Castilla y León

Construcción y agroalimentación, puntales de la innovación industrial

La industria agroalimentaria es uno de los sectores con más ventajas competitivas en Investigación, Desarrollo e innovación de Castilla y León
La industria agroalimentaria es uno de los sectores con más ventajas competitivas en Investigación, Desarrollo e innovación de Castilla y Leónlarazon

El futuro económico de Castilla y León pasa por la apuesta por la Investigación, Desarrollo e innovación (I+D+i). Así lo avala un estudio elaborado por la Junta para una especialización inteligente de nuestra Comunidad (2014-2020), que considera que el hábitat y la construcción, la agroalimentación y la automoción son los tres sectores de la Región con mayores «ventajas competitivas.

El documento define seis grandes macroactividades encabezadas por hábitat y construcción, con un 16,54 por ciento del peso total de la actividad económica, seguidas por agroalimentación (13,4), automoción, componentes y equipos (9,58), turismo, patrimonio y lengua (8,1), salud y calidad de vida (6,21) y energía y medio ambiente (5,46 por ciento). Las seis suman el 59,29 por ciento de la actividad económica y cumplen, según el citado informe, con «una mayor especialización en relación a la media nacional», «capacidad de competir en los mercados exteriores», una «evolución temporal dinámica positiva o estable a pesar de la crisis»; y «un potencial de desarrollo en base al saber hacer y las capacidades de la Región». El texto incluye un análisis «Dafo»-debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades- en el que se destaca, en el caso de la investigación, el desarrollo tecnológico y la innovación, la «descapitalización de recursos humanos en entidades de investigación y la pérdida de talentos o fuga de cerebros», así como la «insuficiente preparación de los titulados universitarios en habilidades y competencias que demandan las empresas». También se concede una importancia especial al hecho de que se haya «truncado el proceso de convergencia con la media nacional del gasto en I+D en relación al Producto Interior Bruto» y a que «las universidades ocupen puestos rezagados en los rankings y el nivel tecnológico del tejido empresarial y la capacidad de absorción de conocimientos es limitado». Como fortalezas se resalta la «resistencia a sectores estratégicos de la Comunidad por su relación con la especialización productiva y/o tractores de la innovación», como «agroalimentación, automoción, farmacia y medioambiente»; así como la «existencia de infraestructuras tecnológicas» y una «concienciación del sector privado sobre la ejecución del gasto en I+D, con un peso relativo tradicionalmente por encima de la media nacional».

Sobre la sociedad digital del conocimiento, el informe menciona como debilidades, la resistencia al cambio y la insuficiente coordinación interna y externa para la aplicación de las TIC en administraciones públicas». También la «falta de capilaridad de empresas y actividades TIC», su «escasa utilización en la organización del trabajo», la «dificultad de internacionalización del sector» y la «falta de adaptación de la formación al mercado TIC». En cambio, como fortalezas el informe resalta «la estrategia autonómica de Gobierno abierto», los «profesionales TIC cualificados en las administraciones públicas» y una «estructura administrativa territorial y de iniciativas consolidadas de apoyo en materia TIC a entidades locales de pequeño tamaño». En el apartado empresarial, dichas ventajas se centran en la «gran oferta de perfiles cualificados procedentes del sistema universitario y de Formación Profesional de la Región».