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Gastronomía

Cocina de base catalana para todos los gustos

El chef Jordi Vilà apuesta por dos versiones de su estilo con los restaurantes Alkimia y Al Costat.

La oferta se presenta en dos menús degustación, pero también cuenta con una carta compuesta por una docena de platos para que el cliente «pueda comer como quiera».
La oferta se presenta en dos menús degustación, pero también cuenta con una carta compuesta por una docena de platos para que el cliente «pueda comer como quiera».larazon

El chef Jordi Vilà apuesta por dos versiones de su estilo con los restaurantes Alkimia y Al Costat.

En 2016, el restaurante Alkimia, que cuenta con una Estrella Michelín, reabrió sus puertas con una versión mejorada, adaptada a lo que su propietario y chef, Jordi Vilà, considera que debe ser el restaurante gastronómico del presente y del futuro y la nueva fórmula apuesta por un concepto atractivo para el público local, rentable y con un ambiente distendido.

«Alkimia es un restaurante de cocina catalana porque es lo que yo sé hacer, pero con una mirada al futuro. Su oferta recoge la historia de la cocina catalana adaptada a los tiempos contemporáneos, desacomplejada, sin prejuicios», señala Vilà, quien en este sentido apunta que «no nos cerramos a usar productos del todo el mundo». «En Alkimia nos hemos marcado el propósito personal de hacer un paso hacia delante en la cocina catalana, refrescándola, haciéndola más desinhibida». «Se trata de un restaurante gastronómico, con solo 6 mesas, en el que el 90% de los platos los cocino yo o pasan por mis manos», comenta el chef para a continuación indicar que en este establecimiento «la técnica es el medio para sacar el mejor sabor y consistencia deseada al producto». «Buscamos la sencillez y simplicidad de los platos, porque la idea es que haya el máximo de cosas acabadas de hacer» ya que Vilà apuesta por una comida hecha al momento.

En este contexto, y como suele ser habitual en los restaurantes gastronómicos, en Alkimia la oferta se presenta en dos menús degustación, pero también cuenta con una carta compuesta por una docena de platos para que el cliente «pueda comer como quiera». Por un lado, el menú Alkimia, que consta de 11 pases y cuesta 99 euros, se inspira totalmente en la cocina catalana y, sin desdibujar la esencia de la cocina de este restaurante, apuesta por la facilidad, por un toque más popular, al gusto de todo el mundo. Por otra parte, el menú Vilà, con 12 pases y un precio de 158 euros, se inspira en los cuatro elementos: el agua, que se centra en el líquido y el producto que se encuentra en el medio líquido; la tierra, con materias primas del huerto y recetas tradicionales; el fuego, con elaboraciones a la brasa, más cocinadas y guisadas; y el aire, especialmente presente en los postres. «El menú Vilà es más personal, hay más tensión en los sabores, no es tan popular; en él nos expresamos más libremente, seguimos al 100% nuestro instinto», explica el chef.

Y es que con este nuevo proyecto de restauración, Jordi Vilà busca atraer a un amplio abanico de clientes, satisfacer los gustos y demandas de todo tipo de comensal, una vocación que explicaría la división de este establecimiento en dos espacios diferenciados de restauración. En las mismas cuatro paredes del Alkimia se encuentra Al Costat, con el que no solo comparte espacio, cocina, producto y elaboraciones, sino también su esencia de cocina catalana y el protagonismo de la brasa, que de alguna manera siempre impregna las comidas. Sin embargo, en «Al Costat se ha apostado por una cocina más cercana, más tranquila, basada en el producto, donde, a diferencia del modelo gastronómico en el que el cliente se debe someter de alguna manera a la ‘dictadura’ del chef, el comensal elige lo que come, cómo y en que cantidad», explica el chef. «Se trata de una cocina cotidiana, que ofrece platos como los macarrones, la tortilla de patata, los productos a la brasa o los arroces -que son una de las especialidades-, aunque siempre con un toque de originalidad o personalidad, y que sigue la fórmula de platos y platillos».

En cualquier caso, pese a que el concepto gastronómico que fomentan ambos espacios es diferente, en cocina se trabaja siempre con un producto de alto nivel, en su mayoría ecológico y siempre subordinado a la temporalidad, lo que en Alkimia condiciona los platos incluidos en el menú según el momento del año y en Al Costat da lugar a lo que se conoce como platos efímeros.

Una gran selección del producto y de plantearse qué hay que hacer para que ese producto reviva, se realce». «A partir de ahí tiene lugar la ejecución inmediata, se desarrolla el plato», añade el chef. Junto al espacio gastronómico que es Alkimia y Al Costat, de carácter más popular, el restaurante cuenta además con un tercer espacio como son sus salones privados, en los que se pueden hacer diferentes propuestas gastronómicas a medida del cliente, por supuesto siempre dentro de la forma de trabajar del chef.

Todo ello tiene como escenario un espacio privilegiado, un piso de 150 años de antigüedad, muy luminoso, en el que predomina el color blanca y que aúna modernidad y tradición, confiriéndole así mucha personalidad. Los mosaicos del suelo, las molduras, las pinturas de los techos...contrastan con elementos de diseño, como la falsa espina de pescado que vertebra los diferentes espacios.

Restaurante: Alkimia y Al Costat

Dirección: Ronda de Sant Antoni, 41

Teléfono: 93 207 61 15

Horario: de lunes a viernes de 13.30