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Sevilla

«Virgencita, que me quede como estoy»

Almonte, feudo del PSOE. Es el municipio de más de 20.000 habitantes que más vota socialista, con el Rocío como centro espiritual, una tasa de paro galopante y una de las rentas más bajas de España

Rubén Pinedo, trabajador de la construcción, dice que el PSOE no le da «confianza»
Rubén Pinedo, trabajador de la construcción, dice que el PSOE no le da «confianza»larazon

La luz es un elemento principal en el judaísmo y en el cristianismo. Junto a la ermita de El Rocío, la vela sale a 0,50 céntimos. El café frente a la marisma de Doñana, a 1,50 euros. Almonte (Huelva) es el municipio de España de más de 20.000 habitantes que más votó al PSOE en las últimas elecciones celebradas, las generales del 20 de diciembre de 2015, con un 45,65% de los votos, casi 15 puntos por encima de la media andaluza, 23 más que la media nacional. Las entrañas, igual hay que buscarlas en Cádiz –histórico clan de los Gazules–; los pulmones, en Sevilla –cuna de Felipe, Guerra y Díaz– y Jaén –con una férrea estructura orgánica–, con las agrupaciones del PSOE más poderosas de España. Adentrarse en las calles de arena telúrica de la aldea del Rocío, epicentro espiritual de Almonte, supone un regreso al útero del socialismo andaluz. De Astarté, la diosa navegante, pasando por la Blanca Paloma, a Susana Díaz, presidenta, candidata y rociera confesa.

Las elecciones andaluzas del 2-D miden la resistencia del PSOE tras 36 años en el poder. El líder de la oposición, Juanma Moreno, sueña con convertir Andalucía en «la Baviera de España», como motor económico. La longevidad regional del PSOE andaluz sólo es superada en Europa por el Partido Comunista de Italia y sucesores y, precisamente, la Unión Social Cristiana de Baviera, que lleva 56 años en el Gobierno de forma ininterrumpida. Decía La Boétie que el secreto de la servidumbre voluntaria está en la costumbre, las pirámides de intereses y el miedo. Los socialistas enfilan los 40 años en el poder, lo que demuestra que igual no tienen todas las respuestas pero sí las preguntas adecuadas.

«Los políticos cuanto más lejos, mejor», señala Pedro, camarero frente a la marisma de Doñana, junto a la paz de la ermita de la Blanca Paloma, de la que Susana Díaz se declara ferviente fiel, por más que las cuentas electorales la empujen al salto de la reja de los pactos con los poco devotos dirigentes de Podemos e IU. La conformación del Gobierno, a esta hora, es una lotería. Rafael es de La Palma pero vende cupones junto a la ermita. Se muestra más preocupado «por las generales» que por las autónomicas porque «hay un okupa en el país, al que nadie le ha votado y que no deja de hablar con independentistas y personas que quieren terminar con España». «Yo juré bandera en la mili y no quiero que la pisen; y yo no conocí a Franco», señala. El 2D dibuja también, en parte, una contienda entre los que enarbolan la bandera rojigualda y la blanquiverde. «Es difícil quitar al PSOE de aquí», explica, porque «nunca ha entrado otro partido». Calles de tierra conducen a casas en alquiler, cerca de las casas hermandades, donde Rubén Pinedo trabaja en la construcción. El PSOE no le da «confianza» pero sabe que «volverá a salir». En el Restaurante Toruño se exhibe una foto de Felipe González.

El votante socialista tipo es mujer, de mediana edad y jubilados. A la Andalucía media aún no han llegado las condiciones laborales que había allende Despeñaperros en los años 70. La región andaluza más que el sur de España «era el norte de Marruecos». El PSOE se apropió de la bandera del andalucismo cuando «el café para todos» de Escuredo. Después llegaron las carreteras, los colegios, las universidades, los hospitales. Más el mito de Felipe, que sobrevive sobre todo en las zonas más rurales. «El PSOE es responsable de lo bueno y lo malo». «Y es más lo bueno». Con Chaves, las contrataciones de la Junta y el sistema de ayudas que se investiga en los juzgados, como el «caso ERE», hicieron el resto. «El PSOE ha sabido ganarse al pueblo» y «la Junta es la principal empresa de Andalucía». La identificación de la Junta y el PSOE en muchas zonas es total. A ello se suma la relación de la derecha con «el señorito andaluz» y que «el voto andaluz es muy conservador» y, como defiende el líder del PP en la región, «el PSOE-A es el partido más conservador de España».

Siguen las casas en alquiler y los coches de alta gama en las puertas, que contrastan con una de las rentas per cápita más bajas de España. Un operario prefiere que no se mencione su nombre, «que aquí nos conocemos todos», tras señalar: «¿Quién va a ganar? El PSOE». «Los vecinos están bien, más o menos. Es una costumbre, aunque tendríamos que probar con otro», indica. «El PSOE ha acostumbrado a la gente a vivir bien, con el PER y otras ayudas. Hay mucha economía sumergida. Mucha gente cobrando el paro y trabajando. Ganan 800 euros del paro y luego sus 1.500 en el campo. Es lo que tenemos en Andalucía y luego tenemos la imagen de la paguita y el bar. Hasta que no llegue un Gobierno y ponga mano dura...», explica. Imanol es jiennense, y trabaja en la Pensión Hotel Cristina. Lleva 9 años en Almonte. Desea que gane «quien sea mejor para el pueblo». Se ha vuelto «apolítico» por «lo que ve. «No veo ni las televisiones porque voy a tener que tomar diazepam», señala.

«¿Cómo me voy a llamar viviendo aquí? Rocío», señala otra vecina, encargada en una tienda. «Volverá a ganar el PSOE» pero, avisa, «para las municipales se está gestando un cambio. Se está creando un nuevo partido independiente y va a ganar». ¿Quién está al frente? El antiguo alcalde, «que era del PSOE». Paco Bella, regidor entre 1991 y 2011, «un líder nato en Almonte».

«El PP se sigue identificando con el señorito. Podemos está empezando a aportar. Sobre todo a los jóvenes. Pero los mayores, todos son del PSOE». A caballo, José Manuel Medina considera que los dirigentes están «acomodados». Hay quien sostiene que Doñana es el epicentro de la antigua Tartessos. No se descarta que entonces ya gobernara un sucedáneo del PSOE-A. «Virgencita, virgencita, que me quede como estoy», rezan en El Rocío.