Un seísmo revelador

El mismo día del hallazgo de los restos de Cervantes en el convento de las Trinitarias se dejó sentir un terremoto: los que estábamos entonces en la cripta aquella tarde del 23 de febrero de 2015 fuimos testigos del desmoronamiento de las paredes de la excavación donde el equipo de la Sociedad Aranzadi desenterraba un amasijo de huesos en mal estado que acababa de ser descubierto horas antes. Aquel hallazgo resultaría ser, gracias a las pruebas documentales, arqueológicas y antropológicas, la reducción de los 16 enterramientos de la primitiva capilla conventual, incluidos el de Cervantes y su mujer, Catalina de Salazar. Así se demostraba que las monjas trinitarias, fieles custodias de los restos del más grande escritor que vieron los siglos, habían tenido la caridad de volver a depositar en sagrado sus restos cuando se demolió la antigua capilla. Cuál fue nuestra sorpresa cuando supimos que el seísmo que acompañó aquel día los trabajos para resolver el misterio del enterramiento de Cervantes se había producido nada menos que en un lugar de La Mancha. Como si las tierras de origen y andanzas del Caballero de la Triste Figura, su más genial y universal creación, se hubieran estremecido al salir a la luz los despojos de su autor.

Éste es uno de los muchos curiosos recuerdos que conservo de aquellos meses de la búsqueda, quijotesca sin duda, que promovimos desde el Ayuntamiento de Madrid bajo el impulso de la alcaldesa Ana Botella. Pero el hecho que más me sigue conmoviendo es la entrega demostrada por las monjas trinitarias, dispuestas a sacrificar su retiro del mundo por el tumulto de una aventura de alcance internacional como al final resultó. «Si es por España, lo aceptamos todo», nos dijo siempre la priora del convento, Sor Amada de Jesús. Ojalá que otros siguieran su ejemplo y se tomaran la molestia de atender como merece la tumba de Cervantes, epicentro de este IV Centenario de su muerte. Porque, cuando se trata de España, siempre se olvidan del «sí se puede».

* Concejal del Partido Popular en el Ayuntamiento de Madrid