La Suite recupera una serie de dibujos que el pintor realizó para la decoración del castillo de Púbol.

Ocurre que todavía hay pequeñas joyas ocultas que sirven para mejorar un poco más el conocimiento que tenemos de algún artista. Eso es lo que pasa con una serie de dibujos que forman parte de una subasta que tendrá lugar el próximo 6 de julio en Barcelona. La Suite Subastas pone en manos del mejor postor unos apuntes inéditos de Salvador Dalí con instrucciones sobre cómo deberían ser algunos elementos decorativos del castillo de Púbol, la edificación medieval que el pintor regaló a su musa Gala. Precisamente la letra de Gala aparece acompañando algunos de los bocetos a lápiz dalinianos.

Los dibujos fueron encontrados recientemente por los herederos de los artesanos del mimbre que trabajaron en Púbol. En este sentido, Dalí se preocupó mucho de fijar cómo debían ser los cestos y las macetas que iban a decorar las estancias en las que estaría su musa. Estaban destinados al salón del castillo, tal y como subraya Gala de su puño y letra. También podemos ver lo que parece una referencia a una de las mesas circulares que Dalí mandó hacer para decorar la surrealista fortaleza.

El más interesante de los apuntes nos traslada a una de las obsesiones de Dalí, el pinano convertido en fuente, algo que ya dio a conocer en la pintura de 1933 «Fuente necrofílica manando de un piano de cola». El genio de Figueres recupera esa vieja idea para Gala en este dibujo donde también aboceta un nuevo detalle sobre cómo debe ser el mimbre, un detalle destinado al artesano que trabajaba con él en Púbol.

El piano tiene una especial fuerza en el universo daliniano porque remite a algunos episodios de su biografía. Con él podía referirse a los Pichot, la familia de Cadaqués que tanta influencia tuvo en su vida. A los hermanos Pichot les gustaba colocar un piano de cola en una barca, un espectáculo que hacía las delicias del pintor en su juventud.

El mismo instrumento musical lo encontramos en óleos y dibujos vinculados con Wagner, Lenin o Harpo Marx. Pero, cuando cobra una especial importancia, es cuando sirve para recordar a su mejor amigo de juventud, como Dalí lo definía. Nos referimos a Federico García Lorca quien dio varios conciertos y recitales en la Residencia de Estudiantes, juegos musicales a los que asistía el entonces estudiante en la Academia de Bellas Artes de San Fernando, acompañado de Luis Buñuel, Emilio Prados o Pepín Bello.

Cuando empezaron las fisuras en la amistad entre Lorca y Dalí, el piano comenzó a tener un sentido crítico como en la pintura «Cráneo atmosférico sodomizando a un piano de cola» o en la película «Un perro andaluz», rodada con Luis Buñuel.

Todos estos bocetos, inéditos hasta ahora, son una muestra más de un Dalí ya maduro y que lo da todo por su Gala.