principal público de estos despieces, caracterizados por su intenso sabor. Como sucede con las chuletas, la plancha es una de las formas de cocinado donde se obtienen mejores resultados.

Sostenibles, de siempre

La sostenibilidad es un término que cada vez se aplica más a los productos alimentarios. Una respuesta a los consumidores que buscan hacer la compra apostando por aquello que haya sido elaborado respetando el entorno. Los nuevos consumidores de productos cárnicos tienen en el bienestar animal y la producción responsable dos requisitos para apostar por incluirlos en su día a día.

En este sentido, las carnes de las ganaderías de ovino y caprino reúnen todo lo necesario para satisfacer al más amplio espectro de consumidores. Desde los que permanecen fieles a los productos que han estado siempre en su nevera hasta los que se decantan por aquellos alimentos que forman la denominada cesta de la compra inteligente, que es aquella que incluye productos saludables, realizados en equilibrio con el medio y de proximidad.

En este sentido, las carnes de lechal, cordero y cabrito son un alimento que procede de cabañas criadas en harmonía con el entorno, además de que los manejos tradicionales garantizan unos elevados niveles de bienestar animal. Se trata de una actividad con destacadas ventajas para la comunidad, tanto en el plano del medio ambiente como a la hora de generar desarrollo social y económico en el ámbito rural.

Detrás de estos nuevos cortes se encuentra el sector ganadero de los que contribuye en mayor medida a mantener vivo y activo nuestro campo. Porque hablar de ovino y caprino es hablar de paisaje, cultura, economía, calidad y seguridad alimentaria. Es hablar de sabores y placeres para nuestro paladar y también de una de las cualidades diferenciales que más valoran nuestros consumidores: el origen del producto.

En los recorridos por el ámbito rural, en prácticamente cualquier rincón, es difícil no encontramos con esta ganadería que sigue pastoreando igual que hace siglos. Y esa forma milenaria de hacer las cosas también proporciona enormes beneficios medioambientales.

Al incluir las carnes de ovino y caprino en su cesta de la compra, el consumidor está contribuye a la lucha contra los incendios forestales ya que el manejo de las cabras y ovejas favorece la eliminación de hierbas secas, pastos y rastrojeras, que se convierten en el combustible perfecto cuando llegan las altas temperaturas. Además, el trasiego de ovejas y cabras favorece la biodiversidad, básicamente porque las lanas y las heces de estos animales son un vehículo idóneo para la dispersión de las semillas, por lo que se trata de agentes polinizadores, como las abejas.

Consumir en casa o pedir en un restaurante cordero, lechal o cabrito puede ser la forma más deliciosa de contribuir a aumentar los beneficios sociales que genera su producción, sobre todo en el ámbito rural.

Por un lado, la fijación de la población al medio, gracias a la creación de oportunidades de negocio y perspectivas laborales. Además, las nuevas incorporaciones de jóvenes y mujeres que genera esta ganadería permite asegurar el relevo generacional.

El sector ovino y caprino ofrece grandes oportunidades a la incorporación de la mujer a la actividad agraria, colectivo fundamental para dinamizar y renovar las explotaciones ganaderas. Y en plano cultural, España cuenta con 25.000km de vías pecuarias, un patrimonio cultural muy notable tanto construido (chozos, fincas, esquileos, descansaderos, abrevaderos, construcciones de piedra seca, etc.) como artístico (pinturas, literatura, obras musicales, etc.) e inmaterial (tradición oral, canciones tradicionales, danzas, leyendas, etc.). Una manera de honrar este legado es manteniendo los sistemas productivos y, por tanto, impulsando el consumo.

Beneficios saludables y económicos

En el plano de la economía, conviene recordar que, en nuestro país, sector ovino y caprino representan el 6,7% de la producción ganadera y el 1,9% de la producción final agraria. España es el segundo productor de carne de cordero toda la Unión Europea, con un 20% de cuota de mercado, una clasificación que encabeza el Reino Unido con un 27%.

Actualmente, existen en nuestro país unas 86.500 explotaciones de ovino de carne y cerca de 55.000 de caprino de carne. Se estima que pueden dar empleo a más de medio millón de personas constituyendo un pilar clave para la supervivencia del medio rural.

La puesta en marcha del programa europeo para la recuperación del consumo de las carnes de lechal, cabrito y cordero es la consecuencia de todos los beneficios que aporta su presencia en nuestra alimentación. La Unión Europea fomenta el consumo de productos saludables, y las carnes de lechal, cabrito y cordero lo son. Se trata de alimentos de gran calidad, basados en el pastoreo, con razas autóctonas adaptadas al territorio. Son productos responsables con el medio ambiente, en proximidad con los consumidores, aprovechando recursos naturales y reduciendo su impacto en el medio.