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Cóctel fugaz, combinado de verano

Los cócteles deparan una experiencia única durante la temporada estival

Cóctel fugaz, combinado de verano
Cóctel fugaz, combinado de veranolarazon

Cruzaron el océano para mezclarse. Se alzan como el eje argumental de la coctelería estival en días de altas temperaturas y desmanes gastrónomos mientras los clientes cargados de ilusión por conocer nuevas experiencias van trazando, con paso firme, el camino que los lleva a estos combinados fugaces.

Los cócteles deparan una experiencia única durante la temporada estival. El siglo XIX los catapultó a la fama, viven al margen de los clichés y siguen irradiando la frescura del primer día.

No hay cócteles viejos, siempre hay alguien que no los ha probado. Algunos clientes obtienen una discreta satisfacción retrospectiva al recordar aquel combinado que degustaron en una coctelería cuyo nombre no recuerdan. Nada extraordinario porque el buen gusto sedimenta los juicios y no hay juez más justo que la memoria gustativa.

Algunos adornados por la familiaridad y buena avenencia como el mojito y el daiquiri se ponen reivindicativos con el ron. Los cócteles se basan en un eterno efecto sorpresa. Margarita, México lindo. Su papel es efímero y provocador. Un combinado se convierte de manera sencilla en una bebida tan original como ligera sin perder su carácter multiétnico como la Caipiriña, la Piña Colada y el Hurricane.

Los cócteles de verano no sufren el desgaste del tiempo. Se estilizan hasta una pendular idealización tras luchar contra sucedáneos asépticos que invaden en forma de combinado industrial los gustos tiernos de jóvenes clientes, disfrazados siempre de coartadas emotivistas. Un consejo: no hidraten su paladar de manera unilateral, hay que ponerse en mano de un «bartender».

Sus combinados nos llegan perfectamente destilados desde su barra de mezclas, con la coctelera como lugar de reencuentros balsámicos e interpretaciones alegóricas dotadas de cierta docilidad con alcohol o sin alcohol.

Los barman rastrean las influencias del pasado en el presente recorriendo distintas etapas. Algunos son considerados alteradores de la autenticidad, con versiones modernas del mojito. Es una oportunidad para descubrir el sustrato artístico. Otros se resisten y por mucho que algunos se esfuercen en transformarlos acaban rindiéndose ante la resistencia de lo original y clásico. Distinción con matices. Aquarium (Gran Vía Marques del Turia, 57).

El cóctel se convierte en una tabla de salvación para muchos. Su imagen los ha convertido en protagonistas de una sobremesa perfecta. Van dejando un rastro dulce y una sutileza en forma de minutos de gloria. Nic (C/ Castaños, 22 Alicante); Casa Blanca (Paseo Ruzafa, 10).

Los clientes marcan desde muy pronto sus preferencias. No hay que experimentar sin conocer. No bajen la guardia. Cuestión de riesgos. Hay de todo y para todos. Consejos de primera mano. Son las claves para conseguir un cóctel perfecto y sin sorpresas a posteriori. Bar Code ( Conde Altea, 17).

Y sí, el tiempo pasa y el mundo cambia, pero hay cosas como el alma universal de los combinados clásicos, que se mantienen intactas. Cócteles de verano, combinados fugaces.