Política

Valladolid

«Ser cura es una actividad de riesgo, nos atizan por todas partes»

Fernando Bogónez, rector del Seminario de Valladolid, apuesta por abrirlo más a las familias y la sociedad

Fernando Bogónez, nuevo rector del Seminario Diocesano de Valladolid
Fernando Bogónez, nuevo rector del Seminario Diocesano de Valladolidlarazon

«Ser cura es una actividad de riesgo. La Iglesia no está de moda, y los sacerdotes, al ser la cara más visible de ésta, nos hemos convertido en muchos lugares en el chivo expiatorio y en un muñeco de pim, pam, pum al que se atiza por cualquier motivo y por todos los lados».

Así lo cree y así lo cuenta a LA RAZÓN Fernando Bogónez, nuevo rector del Seminario Diocesano de Valladolid, responsabilidad que afronta desde hace un mes y medio. Una tarea que aceptó sin dudar en cuanto se lo planteó el cardenal arzobispo de Valladolid, Ricardo Blázquez, y para la que se ha encomendado a Dios.

«Le he pedido que me dé fuerzas, paciencia y mucha fe y esperanza para poder salir adelante, porque el cambio ha sido muy radical», señala el sacerdote, hasta hace bien poco párroco de las iglesias de Santa Clara y San Pedro en Valladolid. Bogónez asegura que todavía está aterrizando y haciéndose cargo del «mucho trabajo» que tiene entre manos, aunque dice que no se ha marcado ningún objetivo. «Aún no toca, es demasiado pronto», apunta el religioso, aunque sí que avanza a este periódico algunas pinceladas de lo que quiere que sea su Rectorado.

En lo que respecta al Seminario Menor, el sacerdote apuesta por abrir mucho más el centro a los alumnos y las familias. Si bien, se muestra esperanzado por el aumento que ha experimentado en este curso, donde ahora mismo estudian una treintena de alumnos. En su opinión, se debe a que los padres «tienen un mayor interés en que sus hijos reciban una educación personalizada, humanista y más cercana, y porque no se les trate como un número sino como personas, y se les ayude a crecer como tal».

En el Seminario Mayor, donde la cifra se mantiene estable, con nueve alumnos tras la llegada de dos nuevos aspirantes a cura que han compensado la marcha de otros tantos que se ordenaron, Bogónez tiene claro que el «modus operandi» pasa por ayudarles a crecer en el discernimiento. «Debemos mostrarles el camino sobre lo que es y lo que significa ser un sacerdote, «y especialmente ahora, con el enorme peso social que tienen que cargar».

La ausencia de vocaciones sacerdotales le preocupa, pero no más que la secularización de la sociedad, la pérdida de población o que la Iglesia esté en boca de todos. Y advierte de que la «constante tensión» en la que se vive hoy en día, está convirtiendo a la gente en personas tristes y amargadas, a las que cualquier cosa les molesta.

«Falta una cultura vocacional y necesitamos dar sentido a nuestra vida para lograr la plenitud», asegura el rector del Seminario de Valladolid, para quien ser cristiano te puede aportar esta realidad, ya sea a través del compromiso matrimonial, como sacerdote o en la vida religiosa.