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En busca del ADN del fallecido Ruiz-Mateos

Un juez ordena la exhumación del cadáver del empresario para cotejar sus genes con los de Adela Montes de Oca, que dice ser su hija

Adela Montes de Oca
Adela Montes de Ocalarazon

Un juez ordena la exhumación del cadáver del empresario para cotejar sus genes con los de Adela Montes de Oca, que dice ser su hija

José María Ruiz-Mateos será desenterrado para poder concluir si Adela Montes de Oca es o no su hija. Una determinación a la que ha llegado el juez después de tres años en los que ni el propio empresario –aún en vida– ni sus familiares se prestaron a colaborar. De esta forma, el titular del Juzgado de Primera Instancia número 2 de Pozuelo de Alarcón, Juan Ignacio Gonzalo, ha ordenado la exhumación del cadáver para realizar una prueba de paternidad mediante el cotejo de su ADN con el de la demandante. Antes de recurrir a la Justicia, Adela y su madre, Patricia, aseguran que estuvieron muchos años pidiéndole a Ruiz-Mateos que reconociera a la que sería –en caso de quedar probado– la décimocuarta hija del empresario, pero que la respuesta siempre fue la misma: «Que no era el momento, que lo estaba pasando muy mal con la expropiación y que, si se conociera este hecho, su linchamiento público sería total», según ha relatado Teresa Bueyes, abogada de Montes de Oca, en el programa «Espejo público» de Antena 3.

Adela tiene 27 años y su madre, de origen mexicano, habría mantenido una relación con el empresario en los noventa. Ambos se conocieron en Estados Unidos cuando Patricia tenía 24 años y Ruiz-Mateos, 60. La relación se prolongó durante mucho tiempo y los encuentros se produjeron en hoteles del extranjero. Fruto de esta relación nació Adela y el empresario asumió los gastos de la familia, pagó los estudios de la menor –también los universitarios–, el alquiler de la casa en la que vivían y la manutención. Con todo ello, el juez Juan Ignacio González considera que hay «indicios serios» de la relación entre la demandante y Ruiz-Mateos, entre ellos numerosas facturas de hotel, pasaportes con entradas y salidas de España, ingresos de dinero, la declaración del ex jefe de seguridad del propietario de Rumasa en la que reconoce la conversación y las imágenes de la demandante y el demandado hablando de forma distendida. Un vídeo que Antena 3 tiene en su poder, que ayer emitió, y en el que se puede ver a los supuestos padre e hija en la habitación de un hotel, él tumbado y ella sentada en la cama pegada al empresario hablando de manera muy distendida.

La reacción de Adela Montes de Oca al conocer la orden de exhumación es de satisfacción, aunque no completa: «Estoy contenta porque se va a hacer justicia, pero no de la forma que yo quería. Tengo miedo de que mis hermanos vayan a hacer trampas y que salgan con alguna sorpresa», expresó en «Espejo público» en la mañana de ayer, y añadió: «Esto no lo hago por dinero, trabajo y vivo bien».

- «Medidas ilegítimas»

La exhumación se llevará a cabo garantizando «la integridad, respeto y memoria del fallecido», según el auto del juez, que emplaza a la viuda y a los hijos –que podrían haber aportado muestras de ADN para evitar la exhumación, pero se negaron– a que estén presentes. La familia de Ruiz-Mateos considera que la exhumación y la prueba de paternidad son «medidas desproporcionadas e ilegítimas, pues el fallecido no llegó a ejercitar en vida su derecho a negarse a dicha prueba». La demandante lamenta que se llegue a este extremo, pero lo atribuye a que sus hermanos no quieren hacerse el test, según contó en el programa de Antena3 , donde también aseguró que no tienen contacto. Por su parte, el juez recuerda que en octubre de 2014, cuando aún vivía el empresario, ordenó la prueba y el auto no fue recurrido. Eso sí, fue citado en tres ocasiones para la extracción de muestras y en ninguna de ellas se presentó.