Política

Disturbios

La violencia se enquista en el Raval

El barrio sufre cuatro apuñalamientos en menos de una semana, una situación que ya hace meses que dura.

En la imagen, tres momentos de una de las reyertas ocurridas este año en el barrio del Raval
En la imagen, tres momentos de una de las reyertas ocurridas este año en el barrio del Ravallarazon

El barrio sufre cuatro apuñalamientos en menos de una semana, una situación que ya hace meses que dura.

Durante la noche del pasado miércoles, sobre las 23.00 horas, un hombre resultó herido por arma blanca en el barrio barcelonés del Raval. El autor de la agresión seguía ayer en paradero desconocido. La víctima, de 37 años, sufrió lesiones en una pierna y tuvo que ser trasladada al hospital, aunque no se teme por su vida. El suceso cobraría mucha más importancia en cualquier otra zona de la ciudad, pero no aquí.

En los últimos días, semanas y meses, una reyerta con armas blancas y heridos en el Raval casi parece la rutina de cada noche. Por ejemplo, en ese mismo día, un menor fue detenido en el mismo barrio, por agredir a otro joven de edad parecida con una botella rota. Además, hubo otros dos peleas con heridos esta semana. Todo ello a finales de octubre, mientras que el Ayuntamiento y la conselleria de Interior acordaron reforzar las calles más conflictivas de la zona con más agentes de los Mossos, pero a partir del 1 de noviembre.

Han sido cuatro sucesos con heridos en apenas una semana, pero no se trata ni mucho menos de una novedad este año. Desde, como mínimo, abril, han habido problemas, que empeoraron en verano. Aunque hay excepciones, el trasfondo son los polémicos narcopisos, que abundan en el barrio. Una creciente presión policial durante 2018 ha permitido desarticular 49 de estas viviendas, con 60 detenidos en total.

Estos pisos básicamente provocan dos graves problemas en el barrio. Uno es que en las escaleras en las que están presentes hay insalubridad, suciedad, una convivencia nefasta y conatos de violencia. Por motivos obvios, a los vecinos no les gusta encontrarse con personas “colgadas” en los rellanos, por ejemplo. Han sido numerosas las protestas en las calles, a las que finalmente se unieron residentes en la Barceloneta, que sufren la misma lacra. Cabe destacar que las protestas contra las peleas y los narcopisos no empezaron ni mucho menos en los últimos meses, sino que se remontan a los inicios de 2017.

El otro problema derivado de los narcopisos es que la presencia de adictos a la heroína y la cocaína no sirve de gran ayuda para mejorar la convivencia en unas calles ya de por sí conflictivas. Las reyertas siempre son en horario nocturno, y obviamente el alcohol y las drogas juegan un papel importante en ellas.

Lo ocurrido esta semana, con cuatro peleas con armas, no es ni mucho menos una novedad. Sucedió lo mismo en agosto -verano suele ser la estación más conflictiva- y, en una ocasión, a plena luz del día, con navajas y en la calle Robador, famosa por ser una de las más conflictivas, y foco tradicional de prostitución.

El Raval sufrió esa semana un total de seis altercados. Uno de ellos, precisamente, fue una pelea protagonizada por prostitutas, también en la calle Robador. Hubo otra reyerta con arma blanca y dos narcopisos desmantelados. Han pasado ya desde entonces varios meses, es un problema grave en la ciudad que no se ha solucionado. Han habido protestas, no únicamente por parte de la oposición, sino también de todos los grupos de la oposición municipal, excepto la CUP, siendo el PP el grupo más contundente.