Colau busca reconciliarse con Sarrià

El barrio ha sido pionero en la recogida puerta a puerta y ahora estrena el primer Punto Verde autosuficiente.

Sarriá Vell inaugura hoy el primer Punto Verde de la ciudad de Barcelona que es autosuficiente. Se trata de una instalación transportable, sostenible, ya que el suministro eléctrico procede de la energía fotovoltaica generada a partir de 12 placas solares, y autónoma, puesto que además dispone de un depósito de 70 litros que suministra el agua limpia y otro de recogida de aguas grises.

Los puntos verdes son instalaciones ambientales de recogida de residuos que necesitan un tratamiento específico y para los que no se pueden usar los contenedores de la calle. A día de hoy Barcelona cuenta con 130 puntos verdes, 97 de los cuales son móviles, 25 son de barrio, uno es escolar y siete son de zona. Además está previsto que la ciudad estrene durante este año otros cuatro puntos verdes más de barrio -en Gracia, Sarriá-Sant Gervasio, Sants- Monjuic y Horta-Guinardó.

En 2018, 937.737 vecinos hicieron uso de estos quipamientos, lo que supuso un incremento del 5% en el número de usuarios respecto al año anterior y un 18% en relación a 2015. Además, los puntos verdes registraron también un incremento del 5% en los que se refiere a las toneladas recogidas, de manera que la aportación de residuos por usuario se situó en los 18,8 kilos, siendo éste el máximo histórico de la ciudad.

En este contexto, los puntos verde de proximidad, es decir de barrio y móviles, concentran el 90% de los usuarios y,en lo que se refiere a las toneladas recogidas en el 2018 en los de barrio, un 38% se reutilizaron, un 48% se recilaron y un 4% se compostaron.

Ahora, con la puesta en marcha de este nuevo punto verde en Sarriá Vell se inicia una etapa de prueba y expermientación para valorar la implantación de este modelo de equipamiento en otras zonas de la ciudad. En cualquier caso, esta medida convierte a Sarria Vell en un barrio pionero en lo que se refiere al reciclaje y recogida selectiva de residuos. Y es que hace un año, el casco antiguo de Sarriá se convirtió en el escenario de la puesta en marcha de un nuevo sistema de recogida selectiva puerta a puerta pionero en la ciudad, el cual ha dado grandes resultados y ahora se complementa con la implantación de este nuevo punto verde, que además centralizará las tareas de información y suministro del material neceario para los vecinos para poder llevar a cabo dicha recogida de residuos que hasta ahora realizaba la oficina informativa ubicada en la sede del distrito.

El puerta a puerta, un éxito

Desde febrero de 2018, se ha triplicado la recogida selectiva para pasar del 19% al 55,5%, lo cual ha permitido a Sarriá Vell convertirse en la barrio que más recicla de la ciudad, ya que la recogida selectiva en esta zona es del 47%, superando la media del 37,7% de Barcelona .

Más datos. Entre febrero de 2018 y diciembre de ese mismo año, se recogieron selectivamente en este barrio una media semanal de 14.760 kilos de residuos reciclables, una cifra que antes de la puesta en marcha del sistema de puerta a puerta se situaba en los 6.980 kilos semanales. Concretamente, durante ese período se recogieron 110 toneladas de vidrio, 154 toneladas de reciclables, 116 tonealdas de papel y 289 de fracción orgánica, mientras que de la fracción resto se recogieron 558 toneladas.

Todo ello ha sido posible en gran medida gracias a la colaboración de los vecinos, que han tenido que adaptarse a un nuevo sistema de recogida de residuos. En este sentido, desde que se pusiera en marcha el modelo puerta a puerta hasta el momento, el número de puntos identificados como fuera de horas ha mejorada pasando de las 491 bolsas antes de la implantación del sistema a las 261 bolsas de media, lo cual representa una reducción del 47% de bolsas menos fuera de horario.

A partir de estos buenos resultados, que han permitido a Sarriá Vell convertirse en el barrio que más recicla de la ciudad, el Ayuntamiento de Barcelona se plantea «extender el modelo de puerta a puerta a otras zonas de la ciudad con configuraciones urbanísticas parecidas a las de Sarriá Vell, como Gracia, el centro de Sant Andreu...», indicaba ayer el comisionado de Ecología, Frederic Ximeno.

Todas estas medidas se enmarcan en la estrategia municipal de Resdiduo Zero, que se concreta en la puesta en marcha de políticas destinadas a avanzar en la reducción de la generación de residuos fomentando la recogida selectiva, la prevención, la recuperación y la reutilización de los recursos y de las materias primas. Y es que si bien en Barcelona el año pasado se registró un incremento de la recogida selectiva respecto al año anterior para pasar del 36.4% de 2017 al 37,7% de 2018, lo cierto es que aún está lejos de los objetivos marcados por la Unión Europea, que establece que en 2025 se debería llegar al 55%. El tema es que se ha registrado un incremento de la recogida selectiva, como demuestra el hecho que en 2018 se recogieron 20.451 toneladas más, pero paralelamente se ha producido un aumento de los residuos generados. Hoy en día cada individuo genera 1,35 kilos de residuos al día, lo que supone un incremento del 3,7 % respecto a 2017.