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Felipe Benitez Reyes publica ‘El intruso honorífico’, “un prontuario con elementos de humor subversivo”

Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2019

Felipe Benítez Reyes / Foto: Manuel Olmedo
Felipe Benítez Reyes / Foto: Manuel Olmedolarazon

Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2019

Felipe Benitez Reyes publica ‘El intruso honorífico’ (Fundación José Manuel Lara), galardonado con el Premio Manuel Alvar de Estudios Humanísticos 2019, “un prontuario con elementos de un humor subversivo”, en el que reúne cientos de conceptos y apuntes “absurdos” recopilados en los últimos 25 años, como ha dicho el autor en rueda de prensa en Madrid.

El autor ha señalado que el libro compila una serie de definiciones, poemas, relatos e historias de personajes famosos, ordenados alfabéticamente, en una forma de mostrar “el lado fantástico de la realidad a través de un humor subversivo, que no es más que un elemento inesperado en una consecución del pensamiento”.

“Sin duda hay una visión crítica y artística de los asuntos de la realidad partiendo de un absurdo que hay que racionalizar”, ha dicho sobre la obra literaria que ha definido como “ un prontuario o enciclopedia de andar por casa”, y no como un diccionario.

En esta línea, ha explicado que su libro no es para reír sino para reflexionar. “Una actitud humorística no es una herramienta para reír sino para estimular el pensamiento y la conciencia, me interesa el humor como elemento indispensable para entender la realidad”, ha indicado. De este modo, ha incluido en la enciclopedia palabras como ‘político’ que define como “profesional que, al igual que los viajantes de comercio, cobra dietas por desplazamiento y pernoctación, aun en casos de inmovilidad e insomnio”.

Al respecto, ha explicado que tiene “un cuarto de siglo” trabajando en este proyecto, cuyos orígenes tienen precedente en su juventud, cuando apuntaba en una libreta las ideas que le interesaban. “No subrayaba nada, todo lo anotaba y lo guardaba, de allí salió esto que no es más que una mezcolanza de géneros breves, como relatos y poesías, que de alguna forma contemplan una rima interna”, ha dicho el autor, que ha obtenido distinciones prestigiosas como el Premio de la Crítica (1996) y el Premio Nacional de Literatura (1996).

Para Benitez Reyes ha sido una inspiración el poeta romántico Novalis, cuya obra adquirió en 1977, y del que destaca que “todo debe ser enciclopedizado”. Entre otros referentes, ha apuntado al glosario Andrés Trapiello ‘El arca de las palabras’

“Cuando uno hace este tipo de experimentos, procuras que la mirada no sea previsible sino tener un ángulo de visión algo anómala y que contenga algún tipo de sorpresa. Por ejemplo, en mi caso, paso de una definición seria a una aparentemente absurda, de un juego de pañuelos a una escoba, de una pluma estilográfica y unas pinzas de la ropa, a un bazar de pueblo”, ha apostillado el escritor.

En este sentido, ha subrayado que el libro está dedicado a un público hispanohablante y que se pueden entender con proyección universal, aunque no niega que hay parte de su historia personal y guiños a su pueblo en Rota (Cádiz). “Hay personajes imaginarios que me invento de mi pueblo, como un cantaor flamenco que solo podía cantar si no lo escuchaba nadie y que para sacarle rentabilidad, los familiares lo metían dentro de la caja de un frigorífico”, ha agregado.

Preguntado sobre este asunto, ha explicado que no hay nada en el libro que lo defina, ni su realidad inmediata. “Ninguna palabra me define, en eso me estoy convirtiendo, en alguien práctico, solo me define el DNI, un número”, ha indicado.

De todos modos, ha destacado que su presencia emerge del título, en el que ha procurado “lograr un efecto un tanto desconcertante”, “El intruso soy yo, el que se mete donde no lo llaman”, ha dicho.

UN LIBRO SIN TERMINAR

Benitez Reyes ha subrayado que el libro aún está sin terminar y que buscará sacar nuevas ediciones con los años, aunque no sabe si deba esperar otros 25. “Se ha ido escribiendo solo, he ido guardando cosas y de pronto te lo encuentras de modo que muchas cosas se me ha quedado por fuera”, ha explicado.

“Este volumen lo veo como una primera entrega para poder seguir escribiendo con los años porque quiero que continúe como una experiencia del idioma, y además todos los libros son inacabables, lo que pasa es que llega un momento en el que el escritor se satura, se produce el fenómeno de la hiper corrección y lo terminas”, ha señalado.

Así, ha revelado no ha incluido en la enciclopedia conceptos y definiciones que le han parecido “ocurrencias del momento o tonterías”. “No hay nada que avergüence más a uno que una ocurrencia boba”, ha dicho.

“Hay cosas con lo que no estoy de acuerdo ahora, como alguna valoración de algún escritor, pero estas ideas pertenecen a la historia de mi pensamiento de modo que respeto la cronología, porque tampoco uno puede traicionar al que fue”, ha apostillado.

El autor ha indicado que continuará con lo que ha llamado “una investigación humanística y un trabajo concienzudo y metódico”, para una próxima edición de la que, por lo pronto, no tiene fecha.