Comunidad de Madrid

Un científico madrileño abre una vía para frenar la malaria

El consejero de Ciencias y Universidades con científicos del Imdea
El consejero de Ciencias y Universidades con científicos del Imdealarazon

Lleva más de cinco años trabajando sobre cómo combatir una enfermedad como la malaria, que afecta a más de 200 millones de personas. Ahora, el bioestadístico del Imdea Gonzalo Colmenarejo ha dado con una vía para frenar la transmisión de esta enfermedad causada por un parásito, el Plasmodium, que infecta a los seres humanos a través de las picaduras de los mosquitos y prolifera tanto en el hígado como en los glóbulos rojos de la sangre.

Ayer destacó su labor el consejero de Ciencias, Universidades e Innovación de la Comunidad de Madrid, Eduardo Sicilia, durante su visita al Instituto Madrileño de Estudios Avanzados en Alimentación (Imdea). «En Madrid tenemos a personas que están desarrollando un trabajo de impacto a nivel mundial», destacó el consejero.

Sus análisis bioestadísticos y quimioinformáticos han sido determinantes para identificar un nuevo compuesto con el que poder desarrollar una nueva familia de tratamientos contra la malaria. Según Colmenarejo, el proyecto desarrollado ha demostrado que «una diana o una enzima del Plasmodium facilita su inhibición, puede curar la malaria y la transmisión a través del mosquito. Inhibiendo esta enzima hemos visto que se evita la transmisión de una persona a otra a través del insecto y esto sería un paso más para la erradicación de la enfermedad».

Según Comenarejo, una vez que hemos visto que esta diana es buena para evitar la transmisión de la malaria, la idea es generar muchas moléculas dirigidas a ella y ver si se obtiene un perfil para que se convierta en un fármaco oral que tenga una buena distribución dentro del cuerpo». La información científica generada tiene carácter abierto y está a disposición de las compañías farmacéuticas que, a partir de ahora, podrán desarrollar sus propios medicamentos más rápidamente.

El estudio ha sido publicado en la revista «Science» y está liderado por la universidad de Glasgow.