Política

Salamanca

Dando impulso a la biodiversidad desde la Sierra de Béjar

El Centro Zahoz, en el municipio salmantino de Cepeda, recupera semillas autóctonas con ayuda de los vecinos

En los invernaderos del centro se cultivan las diferentes variedades de semillas tradiiconales
En los invernaderos del centro se cultivan las diferentes variedades de semillas tradiiconaleslarazon

Los expertos ya lo advierten. La Plataforma Intergubernamental sobre la Biodiversidad y los Servicios Ecosistémicos (Ipbes) presentó recientemente los primeros trazos de su informe en los que dejan patente la preocupante pérdida de especies, tanto animales como vegetales, en muchos casos provocada por la acción del ser humano.

Precisamente de mantener las numerosas variedades de plantas se encarga el Centro Zahoz, ubicado en el municipio salmantino de Cepeda, desde donde se recuperan semillas autóctonas que se cultivaban en la zona y los usos tradicionales gracias a la colaboración de los vecinos.

En este espacio se conservan y multiplican simientes hortícolas, de frutales antiguos y variedades locales que luego se dan a conocer y se difunden para mantener la biodiversidad genética necesaria para la sostenibilidad de los agrosistemas, así como mantener la tradición que marca la identidad de cada territorio.

En el catálogo de semillas del centro hay tipificados más de 850 clases tanto de productos de la zona como de otros territorios, como la berenjena, para que se pueda cultivar y consumir de forma regular. Allí, cada especie permanece etiquetada, con las fechas de recogida y primera siembra siempre presentes.

El proceso desde la llegada de una nueva simiente hasta que se da a conocer en su catálogo, también online, es minucioso. Cuando alguien acerca hasta el centro su descubrimiento, se siembra y más tarde se planta en una finca, donde se observa el vegetal y se categoriza. Si el producto es homogéneo se sacan las semillas de esa variedad y se vuelve a cultivar antes de ofertarlas.

De entre todas las variedades que trabajan, pasando por cebollas hasta calabazas, las que más llaman la atención por su diversidad de colores y tamaños son las de tomate, así como la amplia variedad de judias y las muelas, un tipo de leguminosa que estaba a punto de desaparecer.

Entre las joyas que conserva el Centro Zahoz se encuentra el armuelle (similar a las espinacas y de propiedades depurativas) llegado desde Sevilla y ahora extendido por esta zona salmantina o la sandía amarilla, cuyo cultivo se estaba perdiendo en la provincia, así como las patatas finas, más difíciles de pelar pero de gran sabor.

Asimismo, esta iniciativa pone interés en la etnobotánica para recuperar el uso tanto de las plantas silvestres como cultivables con fines medicinales o artesanos. Para ello, el contacto con las personas mayores de la zona es clave y se interesan por el empleo de los vegetales que se hacía antiguamente.

En este sentido, destaca el empleo de las plantas también como juguetes convirtiéndolos en silbatos o volanderas y el empeño de la entidad para mantener viva la sabiduría de los que más saben del campo.