Música

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Mozart y su música unirán sobre un mismo escenario a Roger y Joan Pera

Padre e hijo rinden homenaje al gran compositor austriaco en un espectáculo musical.

El popular actor Joan Pera pensó en este espectáculo cuando leyó las cartas entre Mozart y su padre.
El popular actor Joan Pera pensó en este espectáculo cuando leyó las cartas entre Mozart y su padre.larazon

Padre e hijo rinden homenaje al gran compositor austriaco en un espectáculo musical.

Son una de las familias más queridas y admiradas de las artes escénicas catalanas, pero el maestro Joan Pera y su hijo Roger no habían coincidido hasta la fecha sobre un escenario. Esa espina se la quirarán en breve gracias al espectáculo «Papá Mozart», una aproximación teatral y musical al gran compositori austriaco. La música vendrá de la mano de la Orquestra Simfònica del Vallès con dirección de Miquel Gorriz, dramaturgia de Sergi Belbel y que se podrá ver el 8 de marzo en el Teatre La Faràndula de Sabadell y el 9 de marzo en el Palau de la Música de Barcelona, dentro del ciclo Simfònics al Palau.

Joan Pera es el impulsor del proyecto, que empezó a construir hace más de dos años, cuando leyó las cartas que se intercambiaron en vida Wolfgang Amadeus Mozart y su padre Leopold Mozart. «Cuando leí las cartas –cometó ayer– vi reflejada mi relación con mi hijo». Padre e hijo han coincidido en alguna ocasión en televisión, radio o doblaje, pero nunca sobre un escenario, y Joan Pera cree que estas cartas son una oportunidad perfecta para ser padre e hijo tanto en la realidad como en la ficción.

Roger Pera se mostró agradecido con su padre, que le ha dado la oportunidad de reencontrarse con Mozart, un personaje que le fascina y al que ya interpretó en el musical «Amadeus» de Ángel Alonso. Ambos comentaron que la relación epistolar entre Mozart y su padre es muy extensa, y han elogiado el trabajo de Sergi Belbel, que ha sabido extraer la esencia.

«Las cartas entre Mozart y su padre te atrapan –dijo Belbel–, porque hablan de un padre que está deslumbrado por la genialidad de su hijo, como nos pasa a todos cuando nuestros hijos hacen algo bien, y de un hijo que realmente es un genio y que tiene una personalidad extrema, que suma los atributos más sublimes con los más groseros». Las obra repasa la relación de Mozart con su padre, que fue también su maestro y le sometió a una educación rigurosa, «probablemente esencial para que desarrollara un talento innato, que sin formación podría haber quedado sepultado por una personalidad compleja que le empujaba hacia los placeres más básicos». Joan Pera definió su papel como el de «un padre que quiere lo mejor para su hijo, que es un genio pero un poco gamberro», y Roger Pera conecta con Mozart porque también él fue un niño prodigio que subió a los escenarios siendo muy joven y para quien «no hay nada más importante que la aprobación del padre, aunque en alguna ocasión le haya defraudado».

El director de la obra vio claramente el paralelismo entre los actores y sus personajes y ha construido una puesta en escena en la que «el vestuario de época es sólo una pincelada para que, sobre el escenario, estén los cuatro: Mozart, su padre, Roger Pera y Joan Pera.