Casa Real
Radiografía del vestido de novia de la Reina Letizia 20 años después (y con muchos plagios famosos)
La Reina confió en Manuel Pertegaz, el decano de los diseñadores españoles, para un vestido clásico, regio y solemne que, 16 años después, pasa la prueba del tiempo.
Aunque parezca mentira, han pasado ya 20 años de aquel 22 de mayo de 2004, cuando se desveló el secreto mejor guardado de la por entonces Princesa Letizia. Además de porque se casaba con el Rey Felipe, todas las miradas estaban puestas en ella por su vestido de novia. El misterio se alargó un poco más de la cuenta porque las primeras imágenes de Letizia el día de su boda fueron en el interior de un coche. Cuando se conoció que Doña Letizia llegaría al altar vestida por Manuel Pertegaz, todo el mundo entendió que aquello era un homenaje a la moda española y que si se elegía la figura del diseñador nacido en Teruel no era fruto de un capricho o una casualidad. La Reina Letizia lució espectacular con su vestido de novia obra de Manuel Pertegaz. Un diseño que destacó por ser de línea princesa, por su cuello chimenea, por sus bordados en hilo de plata y oro con el que se dibujaba, entre otros, el emblema de los Borbón, unos bordados también presentes en su fada. También destacaba su cola de 4,5 metros de largo y con 16 metros de diámetro.
Un vestido del que se dijo en su día que costaba de 45.000 euros que Letizia no tuvo que pagar porque el creador quiso que fuera un regalo pero que quiso abonar 6.000 euros como cantidad simbólica. "Lo único que necesito, de aquí al 22 de mayo, es tranquilidad, pues me gustaría hacer un buen trabajo". Estas eran las primeras declaraciones de Manuel Pertegaz al conocerse que él sería el encargado de confeccionar el vestido nupcial. Eran los primeros días de febrero de 2004, tres meses antes de la boda real de Don Felipe y Doña Letizia, de la que hoy se cumplen quince años. Y añadía: "Será un broche de oro para mi carrera".
El día, que despertó con una intensa lluvia, no fue el que todos hubieran soñado para que ella luciera un diseño que firmó Manuel Pertegaz y que ya forma parte de la historia. El diseñador, que falleció hace seis años, tuvo en sus manos el encargo más importante de su vida. Su taller de Barcelona fue el lugar donde se fraguó el secreto mejor guardado de la novia. Letizia, guiada por la Reina Sofía, tenía claro lo que quería: un vestido sencillo y clásico, pero con el peso y la importancia de un diseño pensado para pasar a la historia.
La ahora Reina y Pertegaz se encontraron una decena de veces en su taller de Barcelona, las primeras para hablar sobre qué querían hacer y las otras para realizar varias pruebas. Todo esos encuentros se acabaron viendo en un vestido en el que el detalle que más llamó la atención fue su cuello chimenea, confeccionado en seda natural, en blanco roto, y de línea princesa. De cuerpo ceñido y manga larga, el vestido terminaba en una espectacular cola en la que estaban bordados motivos de gran significado para la corona: la flor de lis, las espigas de trigo, trébolos y madroños.
Un vestido de novia que a lo largo de estos años ha inspirado a novias de la talla de Kate Middleton o Tamara Falcó. Una de las cosas que se han comentado sobre el diseño que la marquesa de Griñón lució el día de su enlace con Íñigo Onieva ha sido si ese vestido era una copia del traje de novia de la reina Letizia. “Nada que ver”, ha querido aclarar Tamara Falcó sobre el parecido entre su vestido y el de la Reina. “Estaba basado en un vestido negro que apareció en la colección de Wes en la pasarela”.
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