Política

Gastronomía

Una oferta basada en los clásicos de la cocina popular catalana pero más cuidada

La influencia asiática ha llegado también a los fogones del restaurante Nora, pero no solo por las recetas sino también en lo referente a la técnica

El ambiente tan cálido, familiar y tranquilo de Nora viene dado por la atmósfera que se crea a partir de la luz y la gran calidad de los productos
El ambiente tan cálido, familiar y tranquilo de Nora viene dado por la atmósfera que se crea a partir de la luz y la gran calidad de los productoslarazon

El restaurante Nora abrió sus puertas hace cerca de medio año pero no fue hasta hace poco más de un mes que el chef Llorenç Valls tomó las riendas de su cocina, definiendo así una propuesta gastronómica única, con personalidad y sorprendente.

El restaurante Nora abrió sus puertas hace cerca de medio año pero no fue hasta hace poco más de un mes que el chef Llorenç Valls tomó las riendas de su cocina, definiendo así una propuesta gastronómica única, con personalidad y sorprendente.

«Aquí hacemos una cocina local, catalana, en la que intentamos rescatar platos clásicos populares, una línea culinaria que creo que se está perdiendo y que queremos recuperar», señala Valls, quien quiere dejar claro que «no se trata de unos platos muy clásicos, casi de palacio, que no han llegado al pueblo, sino que estamos hablando de clásicos populares, como la fideuá, pero con un sofrito de ocho horas». «El fricandó que nosostros hacemos es el que se podría comer en una posada de pueblo, pero probablemente con una salsa más fina y arreglada y una presentación más cuidada», cita a modo de ejemplo el chef.

Además, la oferta del Nora incorpora también otros platos más internacionales, aunque igualmente populares, y evidencia influencias de la cocina asiática, especialmente japonesa, de la que Valls es un gran conocedor y amante. «La influencia asiática se concreta en la incorporación de platos característicos de esta gastronomía, pero también en el cuidado y el respeto a la materia prima, así como en las técnicas de cocción y la manipulación del producto», comenta al respecto el chef, quien indica que en Nora «la clave es trabajar con producto no de mercado, sino del ahora».

«Tenemos contacto y relación directa con la gente del campo, del mar y del bosque para conocer lo que se está moviendo en cada momento» y en esta línea, en la cocina del este restaurante, el producto es el protagonista. «El tema es que éste se presente al cliente con una mínima expresión culinaria, con un toque de cocina muy respetuoso para que en el plato se pueda identificar lo que se está comiendo», asegura Valls y apunta que la intención en los fogones es «potenciar el sabor natural de la materia prima». «Es una cocian bastante rústica, sabrosa», concluye.

En este contexto, el Nora presenta a sus clientes una oferta basada en una carta con cerca de una veintena de platos, la cual se revisa mensualmente para ir descartando los platos más desfasados e incorporar nuevas propuestas en función de la temporada. Ésta propone cerca de una veintena de platos entre entretenimientos, entrantes como los garbanzos con gambas, las alcachofas con foie y setas o la sopa de galera, y los principales, con una variada oferta de pescados y carnes. Además, ésta se complementa con las sugerencias, que atienden de forma más inmediata a los caprichos del mercado. Nora cuenta también con un menú de mediodía que, por 21 euros, ofrece cinco primeros, cinco segundos y otros tantos postres a escoger, más vino y agua. «Son platos diferentes a los de la carta pero que siguen la misma línea, aunque están algo menos elaborados», explica el chef para a continuación dejar claro que en este restaurante «todo se elabora in situ».

La experiencia gastronómica en este restaurante, que cuenta con terraza climatizada, culmina con el Club, donde el cliente puede disfrutar de un cóctel.

Nora

Dónde: Avenida Diagonal, 593 93 750 45 31

Cuándo: De 13 a 16 h. y de 20 a 23 horas. Domingo y lunes cerrado