Estreno

Monica Bellucci: «La sensualidad es energía, no cuestión de edad»

A sus 52 años, Monica Bellucci reivindica en Madrid el papel de la mujer madura en el cine y la sociedad

La actriz italiana Mónica Belluci durante la presentación de la película «En la vía láctea»
La actriz italiana Mónica Belluci durante la presentación de la película «En la vía láctea»larazon

A sus 52 años, Monica Bellucci reivindica en Madrid el papel de la mujer madura en el cine y la sociedad.

Aunque muchas feministas de «línea dura» la miren por encima del hombro, Monica Bellucci (esa mujer objeto, que dirían) no pierde oportunidad de reivindicar el papel de la mujer en la sociedad y, cómo no, en el cine. Eso sí, su feminismo, asegura, nada tiene que ver con la «lucha o la conquista» frente a lo masculino. «Creo en la comunicación. La mujer necesita al hombre y el hombre a la mujer», dijo ayer en Madrid durante su visita de promoción de «En la vía láctea», el filme que protagoniza junto al director serbio Emir Kusturica. Para la Bellucci, la actriz que, jovencísima, cautivó en los 80 a Dolce&Gabbana y, recién cumplidos los 50, se convirtió en la «chica Bond» de más edad con «Spectre», corren nuevos aires para la definición del papel de la mujer madura. «Ahora nos vemos nosotras mismas de otra manera y por eso nos miran de forma distinta, con otro respeto. En los años 40 o 50 las actrices dependían más de su edad. Todo está cambiando y el cine es un reflejo de la sociedad», defiende.

Buenos tiempos para las cincuentonas. Al menos en el caso de una actriz que, con todo –es decir, un físico envidiable y un rostro que sigue soliviantando al personal–, no niega el paso del tiempo. Bellucci se alía con él: «Ya no soy la de ‘‘Malena’’ (2000) o ‘‘Matrix Reloaded’’ (2003). Estoy en un momento nuevo. Cuando tenía 20 años no sabía cómo sería a los 50, ni siquiera si estaría viva. Estoy descubriendo lo que es ser actriz a esta edad».

Pero para ella, joven o madura, el papel de objeto de deseo sigue incólume. Lo es también en «En la vía láctea», donde un lechero enternecedor que cruza todos los días la línea de fuego en los tiempos de la guerra de Yugoslavia cae prendado de ella, una italiana perdida en el avispero de los Balcanes. El romance es inevitable por más que ambos lleven su buena carga de metralla en el alma. Nunca es tarde para el corazón: «El amor, la sensualidad y la sexualidad no son cuestión de edad, sino de energía», resumió la actriz. Divorciada de Vincent Cassel desde 2013 y con dos hijos –«quiero tener tiempo para ellos», dice–, asegura que, en el juego de seducción, le gusta «ser sorprendida. Lo interesante es lo impredecible». Por ahora, se desconoce si alguien lo ha logrado en estos últimos tres años. Su trabajo sí sigue llenándola como el primer día: «Actuar es algo que nunca dejas de aprender; cada vez es distinto».

Icono del cine y la belleza –está más que acostumbrada a que la comparen con Sofía Loren o Silvana Mangano–, Bellucci ha logrado seducir al mundo desde Italia. Tanto que la Academia de Hollywood la ha llamado para formar parte de ella, «aunque nunca he vivido allí y siempre he hecho mi trabajo desde Europa». La intérprete se siente «honrada» por este gesto y anuncia muchos años en las pantallas: «El cine es mi camino».