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«Es mi ciudad y no me dejan filmar»

La Razón
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El 7 de diciembre de 1492, Fernando el Católico sufría un atentado en la escalinata de la plaza del Rey, en Barcelona. Esa es la escena que tenía que rodarse dentro de unos días en ese mismo lugar, tratando de ser lo más fiel posible a los hechos, uno de los momentos clave de la tercera temporada de la serie «Isabel» de TVE. Pese a tener todos los permisos de Barcelona Film Comission y la Guardia Urbana, «Isabel» busca nuevas localizaciones ante la negativa de Josep Lluís Alay, director de Patrimoni, Museus i Arxius del Ayuntamiento de Barcelona que rechazó la solicitud de la productora «por motivos de desencuentro entre la esencia de rigor histórico del museo y la difusa línea entre realidad y ficción de la serie». Ese mismo criterio lo comparte el director del Museo de Historia de Barcelona (Muhba), Joan Roca, quien sostiene que «implicar los espacios interiores y los balcones contradeciría la línea seguida por el museo».

Fuentes de la productora catalana Diagonal TV, responsable de «Isabel», aseguraron ayer no entender los argumentos de Alay. La serie de televisión cuenta con cuatro especialistas en la figura de Isabel la Católica, además del asesoramiento de la Real Academia de Historia para los guiones de cada uno de los episodios. Por eso, siempre que es posible, se intenta buscar la localización real en la que se desarrollan los episodios históricos, como ha sido el caso reciente de la Alhambra de Granada, Segovia o Cáceres, lugares en los que se han realizado rutas turísticas inspiradas en la serie de televisión.

El director artístico de «Isabel» ya trabaja en la búsqueda de un nuevo espacio, aunque tampoco se descarta la posibilidad de recrear el escenario en un estudio. Lo que sí se descarta totalmente es llevar la producción a tierras catalanas. A una de las personas que más le ha dolido la negativa municipal es a Jordi Frades, director de «Isabel» quien ha afirmado a sus colaboradores que «es mi ciudad y no me dejan filmar».

Desde la oposición en el Ayuntamiento de Barcelona se criticó ayer duramente la prohibición a rodar. Alberto Fernández, presidente del grupo municipal Popular, pidió explicaciones al alcalde. El PP presentó el pasado viernes una serie de preguntas para conocer los criterios seguidos para prohibir la grabación de la serie en la ciudad. El edil popular consideró que «el gobierno municipal se está convirtiendo en Inquisición y Barcelona no puede tener un alcalde con T de Torquemada que no de Trias». Por ello, señaló que esta decisión municipal «es una cadena más de la vuelta de tuerca soberanista en Barcelona, que mientras pretenden explicar su ficción de la historia no permiten grabar una historia de ficción en el Tinell».

Por su parte, el presidente del Grupo Municipal Socialista, Jordi Martí , declaró que «denegar o autorizar permisos de rodaje en Barcelona en función de posicionamientos históricos es censura» y no es papel del Ayuntamiento «hacer crítica histórica». Según Martí, «la función del consistorio es promocionar los rodajes en nuestra ciudad, convertirla en un espacio amable para productoras y empresas audiovisuales, y no tener un papel evaluador de lo que se filma».

Desde el Ayuntamiento, el teniente de alcalde Jaume Ciurana vio legítimo y lógico que sea el director del Muhba haya decidido si el rodaje es posible.