
Museo Thyssen
La explosión de la primavera en casa de Sorolla

En el año 1917 Joaquín Sorolla trabaja en la serie encargada por el magnate Archer Milton Huntington para la Hispanic Society de Nueva York que debía plasmar las imágenes más representativas de las regiones españolas. Se tomó un descanso para conocer a su nieto y volvió a su casa de Madrid, a la intimidad del patio, donde se dejó llevar por la emoción de la llegada de la primavera en el estanque. El inmueble lo había construido en 1909, ya que el éxito de sus cuadros en el público neoyorkino le permitió hacer realidad uno de sus sueños y para eso contó con la colaboración del arquitecto Enrique María Repullés, que fue el encargado de diseñarla en una parcela localizada en la parte alta de Madrid. Ya entonces el pintor estaba fascinado por los patios del sur de España y él mismo fue el encargado de decidir la disposición de todos los elementos mezclando las estéticas valencianas y andaluzas. Entre 1914 y 1928, realizaría una serie de cuadros que protagonizará este espacio cerrado donde juegan la luz contra el agua mediante la constante pincelada amplia de Sorolla. En cada uno de ellos, habrá un acercamiento a la intimidad del mundo del artista, a su lugar más querido, a sus profundos sentimientos de emoción y arrobo ante la naturaleza que explota. “Patio de la Casa de Sorolla”, expuesto en la colección permanente del Museo Carmen Thyssen Málaga, muestra el “estado mental” al que se refería el pintor cuando quería expresar esas obras que le llevaban hasta la extenuación.
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