Conciertos

«No soy para una fiesta ni para una verbena»

Valderrama presenta mañana en Sevilla «10 años sin playback»

Valderrama, en uno de los palcos del teatro Lope de Vega de Sevila, donde actuará mañana
Valderrama, en uno de los palcos del teatro Lope de Vega de Sevila, donde actuará mañanalarazon

Una década suele dar para mucho y más en el mundo de la música. Valderrama (Madrid, 1972) ha recorrido esos diez años en voz baja, sin hacer mucho ruido, buscando pequeños espacios para transmitir en sorbitos una manera de entender la música fuera de los circuitos comerciales. Entonces, bajo el fenómeno de Operación Triunfo, entre discos prefabricados, una voz distinta se aupó en las listas de éxito con una obra legendaria, «La memoria del agua». El niño de Juanito Valderrama había dejado la profesión periodística para ir de escenario en escenario ofreciendo un producto alejado de las modas pero que sigue vigente.

Mañana actúa en el teatro Lope de Vega de Sevilla con «10 años sin playback». Un espectáculo que quiere recuperar las mejores canciones de este periodo, que «ha tenido un poco de todo, porque empecé con una multinacional y después me establecí por mi cuenta. He pasado por distintos géneros, como la canción de autor o incursiones en el flamenco. Creo que ha sido muy interesante y muy real, porque detrás de mí no ha habido una operación de marketing. Todo fue con el boca a boca, de teatro en teatro. A la antigua usanza». Bajo la sombra de su padre, Juanito Valderrama, la voz de la España en la diáspora, creció un artista tímido, que buscaba la soledad pese al éxito de su primera obra. No estaba previsto en el guión del genial cantaor que su hijo se metiera en el mundo del espectáculo, pero aquello cuajó. Ahora vuelve a los teatros y a hacer «las Américas». «Se trata de una gira nueva, que nunca me había planteado, por mi miedo al avión, y creo que es el momento de hacerlo, porque si no lo hago ahora no lo haré nunca», señala.

Lo hace sin temor a meterse en el jardín del flamenco, género que asegura dominar «porque forma parte de mi vida y siempre hay un ratito en mi espectáculo, porque es la música que me gusta», junto con temas de Lucho Gatica y de otros intérpretes latinoameriacanos, con cuyas canciones ha convivido desde su niñez.

Además, habrá boleros, tangos, guajiras y dúos con «Falete» y con Dolores Abril, su madre. La eterna compañera de Juanito, «con la que es muy fácil actuar porque tiene muchas tablas. Desde que murió mi padre, hace ocho años, no lo ha hecho y está tan nerviosa como si fuera a debutar, pese a estar perfectamente de voz. De alguna manera, se trata de revivir lo que para ella ha sido el centro de su existencia, pues es artista desde los catorce años».

Con su marido, popularizaron las «Peleas en broma», que para su hijo, «es lo peor que grabaron, aunque al público les gustaban mucho. Solaparon las grandes cosas que hicieron, pero no son lo que más me gusta. Para mi padre fueron motivo de mucha crítica, sobre todo para los más puristas del flamenco».

Valderrama se hizo un sitio en el mundo de la música y ahora lo reivindica defendiendo «desde la verdad», sin artificios ni añadidos. «Creo que lo que ofrezco es de calidad, es buena música y está bien tocada. A lo mejor no tengo mucha repercusión mediática, pero estoy seguro de que disfruto de un perfil de público que tiene muy buen buqué. Si tengo una cualidad como artista es que soy capaz de tocar la fibra a los que me quieren escuchar. Tengo la capacidad de emocionar y eso es lo que me da de comer. No soy para una fiesta ni para una verbena, pero sí para escucharme de otra manera».